Capítulo 19

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En ese momento, Sven dejó de jugar y corrió hacia Kristoff alarmadamente. Él tuvo que tomarlo por los cuernos para que se calme y deje de mover. Pero el reno lo agarró por la camisa y empezó arrestarlo lejos de allí.

Hans no entendía nada de lo que estaba pasando. Solo veía a Kristoff tratando de conseguir que su amigo lo soltase. Entonces la expresión del rubio cambió.

-¡Hans!-advirtió señalando detrás de él.

El pelirrojo se giró inmediatamente para encontrarse frente a frente con un número considerable de soldados que empezaban a salir de los árboles hasta rodearlo. Todo aquello sucedió en menos de un minuto.

Estaba rodeado y del tumulto salió un hombre de cabellos castaños.

-¿Te gustó mi dibujo? Me demoré en hacer la forma de los aros entrelazados-dijo con un tono sereno

-¿Por qué estás haciendo esto?-preguntó fastidiado al reconocer a la persona que los dirigía.

Era Lars, su hermano. Y pensar que seguía considerándolo un amigo después de todo. Observó como el castaño se disculpaba con la mirada.

"Esa mirada", pensó. Era como si le avergonzara algo. Como el hombre en su sueño.

-Tienes que venir con nosotros, son órdenes del rey-gritó Lars para que todos sus soldados escucharan.

Después, se acercó apresuradamente a Hans y lo apartó del grupo de soldados tomándolo del brazo.

Hans lo fulminó con la mirada. Nunca se imaginó que él sea capaz de usar la fuerza como lo hacían todos sus hermanos.

-No tengo otra opción-explicó Lars casi en un susurro para que solo él lo escuchase

-Siempre hay otra opción-increpó Hans

-¿Enserio crees que quiero hacer esto?-gruñó. Lars lanzó un grito de rabia.-Papá te advirtió cuando te escribió. Debiste obedecer cuando vinimos por ti la primera vez. Él quiere que su hijo vuela

-Él me mandó a una misión suicida ¿enserio crees que quiere eso?

Lars se quedó en silencio.

-No me quiere a mí. Quiere la alianza-corrigió Hans

-Eso no importa, órdenes son órdenes y lo sabes-replicó

Hans estaba hasta el cuello de escuchar esa frase. Intentó hacer entrar en razón a Lars, pero él se alejó dejando que unos guardias le coloquen las esposas.

-Basta, ya no quiero seguir así-gritó Hans irritado-nos trata como marionetas ¿Cómo no te das cuenta?

Pero Lars no hizo caso. Hans seguía intentando acercarse a él, pero no podía con los más de veinte guardias que tenía encima.

-Déjenme, déjenme-gritó impotente

Mientras tanto, Kristoff lo había visto todo oculto entre los árboles y corrió a toda prisa hacia el castillo. Entró al salón principal, pero no había nadie. "Por los trolls", pensó exaltado. Inmediatamente, se dirigió directo a la biblioteca.

Elsa estaba leyendo tranquilamente cuando la puerta se abrió de golpe. Ella se paró bruscamente al ver la expresión de Kristoff.

La rubia se quedó de pie esperando a que él hablase, pero él estaba tan perplejo que no le salían las palabras. Ella preguntó por Hans un par de veces y cada vez que Kristoff intentaba contarle lo que había pasado decía incoherencias que preocupaban más a la rubia.

En ese momento, Anna entró al salón y Kristoff por fin pudo contar todo lo que había sucedido.

-¿Una emboscada?-preguntó Anna para confirmar lo que había escuchado.

-¿Llegaste a mandar a los guardias?-preguntó Elsa

Anna permaneció en silencio. No lo había hecho.

-Tenemos que ayudarlo-dijo Kristoff

Se sentía un poco culpable de haberlo dejado a penas se presentaron los problemas. Él estaba pensando qué hacer, pero Elsa se le adelantó y corrió hacia los establos. Ella se montó en el primer caballo que encontró.

-¿Qué estás haciendo?-preguntó Kristoff que llegaba corriendo detrás de ella.

-Voy a evitar que se lo lleven

Pero Anna se puso delante del caballo para evitar que se marche.

-Espera, puede ser peligroso-terció preocupada-¿Y si te ocurre algo? No te puedo perder, Elsa. Mejor espera a que los guardias estén listos.

-Tengo que hacerlo, Anna. Él haría lo mismo por mí

-Bien-accedió ella-pero iremos justo detrás de ti, no te preocupes

Después de aquello, Elsa empezó la marcha. Podía sentir como el viento frío se pegaba en su rostro por lo rápido que iba y a medida que se acercaba las siluetas de los soldados eran cada vez más. Observó que tenían a Hans arrodillado en un círculo.

-¿Por qué demoran tanto en alistar el barco? ¡Tenemos que marcharnos ahora!-gritó Lars a la distancia.

Ella bajó del caballo cautelosamente y se ocultó detrás de un árbol. Tenía que actuar rápido. Entonces, creó una delicada capa de hielo que hizo que la mayoría de guardias se resbalaran. Sonrió al ver que su plan había dado resultado, pero no había contado con la presencia de unos soldados detrás de ella descansando.

Al escuchar todo el ruido se levantaron y lo siguiente que supo fue que estaba siendo apuntada con ballestas.
Ella no tuvo otra opción que defenderse usando sus poderes contra ellos.

Al otro del lago, Hans estaba mirando hacia el suelo cuando un copo de nieve pasó delante de él y luego fue otro y otro. Alzó la mirada para ver como empezaba a nevar a su alrededor y supo de inmediato que Elsa estaba cerca. Él aprovechó que los guardias que lo custodiaban estaban tirados en el hielo para soltarse de las esposas.

Él se incorporó y corrió en busca de Elsa.

Todavía te amo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora