NARRA ALFONSO
Me quedo afuera de la habitación mientras que la ginecóloga revisa a Cory. No creí que la lastimaría tanto esta vez, sangro mucho, tanto que estuve a punto de llevarla al hospital.
La puerta de la habitación se abre dejando ver a la doctora Sofia con el ceño fruncido.
—¿Cómo esta? —pregunto nervioso.
Ella me mira de arriba abajo, mientras niega con la cabeza. Sin embargo, empieza a escribir algo en una hoja y me lo entrega.
—La señorita Cory tuvo una hemorragia, si la va a violar es mejor que use lubricante—me mira seriamente—con permiso, yo se la salida.
La doctora se fue y claramente escuche como cerraba la puerta. Guarde la hoja de papel en mi bolsillo para entrar.
Veo como mi pequeña se esta cambiando, al verme se subió rápidamente su pantalón. Ella no dijo nada y solo me vio de arriba abajo.
Sus ojos me miran con completo terror y miedo haciendo que me sienta culpable, demasiado culpable.
—Iré a la farmacia a comprar lo que necesitas... ¿Quieres ir conmigo? —pregunto.
Se que me arriesgo al dejarla salir, pero tampoco me arriesgare a dejarla aquí sola. Ella asiente en respuesta, sin embargo, me acerco para dejar un beso cálido en sus labios o al menos eso intento transferir.
—Cory no quiero que hagas ninguna tontería, nada de escapar porque ya sabes que nadie te ayudara—ella vuelve a asentir—, respóndeme con palabras.
—S-si entiendo—contesta.
Entro al armario para sacar un abrigo mío y ponérselo encima. Además, saco uno de sus zapatillas para que se las ponga.
—Vámonos—digo al verla ya lista.
Amarra su cabello en un moño alto despeinado para empezar a caminar. Abro la puerta de la casa, cuando veo el rostro de Cory puedo percibir un eje de felicidad pese a esto, entrelazo su mano conmigo para salir.
—Caminaremos ambos juntos tomados de la mano—asiente mirando con terror haciendo que esa pizca de felicidad desaparezca.
Pero... como siempre no pudo faltar alguna estupidez de Cory. Un fuerte golpe en mis bolas hace que caiga directo al suelo y solo puedo ver como ella empieza a correr.
—¡Cory! —exclamo.
Con un poco de dolor me levanto del suelo, lamentablemente Cory no podrá correr mucho ya que estamos lejos de toda la civilización. Me subo a mi auto, para empezar a manejar hasta llegar junto a mi pequeña.
Salgo de mi auto mientras que ella intenta correr, pero no puede ya que la tomo desde su moño.
—¡Vas a ver en casa!
—Por favor Al-Alfonso déjame ir—pide tartamudeando.
La subo en los asientos traseros colocando el seguro para niños, no hablo hasta que llegamos a casa solo tardamos unos minutos.
Vuelvo a jalar a Cory desde su cabello para hacerla entrar.
—¡Maldición! —la lanzo al piso y empiezo a patearla—¡Siempre tienes que joder todo! ¡Todo!
—Po-por fa...—no puede continuar gracias a otro golpe.
—¡Nunca te dejare ir! ¡Eres mía! ¡Yo te amo!
No dejo de golpearla, ella se hace un ovillo intentando protegerse, pero no puede.
La vuelvo a tomar desde su cabello para empezar a arrastrarla por toda la casa. Cuando llegamos a nuestra habitación empiezo a quitarle la chompa, siguiente por su blusa dejando ver sus bellos pechos.
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Mi Libertad *Finalizada*
Não FicçãoFeliz año nuevo a mí, feliz año nuevo a mí, feliz año a todos, feliz año a todos, feliz año nuevo menos a mí. Me hago un ovillo en la esquina de la sala, cruzo los brazos intentando que mi chompa rota no se habrá. Desde donde estoy lo veo fumando...