Elsa seguía despierta cierta madrugada. Había un montón de hojas arrugadas alrededor de su escritorio. No sabía en qué momento le había parecido que escribirle a Anna sobre todo lo que había sucedido durante esos meses era una buena idea ¿Cómo lo haría?
"Querida Anna,
Te escribo para decirte cuánto te echo de menos. No te preocupes, el bosque está muy bien ¿Cómo están todos en Arendelle?
P.D. ¿Te acuerdas de Hans Westergaard? Sí, el mismo de hace cuatro años. Bueno, ahora vive en el bosque encantado. Además, estamos juntos y creo que estoy enamorada de él.Te mando un abrazo,
Elsa"—No puedo escribir eso—murmuró tirando otro papel. Ella apoyó la cabeza contra la mesa cansada de pensar en maneras de contarle a su hermana. No la había visto desde su boda con Kristoff el pasado invierno.
La rubia soltó un suspiro y estaba por dormirse cuando alguien la llamó desde atrás.
—¿Se puede pasar?—preguntó Hans.
Su voz hizo que ella despegara su cabeza de la mesa. Ella esbozó una pequeña sonrisa aún con esa mirada adormilada que tenía.
—Claro que sí—dijo ella mientras tomaba su mano para que se sentara a su lado. —¿Qué haces despierto a esta hora?
—No podía dormir y al pasar vi que tu luz seguía prendida
—¿Mal sueño?
Hans asintió con la cabeza.
—Siempre se repite el mismo sueño...Solo que esta vez no hubo ninguna hermosa voz que me rescatara de la caída
Hans la miró coquetamente y ella le puso los ojos en blanco con una sonrisa.
—Lo que me recuerda—dijo.Él sacó un collar de su bolsillo.—que tengo algo para ti
Elsa observó curiosamente la pieza. El collar tenía una pequeña piedra blanca con forma perfecta de corazón. Además, tenía grabado el símbolo del cristal de la tierra en la parte de atrás.
—Siento que de alguna manera ese cristal nos unió...
Entonces la rubia le rodeó el cuello con los brazos y escondió su cabeza en su pecho.
—Me encanta,gracias—respondió
Él se separó un instante para colocarle el collar.
—Tú me encantas—susurró con los labios pegados en su oído.
Aquello hizo que a Elsa se le erizara la piel. Ella se inclinó acercándose más a él.
—Pero no quiero interrumpirte más—continuó. Él depositó un tierno beso en su mejilla antes de irse.—Que tengas muy buenas noches, princesa
—Buenas noches—murmuró ella viendo con las cejas arqueadas cómo él salía.
El camino de regreso a su tienda lo iluminaba la tenue luz de luna de esa noche. Mientras Hans caminaba una brisa lo cubrió. Después de un instante, un sobre blanco cayó en su cabello pelirrojo para luego quedar en el suelo. Él lo recogió y al tenerlo en sus manos reconoció el sello de su padre al instante. Abrió la carta en menos de un segundo y la leyó. Tenía que ser broma. ¿Cómo su padre conseguía mandarle un mensaje en primer lugar?
—Esto es increíble—dijo y soltó una risa irónica.
Se acordó lo que siempre repetía su padre: "Órdenes son órdenes". Esa era la excusa para hacer que lo obedezcan siempre. Pero ya no le importaba ganarse su respeto desde hace mucho. Él trató de ignorar el mensaje, pero los días seguían pasando y la fecha que indicaba la carta era más próxima.
"Te esperarán en el fiordo", decía.
-Iré solo para decirles que no-musitó cuando estaba tratando de pensar que hacer en su tienda.
—¿A decirles que no a quién?—preguntó Ryder desde la entrada
Hans se sobresaltó al oír su voz. Entonces Ryder vio la carta a su lado y la tomó con una expresión juguetona.
—¿Y esto?
—No es nada—dijo el pelirrojo tratando de recuperar el papel, pero Ryder ya había salido de su tienda riendo a toda prisa.
Ryder solo estaba molestándolo, pero cuando leyó el mensaje quedó frío. Después de una hora, él regresó a la tienda de Hans.
—¿Ella lo sabe?—preguntó sorprendido
Hans negó con la cabeza.
—No—admitió. Él llevó las manos a la cabeza y cerró los párpados con fuerza. Sabía que desobedecer podría traer consecuencias.—Pero no lo sabe porque yo no pienso hacer lo que la carta manda entonces sería como si nunca hubiese existido
—Con el detalle que sí existe y eso significa que te irás pronto
—Yo no iré a ningún lado Ryder
-No sé, el mensaje está más que claro. Yo no conozco a tu padre, pero hasta yo iría de inmediato si me escribieran así. Además, solo quiere que lo ayudes a conseguir su alianza
—¿Sabes de qué forma se conseguiría la alianza?
—Sí, pero yo no veo tanto inconveniente, recuperarías tu título
—Yo no cambiaría a Elsa por un título
—Cierto ¿y si ella se entera?
—¿A qué te refieres?
Ryder bajó la mirada.
—¿Y la carta?—preguntó Hans.
—Mmm....Honeymaren me quitó la carta hace unos instantes
Ryder sonrió nerviosamente.
—¿Qué?
—Se me escapó de las manos—se excusó rascándose la cabeza—Debiste contarle, han pasado semanas desde que te llegó
—Ya lo sé—contestó el pelirrojo llevando sus manos a la cabeza
—¿Hans?
El pelirrojo volteó a mirarlo.
—Voy a traerte la carta devuelta ¿Sí?
Ryder salió corriendo de la tienda de Hans para buscar a Honeymaren. Y si que le costó convencerla de no decir palabra alguna sobre contenido del papel hasta que al final cedió. Ella sabía que ese era un tema de Hans, pero eso sí, tenía una conversación pendiente con el pelirrojo.
Él prácticamente se puso a dar saltos cuando volvió a tener el sobre en sus manos. Pero antes de devolverle el sobre a Hans, decidió ir a visitar a sus amigos los renos. El día estaba fresco y era momento perfecto para disfrutar el resto de la tarde con ellos. Guardó la carta en su bolsillo derecho y se fue a alistar las zanahorias para sus amigos. Una vez que terminó, fue a verlos y cuando llegó se dio con la sorpresa que Elsa estaba allí jugueteando con los renos bebes.
—¿Qué haces aquí?—titubeó al acercarse a ella
ESTÁS LEYENDO
Todavía te amo
Fanfiction¿Qué será de la vida de Elsa cuando alguien de su pasado se cruce en su camino? Hans está de vuelta y los Northuldra están más que contentos con su nuevo huésped. Elsa tratará de ignorarlo, pero algo se presentará que hará que ambos tengan que traba...