Cap. 19: Probarte de todas las formas

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Advertencia antes de leer: El capítulo a continuación contiene lemon, así que si no te agrada NO TE SALGAS, puedes adelantarte o saltarte esa parte jijji

Y sin más empecemos...

Sasuke al estar completamente solo frente a la puerta de su otra casa, se dispuso a poner la contraseña para que finalmente esta se abriera, al conseguirlo este sonrió con satisfacción como si de un niño se tratara, algo muy raro en el pero si lo piensan un poco era comprensible, ya que se había excedido un poco con el alcohol que había compartido con su mejor amigo después de haberle contado toda su situación con su amante, pero después de escuchar la opinión de su amigo este bebió aún más ya que este hizo que pensara con más cuidado aquel tema, en el cual no había tenido ni un poco de consideración por su familia ya formada, se sintió como la peor basura que pueda existir luego de escuchar salir de la boca de su amigo las verdades de la cruda realidad, todo lo que su amigo le había dicho eran cada vez más ciertas, así que mientras más bebía aquellos pensamientos que empezaron a molestarlo empezaron a desaparecer, o eso pensaba él...
Una vez en la sala de esa casa, su casa de relajación, este empezó a gritar el nombre de su pequeña amante como si su completa existencia dependiera de ello, llamándola cada vez más fuerte mientras elevaba su voz por toda aquella casa en su busca, esperando así que ella bajara en cualquier momento del segundo piso a recibirlo como siempre solía hacerlo...

Un poco cansado de hacerlo se detuvo por unos momentos, aún esperando señales de esta, pero nada, la ojiluna no daba señales de presencia alguna, así que un poco frustrado y enojado por ello, este empezó a sacarse el saco, pues el calor empezaba a invadir su cuerpo. Después de dejar su saco colgado, este se dirigió al segundo piso, había veces en que estaba a punto de perder el equilibrio en sus pasos pero lograba reponerse de inmediato, la excesiva cantidad de alcohol que había consumido empezaba a notarse cada vez más en los movimientos que daba, ahora todos descoordinados.

Una vez que logró llegar al segundo piso, este no tardó en ingresar a aquella habitación, aquella habitación que compartía con la ojiluna en sus noches de lujuria, consumidos totalmente por la pasión que albergaban sus cuerpos al entregarse al otro, cuando sus ojos al fin visualizaron el interior de aquella habitación no encontró a su pequeña ojiluna, sin esperar ningún segundo más, se puso a buscar en cada parte de aquella pieza, buscó en el cuarto de baño pero nada, buscó en el otro cuarto que tenia allí como un armario, la cual parecía una habitación más, pero tampoco logró dar con ella, empezó a sentir pánico por no haberla encontrado en ningún lugar, pero más que pánico era miedo lo que sentía, el miedo que lo invadió con la idea de que tal vez no vería a ver a su pequeña amante, la idea de imaginarse de no tenerla más en su vida logró herirlo completamente.

Rodeado de esos pensamientos, parado en medio de aquella habitación, empezó a gritar nuevamente el nombre de la ojiluna con desesperación.

Sasuke: HINATA...!!!

Repitiendo su nombre cada vez más bajo de tono, este ya agotado se acercó a aquella cama y se dejó caer allí, ahora apoyado en uno de sus brazos mientras se encontraba sentado sobre esta, con su otra mano empezó a cubrir todo su rostro mientras las lágrimas empezaban a caer poco a poco, este a pesar de tener su rostro cubierto por sus propias lágrimas, no emitía ruido alguno al llorar, solo podías apreciar al azabache llorando en un total silencio y con una amargura indescriptible.

Estuvo unos momentos más así en un total silencio hasta que la puerta de aquella habitación se abrió dejando ver a la ojiluna, la cual al entrar no se percata de la presencia del azabache y solo suelta un suspiro mientras tenía sus ojos levemente cerrados por el cansancio.

Cuando la vista de la ojiluna se dirige por fin hacia el interior de la habitación, pudo ver en ella al azabache llorando en un total silencio mientras cubría todo su rostro con una de sus manos, con preocupación esta se acercó inmediatamente hacia él, sentándose de rodillas frente a él completamente nerviosa por no saber o que decir en estos momentos, porque al verlo de esa manera, podía sentir como su corazón iba destrozando cada vez más.

S.N.P.E. (SasuHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora