•Apuesto Mi Vida (En Ti)•

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(Uraraka)

Uraraka estaba horrorosamente incomoda.

El delgado spandex de su traje hacía poco por cubrirla del frío de la cueva y su cabello, mojado por la lluvia, caía por su espalda como dedos helados tratando de llamar su atención.

La delgada abertura por la cual ella y Bakugo se habían metido estaba completamente a oscuras. Sobre su hombro, al final del largo túnel, podía ver un diminuto rastro de luz gris que indicaba la entrada improvisada que Bakugo había hecho en el acto de grandiosa estupidez que los había traído a este momento—siguiendo el sonido de estática que resonaba en lo profundo de la montaña. Alejarse de esa única fuente de luz se sentía como intentar de desafiar a la gravedad sin su quirk, pero Bakugo la jalaba hacia adelante, su mano apretando la de ella y su pulgar presionando contra su palma en la señal ya discutida que significaba que siguieran.

Un sólo apretón significaba alto, dos significaban voltéate y corre, y dejarla ir por completo significaba que se prepararan para pelear. Bakugo no había estado contento cuando Uraraka sugirió que tuvieran una señal para correr, y los dos se habían detenido para argumentar en una serie de susurros enojados hasta que otro chisporroteo de estática los calló como una tapa siendo cerrada repentinamente. Un dura mirada que Uraraka no estaba segura de que él pudiera ver la hizo ganar la discusión, y los dos continuaron con Bakugo al frente usando su mano libre para sentir la pared frente a ellos mientras seguían su camino juntos.

La mano libre de Uraraka palpitaba, aunque no tan mal como había pensado considerando el numero de puntadas que Bakugo había puesto en su palma, pero aún así la mantuvo pegada a su abdomen para evitar que rozara contra la piedra.

La figura de Bakugo cubría todo el espacio frente a ella, bloqueando cualquier luz que pudiera venir de lo profundo de la cueva, pero la estática se volvía más ruidosa. Uraraka no podía estar segura, pero estaba escuchando lo que parecían ser palabras entre la estática.

Se encontraron con una curva en el túnel, y un sólo apretón de la mano de Bakugo la hizo detenerse en donde estaba. Él escuchó con cuidado, y mientras se inclinaba hacia el sonido, una luz parpadeante salpicó contra la pared. Danzó, efímera y brillante, entre el puntiagudo cabello de Bakugo, haciéndolo brillar con una inexplicable suavidad que era simultáneamente perfecta y completamente incorrecta—como si un demonio se probara una aureola y se diera cuenta de que le quedaba bien.

"-tasas de crimen continuan subiendo desde el retiro de All Might. En seguida, hablaremos con la analista Mimami Isoruko sobre esta tendencia que no parece detenerse..."

Uraraka tragó saliva. La voz, llena de estática y claramente proveniente de algún tipo de radio, destrozó la atmósfera parecida al limbo en la que ella y Bakugo habían estado sumergidos. Antes, sólo tenían la opción de avanzar. Ahora que algo estaba definitivamente ahí, tenían que elegir entre darse la vuelta e irse o ver de que se trataba.

Sabía que decisión tomaría Bakugo, así que apretó su mano y presiono su pulgar contra su palma. Sigamos.

Habían llegado hasta aquí. No había razón para regresar.

(Bakugo)

La mayor parte de su concentración estaba dedicada a guiarlos por el túnel de la manera más sigilosa posible y estar atento a cualquier tipo de peligro que pudiera estar adelante de ellos.

Pero una pequeña parte de su mente estaba en un constante estado de mierda mierda mierda mierda.

Porque era un idiota semi-enamorado y un pinche imbécil y estaba tomado de la mano con Uraraka. Y era tan tonto pero su corazón estaba latiendo un poco demasiado rápido y se sentía algo eléctrico y era un esfuerzo consciente el intentar no sudar.

•two black dots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora