•Voces En Nuestras Cabezas•

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(Uraraka)

Uraraka tamborileaba sus dedos contra la mesa; Tsuyu dormitando a su lado. Ryuku había estado en esa junta por casi una hora y los asistentes se habían ido a patrullar sin ellas. Uraraka quería estrellar su cabeza contra el escritorio.

"Aveces es así," dijo Hado. La mayor jugaba con un mechón de su largo cabello azul mientras mascaba chicle. "No es el glamoroso trabajo de héroe que usualmente imaginas, ¿huh? Pero siempre empiezas en lo más bajo, ¿no?"

Para ser honesta, Uraraka pensaba que era una pérdida de tiempo, pero ya había aprendido tanto después de haber obtenido su Licencia Provisional, y no quería arruinar su oportunidad de trabajar con un profesional. Aún así, al menos cuando estaba en la agencia de Gunhead se la había pasado entrenando en su tiempo libre.

"Hey, Hado," dijo acercando su silla un poco. "¿Hay un gimnasio aquí? Tal vez podríamos practicar un poco en lo que esperamos."

La mayor se vió sorprendida, pero puso sus palmas juntas y sonrió. "¡Por supuesto! ¡Que gran idea, Uraraka! ¡Me encantaría ver más sobre sus quirks!"

"De hecho," dijo Uraraka rascándose la nuca. "Estaba esperando practicar algo de combate sin quirks, cuerpo a cuerpo. Mi quirk no es siempre el mejor en medio de una pelea, así que me gusta formar a mi cuerpo en un arma por si sólo. Gunhead me enseñó eso el semestre pasado, y me gustaría mantenerlo."

Los ojos de Hado brillaron. "Sabía que me agradabas. ¡Vamos!"

La chica por poco corrió, guiando a Uraraka y Tsuyu por varias escaleras hasta que alcanzaron el sótano del edificio.

Chan, chan, chaaan! ¡Admiren!" Exclamó Hado, extendiendo su brazo para señalar todo el espacio. "¡La sala de entrenamiento de la Heroína Número Nueve!"

El gimnasio era enorme. Había un ancho piso acolchonado en el cual dos asistentes se estaban enfrentando con unos guantes de boxeo, bolsas de boxeo colgaban del techo, pesas y equipo de entrenamiento acaparaban casi toda una pared, armas de todo tipo descansaban brillantes en racas, cuerdas para trepar colgaban del techo, y una larga pista para correr recorría casi todo el perímetro.

"Esto es... wow," dijo Uraraka. "Mucho más grande que el lugar de Gunhead."

Hado se rió. "Duh. Cuando eres uno del Top Diez, tu agencia tiene acceso a muchisimos fondos del gobierno. Además, compañías de soporte te dan todo tipo de cosas gratis en esperanza de que comiences a comprarles exclusivamente a ellos."

"¡Bienvenidas señoritas!" Se les acerco un hombre delgado pero claramente fuerte. Estaba usando pantalones para correr y una camiseta manga sacada, traía una banda atada en su frente. "¿Qué puedo hacer por ustedes?"

"Este es Sasaki Katakane," explicó Hado. "Sasaki, estas son las nuevas internas—Uraraka y Asui. Estábamos buscando algo de entrenamiento físico sin quirks mientras esperamos a que la jefa termine su reunión."

"Bueno, ¡vinieron al lugar indicado! Mi quirk, Mil Usos, me permite amaestrar cualquier forma de combate o arte marcial que desee, ¡así que estaré contento de instruirles en lo que gusten!"

Hado y Tsuyu voltearon a ver a Uraraka. "¿Qué tal algo de judo?" La castaña sugirió. "Por lo que aprendí de Gunhead, es mayormente sobre tumbar e inmovilizar enemigos. Algo como eso podría ser muy útil contra un villano."

•two black dots•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora