𝐕

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Los chicos ya se habían cansado de salpicarse unos a otros, así que mientras Bill y los demás intentaban construir una especie de fuerte, las dos chicas permanecían sentadas en una gran roca sin decir una palabra.

La pelirroja miró detenidamente a Peggy, había algo en esa chica que le llamaba la atención enormemente; quizás era su carácter tosco y despreocupado, o ese buen corazón que ella se esforzaba en ocultar :

- ¿Tengo monos en la cara o qué?.- vaya, se había dado cuenta de que Beverly la estaba mirando.

- No, es sólo que...¿no solías llevar gafas?.- fue la primera excusa que se le ocurrió.

- Si bueno, ese idiota de Bowers me las destrozó.- ambas chicas compartían cierto desprecio hacia el "matón" del pueblo.

- Duh, menudo cretino. A mi me ha llamado zorra un par de veces.

- Dicen que su padre está loco.

- ¡La genética es malvada!.- las dos estallaron en carcajadas.

Las dos chicas se quedaron hablando de temas sin importancia como sus canciones o películas favoritas. Realmente estaban disfrutando, hasta que los chicos llegaron corriendo hacia ellas. Ben y Eddie se encontraban jadeando, pues al parecer habían corrido muy rápido :

- Parece que hayas visto a un fantasma.- le dijo Peggy a Stanley, de manera burlona.

- Hemos visto a algo mucho peor, idiota.- contestó el judío.

- Seguro que era una rana muerta o algo parecido.- bromeó también Beverly.

- Era más feo que eso.- formulo Richie, con dificultad para hablar por el miedo.

- H-henry B-bowers.- sentenció Bill, tartamudeando más de lo normal.- É-el y sus a-amigos nos han v-visto.

Peggy y Beverly se miraron mutuamente, esperando que eso que los demás decían fuera un mal intento de tomarles el pelo. Cuando escucharon fuertes pasos caminando a través del agua, se temieron lo peor.

De entre los arbustos apareció Bowers con una sonrisa maliciosa, y sus secuaces detrás de él, como perros falderos que acompañan a su amo. Miraron a los chicos uno por uno, como si fueran presas sobre las que abalanzarse :

- Así que el Tartaja y sus amigos han decidido venir a darse un chapuzón.- espetó, mirando a Bill con desprecio.

Durante unos largos minutos, nadie se atrevió a decir nada; ni un movimiento o ruido era capaz de perturbar esa atmósfera de tensión que se había creado. Beverly aprovechó para dar dos pasos al frente, de manera lenta :

- Henry, por favor, no te estábamos molestando.- el chico pareció reparar por fin en la presencia de la pelirroja.

- Pero si también está aquí la zorrita de Derry.- Peggy oyó esto último, lo que hizo que se le helara la sangre. Tenía que hacer algo.

- Vete a la mierda Bowers, déjanos tranquilos y vuelve a tus jodidos asuntos.- todo el mundo la miró cuando dijo esto.

- ¡Peggy! ¡Cierra el pico!.- clamó Eddie, agarrando por un brazo a la chica.

- Será mejor que le hagas caso a tu "novia". A menos que quieras tener problemas.- Henry se acercó a Peggy, queriendo parecer peligroso.

- Creo que no recuerda lo que le hicimos la última vez.- habló ahora Victor Criss.

- Necesita otra lección.- Bowers hizo crujir sus nudillos, y lejos de amedrentarse, Peggy sólo tenía más ganas de golpearlo. Se zafó del agarre de Eddie.

0:00 | Patrick Hockstetter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora