capitulo 6: Donde comenzó todo

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Desde el dia que el Uchiha había salvado a la familia de la peliazul, habían pasado 15 días, 15 días de las cuales el Uchiha seguía apoderándose de los sueños de la ojiluna.
Durante esos 15 días, gran parte de ellos, El uchiha y la Ojiluna se reunían en la otra casa del azabache, para que cumplir lo que había pactado, sobre que mientras la Ojiluna estuviera en el colegio, el azabache le enseñaría personalmente sobre el funcionamiento de sus empresas y el conocimiento general que ella debía tener.
Cada día que la ojiluna lo podía ver, era como una puñalada para su frágil corazón, ya que cada vez que lo miraba o lo tenía cerca de ella, su corazón se aceleraba e incluso se ponía nerviosa ante el, el cual se esforzaba por detener y ocultar.
Durante esos días solo hablaban netamente de esos asuntos, pero de vez en cuando conversaban sobre cosas fuera del tema.
La ojiluna a pesar de querer detener su acelerado corazón, no lo lograba, así que su corazón y mente disfrutaba mucho el poder pasar tiempo con el azabache, aun que estos encuentros solo se trataban de hablar sobre los temas de las empresas. Claro que también le interesaba sobre los temas de las empresas y su funcionamiento pero en los últimos días estaba rindiéndose ante la insistencia de su corazón y comenzaba a aceptar y reconocer que sus sentimientos eran incontrolables con tan solo la presencia de su ángel.
Pero también sabia que aunque había terminado amando a su ángel, esta tenia que guardar para sí misma aquellos sentimientos que tenia por él, ya que era un hombre casado y tenía que respetar eso.
El Uchiha por su parte disfrutaba de la compañía de la Hyuga ya que esta era una persona muy tranquila y atenta a lo que el le hablaba o enseñaba.

Pero todo estaría a punto de cambiar, ya que lo que no esperaba Hinata ese día era que sus padres la sorprenderían con una noticia, que tal vez amenazaba con cambiar muchas cosas, una de ellas, romper el trato con su ángel.

En el presente....

Hinata regresaba del colegio a su hogar cuando fue recibida por sus padres.

Hiashi: Hija, tenemos que hablar sobre un asunto muy importante contigo, sientate. (ordenó su padre señalando el asiento frente a el)
Hinata: Qué pasa mamá? (se dirigió a su madre mientras la miraba)
Mamá de H: Hija, espero que comprendas y aceptes nuestra decisión. (dijo tranquila su mamá)
Hiashi: Nos vamos a mudar. Ahora viviremos en el lugar donde me crié. No queda tan lejos de la ciudad pero si un poco. Verás hija mi hermano me ofreció un trabajo allá el cual acepte y, claro no puedo dejar a mi familia aquí sola en la ciudad.
Hinata: P-padre gomen, p-pero yo n-no puedo irme con ustedes. (Hinata pensaba que una nueva oportunidad se había presentado para su familia y estaba feliz, pero había algo más que pensaba, era el acuerdo con el azabache, su lealtad con el por haberla ayudado)
Ya que si se iba en estos momentos no podría cumplir con lo acordado. Apenas estaba en su tercer mes de su año escolar. Si se iba, solo significaría dejar el colegio y perder un año, no podía permitirse.
Hiashi: Escucha bien tus palabras, como es que no puedes irte con nosotros?, esta casa la venderé hija, donde piensas quedarte? (dijo un poco enojado ya su padre)
Hinata: Lo siento mucho papá, mamá, pero voy a ver como lo soluciono pero, lo que único que sé es que de verdad n-no puedo irme de aquí. G-gomen-nasai. (dijo decidida)
Al terminar de decir aquellas palabras, las cuales habían dejado perplejos a sus padres, esta se fue rápidamente a su habitación sin esperar la respuesta de sus padres. Necesitaba procesar bien esto y buscar pronto una solución.
En esos momentos llamó a su amiga Ino, preguntándole si ella podría quedarse en su casa por unos días, pero al parecer su amiga tenía visitas de parte de sus familiares, los cuales se quedarían un buen tiempo, lo cual descartaba esa idea.
Justo en ese momento hubiera deseado tener más amigos. Mientras miraba su celular y buscaba entre sus pocos contactos, su vista se detuvo en el número del azabache.
No sabia en que estaba pensando, cuando ya tenía marcándolo, llamando así al Uchiha. Cuando escuchó su voz del otro lado de la llamada, sus lágrimas empezaron a caer por todo su rostro.

S.N.P.E. (SasuHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora