Mi Libertad *Finalizada*

DIECISEIS

NARRA ALFONSO

—Y aunque hayamos tenido un problema, no podemos evitar que tenemos reuniones juntos—lo que dice mi padre tiene razón, no podemos dejar a lado nuestra empresa.

—¿A que hora es el vuelo? —pregunto.

—A las diez de la mañana—contesta.

—¿Un mes?

—O antes—dice.

—Bien te veo el viernes en el aeropuerto—es lo último para después colgar la llamada.

Dejo mi celular a un costado, para volver con Cory. Cuando llego al baño la veo mirando a un punto fijo. Ya no es la de antes, ya no llora, ya no habla.

Solo se queda callada con la mirada baja, y así todo el día.

—Cory, vamos tienes que salir hace frio—tomo un albornoz y extiendo mi mano para que se levante.

Sin embargo, ella no la recibe y se levanta por si sola cubriendo sus pechos y su parte intima con sus brazos, le coloco el albornoz encima para salir del baño.

—Amor—la ayudo a sentarse en la cama—, tendré que salir en dos días. Noelia y los de seguridad volverán a casa.

Ella no hace ni dice nada, solo intenta cubrirse mejor con el albornoz. Puedo ver que por sus pechos hay varios chupetones que yo mismo hice y que sus piernas tienen marcas de mi cinturón.

—Traeré ropa—me levanto de la cama y voy directo al armario.

Busco un pantalón de chándal mío de color negro y un bivirí blanco de ella, junto a unas bragas. Regreso a la cama y se lo dejo ahí.

—¿Quieres que te ayude a cambiarte, amor? —pregunto, pero ella no hace ningún movimiento.

Suelto un suspiro y le quito el albornoz, ella no dice o hace nada. Así que, tomo las bragas deslizándolas por sus piernas, pasando por cada moretón que yo hice, luego el bivirí y finalmente el pantalón.

—¿Quieres unas medias amor? —ella solo mira sus pies, y abraza sus piernas.

Vuelvo a ir al armario y sacar unas medias. Se las coloco, y mi pequeña cuando esta vestida solo agarra la frazada y se tapa hasta la frente.

—Amor... quiero que te portes bien—solo escucho como llora, sus sollozos me parten el corazón.

Me desvisto y me quedo solamente en bóxer, apago la luz y me acuesto al lado de mi pequeña.

Enciendo la TV para ver una película, aun es temprano ninguno de los dos quiso comer así que solo hicimos el amor y nos acostamos. Decido poner la película, la quinta ola.

Pese a esto, no puedo concentrarme ya que escucho otro sollozo y un pequeño chillido. Desconcertado, levanto las sabanas y veo a mi Cory dándome la espalda, pero puedo ver que tiene algo en las manos.

—¿Qué es eso amor? —ella asustada guarda rápidamente esa cosa bajo la almohada.

Voltea a verme solo unos segundos para bajar otra vez la mirada.

—¿Qué es eso amor? —vuelvo a preguntar.

Al no ver respuesta por su parte, alzo la almohada, pero ella intenta impedírmelo.

Lo puedo agarrar, es un juguete del perro. Cuando lo aplasto suelta un chillido haciendo que mi pequeña suelte un sollozo.

—¿Era de Ali? —ella se aleja y baja de la cama—Cory te he preguntado algo, me lo debes responder.