Mi Libertad *Finalizada*

VEINTITRES

NARRA ALFONSO.

Mis ojos se van abriendo mientras que sigo escuchando el maldito sonido de mi celular. Lo busco debajo de la almohada encontrándolo y lo primero que veo es la foto de mi esposa.

Sin embargo, el nombre de la persona que aparece en la pantalla me deja desconcertado. Pero a pesar de eso, contesto.

—Buenos días señor Alfonso, feliz año nuevo.

—Feliz año nuevo Noelia—contesto adormecido—quería preguntarle si podemos ir hoy Jaime y yo a felicitar a Cory, por año nuevo y su cumpleaños.

Lo pienso durante unos segundos, mañana. El segundo día del año, es el cumpleaños de mi pequeña.

—Claro Noelia, y si puedes trae una torta de chocolate.

—Ya la compré señor, estamos fuera de su casa—mierda.

—Ahora salgo—respondo.

Me levanto de la cama, viendo que estoy completamente desnudo. Entro a la ducha, y alrededor de unos segundos salgo. Luego voy al armario empezando a cambiar.

Cuando estoy listo salgo, buscando a Cory. Pese a este, los recuerdos de ayer vienen a mi mente. Mierda, mierda, mierda y mas mierda. No lo puedo creer, solo espero que le haya dado un abrigo, solo espero eso.

Corro hacia la puerta abriendo viendo a Noelia y Jaime.

—Buenos días señor Alfonso—saluda Jaime.

—Buenos días pasen—asiente y van entrando.

Miro a través de la puerta, hacia el patio viendo que Cory no está.

—Señor Alfonso ¿Cory sigue dormida? —pregunta Noelia.

Me siento en el sofá preparándome para mi respuesta. Alfonso no te preocupes, varias veces la has castigado con la nieve esta vez no será la excepción.

—Afuera—digo.

Ambos me miran sorprendido sin creer lo que he dicho. Noelia le entrega la torta a Jaime mientras que el camino hasta dejarlo en la mesa.

—I-iremos a buscarla—tartamudea Noelia, saliendo de la casa hacia el patio junto a Jaime.

Ya me imagino lo que viene, me levanto del sofá dirigiéndome hacia la habitación en donde saco mi billetera y mis llaves, para llevar a Cory al hospital. Cuando estoy de regreso a la sala escucho un fuerte grito.

Apresuro el paso llegando hasta el patio, en donde visualizo a Jaime completamente mojado.

—Señor Alfonso—corro hasta llegar al lado de Noelia, viendo lo que nunca me imagine en mi vida hacer.

Un cuerpo completamente pálido, golpeado, con cicatrices, mojado y desnudo, estaba en frente a mí. Jaime intentaba darle respiración boca a boca, pero nada podía hacer que se levantara.

Todo pasaba en cámara lenta enfrente a mí, no lo quería creer. Quiero pensar que, ella me contagio de sus pesadillas.

—Lo la-lamento—Jaime se separa del cuerpo—. Cory ha fallecido.

—No, Jaime sigue intentando—Noelia se acerca al cuerpo de mi pequeña abrazándolo—no, niña no—sus sollozos se hicieron presente junto a mis lágrimas.

—Váyanse—con mis manos limpie mis lagrimas—¡Lárguense ahora!

—No—la voz de Noelia se volvió dura mientras que sus ojos estaban rojos—usted jamas se volverá a acercar a una mujer, no a Cory.

Separe a la fuerza a Noelia mientras que ella luchaba por seguir abrazando a mi Cory. Sin embargo, cuando estoy a punto de golpearla Jaime la jala provocando que ella suelte a mi pequeña.

—¡Ahora lárguense! —Jaime se levanto junto a Noelia, llevándosela.

Ambas se fueron, abrace a mi pequeña. Negando, no.

—No, mi amor no me dejes solo—beso su frente, sus mejillas y sus labios morados—mi amor, levántate. Si lo haces, prometo que te dejare libre pero no te mueras.

Escuche un fuerte golpe y unas pisadas acercándose a mí. Su voz, no quiero escuchar a nadie ahora.

—Suelta a Cory, Alfonso—me levanto con mi pequeña en mis brazos, dando la vuelta lentamente, viendo a Bruce.

—Esta muerta Bruce—mi mirada se dirige otra vez a Cory, quiero ver sus ojos, sus hermosos ojos—quiero que me mire, quiero oír su voz Bruce.

—La mataste Alfonso—Bruce se acerca viendo a Cory—¡La mataste!... no, no. Llegue demasiado tarde.

—No quiero que muera Bruce—me dejo caer en la nieve, abrazando a mi pequeña—. Soy una basura Bruce, ella murió por mi culpa.

—Alfonso, me la voy a llevar—dice colocando su saco encima de mi pequeña.

—¡No! —grito—¡Ella se quedará conmigo!

—Lo hará—trata de calmarme—vamos, pasemos a la casa.

Me ayuda a levantarme, mientras que acuno a mi pequeña entre mis brazos.

—No yo quería que muriera—digo al estar dentro de casa.

—La mataste, y ahora tendrás tu castigo—seguido de esas palabras, siento un golpe en mi cabeza provocando que caiga al suelo y junto al cuerpo de mi pequeña Cory, de mi esposa lo único que veo es solamente oscuridad.

Preciosas corto lose, pero quiero guardar lo demás para el siguiente capítulo.

Se que algunas de ustedes me comentaran "porque Cory no vivió" "Porque Cory no tomo venganza contra Alfonso" pero seamos reales. Son cinco años que Cory vivió en un infierno con Alfonso.

A esas personas que lo logran superar, son a las que debemos tomar como ejemplo. Lamentablemente no hubo final feliz para Cory.

Si deseas algo, lucha por ello, no te rindas a pesar de todo lo que diga el mundo.

Aquí les dejo otro espacio para su comentario respecto a la historia. Los estaré leyendo.

Bye preciosas cuídense las quiero mucho. Mañana actualizo.

BOMBSHELL.