2. Somerville

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Cinco meses antes

Me encontraba durmiendo plácidamente cuando el despertador empezó a sonar. Me tapé los oídos esperando a que haga silencio, pero eso nunca sucedió. Estiré mi mano para tomar el despertador y lo tiré a la puerta, como las otras veces. Sí, no es la primera vez. Pero esta vez no dio contra la puerta.

Sino contra alguien. Logan, mi hermano.

 Le cayó en los huevos. Ups.

—¡MALDITAA SEA, CAMILLE! —gritó—¡Me vas a dejar sin hijos, la concha que te parió!

—¡Nadie te dijo que entraras, imbécil! —repliqué gritando también.

Mi hermano estaba gritando de dolor tirado en el piso a lo que mis otros hermanos llegaron. Decidí levantarme para ir a ducharme y no llegar tarde a clases, otra vez.

—No seas exagerado, Logan. Eres una nena —le dije rodando los ojos acercándome a la puerta para tener una mejor visión.

—Qué mala eres, Camille—declaró Luke mirándome divertido. Le saqué el dedo del medio.

—¿Qué fue lo que te pasó?—preguntó Patrick que llegó después.

—La babosa de Camille decidió tirar su puto despertador en mis bolas —respondió Logan señalando su miembro.

Mis hermanos se reían carcajadas burlándose de Logan.

—Yo le tiré a la puerta, pero tú decidiste entrar a mi dormitorio sin antes tocar. Ya les he dicho que tienen que tocar la puerta para que entren. No te hagas la víctima ahora—me defendí levantando las manos.

—¡YA CÁLLENSE! —gritó mi hermano Sam —Logan, levántate de una puta vez y tú, Camille, métete a bañar y bajas a desayunar. Hoy es un día con muchas cosas qué hacer. ¡APÚRENSE!

Habló el señor de la casa. Sam es el hermano mayor y maduro del clan Evans. Es el que trata de mantener a todos unidos y que no cometamos  ninguna tontería, aunque eso es algo imposible. La intención es lo que cuenta, ¿no? Tengo cinco hermanos más aparte de Sam y ellos son: Dylan, Luke, Logan, Patrick y Margot; esta última estudia en el extranjero. Y acerca de mis padres, bueno, mi papá se la pasa viajando todo el tiempo por cuestiones de negocios y mi mamá falleció hace 2 años. Es un tema sensible aún.

Me metí a mi cuarto cerrando la puerta tras de mí y cojí mi bata de baño. Entré al baño y moderé la temperatura del agua. Tomé una ducha rápida porque ya iba tarde. Cojí unos jeans, una blusa blanca simple y mis converse blancas de siempre. Me maquillé ligeramente y bajé. Ya todos estaban sentados alrededor de la mesa, excepto Logan. Estaba echado en el sofá con una bolsa de hielo en su miembro.

—Denle un Óscar a este muchacho como mejor dramatización del año, por favor—dije señalándolo.

—Por tu culpa te vas a quedar sin sobrinos, tarada —replicó Logan en un tono molesto.

—No eres el único hermano que tengo, genio —le recordé.

En ese mismo instante se empezó a escuchar "Turn down for what" por los altavoces y mis hermanos cantando a todo pulmón.

Ya van a empezar.

—Chúpate esa mandarina, Log —le dije riéndome y guiñandole el ojo mientras me dirigía a la mesa.

Una vida llena de secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora