NARRA CORY.
Me cubro intentando que ya no me lastimen sus golpes, le suplico que pare sin embargo no lo hace. Siento un horrible dolor mi vientre, se lo que significa. Otra vez, esta es la tercera vez en todo este tiempo.
—¡Nunca podemos pasar una fiesta tranquilos! —grita tomando mi rostro entre sus manos para volver a golpearlo.
Niego con la cabeza rogando a que se detenga.
—Po-por favor para—suplico luego de una patada.
—¡Deja de tartamudear maldita sea! ¡No eres una retrasada! —vuelve a gritar.
Todos los días me sucede esto, siempre me trata como un saco de box. Cuando se detiene, me arrastro hasta la esquina de la sala, mi esquina.
Alfonso se aleja, abrazo mis piernas intentando protegerme, pero es claro que no puedo. Mis lagrimas caen por mis mejillas golpeadas.
Paso mis manos por mi entrepierna, por suerte no fue un aborto. Esta vez no lo fue, espero no estar embarazada. Sino Alfonso me obligaría a comer más y no quiero hacerlo.
No quiero nada que venga de él, se acerca a mí, pero yo me apego más a la pared negando con la cabeza.
—Ya es año nuevo amor—dice mostrándome su reloj el cual debió haberle costado una fortuna.
Otro nuevo año, un nuevo año con este monstruo. ¿Todos mis días voy a vivir con miedo?
—Tenemos que celebrar año nuevo—dice pasando sus manos por los moretones que me ha hecho.
—Por favor, te lo ruego—me levanta bruscamente del piso lanzándome encima de la mesa—¡Por favor no!
Me quita las bragas que tengo puesta, para otra vez mas hacer que su sucio pene entre en mí. Es tan doloroso como la primera vez, niego con la cabeza.
—¡Por favor! —vuelvo a gritar, pero el solo sigue con sus embestiadas—te lo ruego por favor.
Cuando termina me deja ahí, como una muñeca de trapo. Caigo al suelo y me abrazo a mí misma, si algún día alguien me ve sabrá que sufrí maltrato de mi secuestrador.
—Familia—murmuro mientras que mis lagrimas siguen saliendo, Alfonso voltea a verme desconcertado—por favor familia, ayúdenme.
De tanto tiempo que he pasado aquí creo que me estoy volviendo loca. El monstruo se acerca para tomarme entre sus brazos, besa mi frente y empieza a caminar.
Cuando llegamos a la habitación, vamos directo a la bañera.
—Espera aquí Cory—asiento.
Cory es mi nombre... o al menos el así me dice y tengo veintiséis años. No recuerdo nada antes de estar en esta casa, no sé si tendré familia, hermanos, amigos no lo sé. Pero si los tengo espero que me estén buscando.
Los recuerdos de mi primera vez con Alfonso vienen a mi mente: El me violo cuando recién despertaba, me sentí tan humillada, sucia y rota, en especial rota.
No sabía que estaba haciendo este tipo con mi cuerpo, hasta que vi una gran mancha en las sabanas.
—Cory, amor entra—asiento y lo hago.
Dejo que Alfonso lave mi cabello negro, mis ojos me duelen sé que están rojo. Toda la tarde no he podido dejar de llorar, solo me quiero ir de este lugar no pido tanto.
—Vamos amor—Alfonso me vuelve a cargar para salir del baño.
Me da una de sus chompas las cuales me quedan hasta casi a las rodillas, un pantalón suyo y unas bragas. Aunque tenga ropa de mi talla, no me las pongo ya que me lastimando, si bien es porque es corta o apretada.
Abrazo mis rodillas sin importarme nada más, para caer dormida. Al menos así puedo tener un tiempo de tranquilidad.
—¡Carajo Cory! —grita tomándome desde mis brazos, me zarandea y yo no puedo hacer más que llorar—¡Deja de llorar!
Niego con mi cabeza, no quiero tener un bebe, no quiero estar embarazada de mi secuestrador. Con sus dedos aprete mi nariz para que abra la boca.
—¡Abre la puta boca! —me vuelve a gritar.
Noelia desde la cocina esta mirando todo aterrada por la reacción de Alfonso.
Cuando necesito aire abro la boca, el aprovecha y me introduce la comida.
—¡Trágalo Cory! —niego.
Y sin poder controlar mis movimientos, lo escupo en su cara. Su mirada de furia me dice que me va a moler a golpes.
—¡Fuera de aquí Noelia!
—¡Noelia por favor no te vayas! —le grito, pero ella niega con la cabeza y se va dejándome sola con el monstruo.
—Así que estas muy valiente Cory—me toma del cabello para arrogarme al piso.
Sus patadas no tardan en llegar. Me golpea como si fuera una piedra, intentando destruirla lo cual es imposible.
No se cuanto tiempo pasa, hasta que los guardaespaldas de Alfonso llegan y lo quitan de mi encima. Intento agradecerlo, sin embargo, un fuerte de dolor en mi vientre y un liquido deslizándose sobre mis piernas me lo impiden.
Y fue en ese preciso momento, que Alfonso hizo algo bien. Aquella criaturita en mi vientre murió.
—Cory despierta—abro mis ojos al ver como Alfonso me mira con una expresión de preocupación—. Amor ¿Qué soñaste? No dejabas de llorar y moverte.
Retrocedo de él, de su toque, pero sin darme cuenta caigo en el duro piso, pero aun así me arrastro hasta llegar a la pared.
—Mencionabas mi nombre...—murmura, se levanto de la cama y a paso lento se acerca a mí.
Me toma desde mis brazos para levantarme, con su dedo pulgar limpia mis lagrimas que recientemente me doy cuenta que salen de mis ojos.
Pese a esto, siento algo mas resbalándose sobre mis piernas. Alfonso alza su mirada, y puedo percibir un eje de tristeza.
—Diablos Cory.
—N-no me hagas daño—me suelta al ver que ya no puedo más, ya no puedo aguantar mas golpes.
—¿Tanto miedo me tienes hasta que te orinas? —pregunta sentándose en la cama, me quedo en mi lugar y solo lo veo.
Le tengo tanto miedo que hasta se apodera de mis pesadillas, pero estas pesadillas son reales y cada día habrá más.
¡¡¡Preciosas!!! Nueva historia, como saben a mi no me gusta escribir mucho amor, saben que prefiero la realidad, no todo es rosa.
Bueno espero que les haya gustado el primer capítulo, si es así dejen su voto y sus comentarios para saberlo.
En mi Instagram publicare los días cuando se actualizarán cada historia, en litnet me pueden encontrar como Fernanda B.L donde tengo otras historias.
Respecto a RAME mañana subiré nuevo capítulo, perdónenme, pero estuve ocupada con my daddy, pero ya lo terminé y tendré más tiempo.
Bye preciosas, cuídense y bendiciones a todos
BOMBSHELL
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Mi Libertad *Finalizada*
No FicciónFeliz año nuevo a mí, feliz año nuevo a mí, feliz año a todos, feliz año a todos, feliz año nuevo menos a mí. Me hago un ovillo en la esquina de la sala, cruzo los brazos intentando que mi chompa rota no se habrá. Desde donde estoy lo veo fumando...