Otra noche intranquila era como la pasaba Víctor, había estado recluido en la habitación que le habían proporcionado en aquella iglesia, estaba ahogado en medio de lágrimas sin poder detenerlas, a su lado se hallaba un cuchillo y ríos de sangre manchaban el piso.
Desde que se enterara de lo que estaba sucediéndole había rezado, rezo incontables días, incontables noches, diciendo que perdonaba y rogando porque su vida fuera normal de nuevo, descansando solo cuando la inconsciencia llegaba naturalmente, pero por más suplicas y ruegos de que esto no le estuviera pasando no había logrado nada, desesperado había decidido acabar con su vida, por eso la razón del cuchillo y las excesivas heridas, pero nada había funcionado, seguía vivo.
La única diferencia era que las marcas de pétalos parecían extenderse cada vez mas por su cuerpo, como si fueran una enredadera, las marcas empezaban a ascender de sus muñecas subiendo en forma de espiral hasta llegar a su codo. Escucho que alguien se adentraba en la habitación, miro al pequeño niño que traía como siempre una bandeja con sopa que no era nunca consumida.
-te dije que no quiero nada- dijo con la voz rota
-debes comer, si no...- respondió temeroso de acercarse, el cura le había explicado que el chico era un sacrificio maldito, y que estaba sufriendo por haberse convertido en eso, a pesar de saberlo no le tenía miedo, aquel chico de cabellos plateados le había parecido hermoso, lo que le daba miedo era ver la cantidad de sangre regada en el suelo, temía a la sangre desde que unos ladrones habían matado a sus padres dejándolo huérfano y con el recuerdo de ver como la sangre se extendía arrebatando la vida de sus seres amados.
-solo vete por favor
Yura se armó de valor cruzando la habitación para llegar hasta donde estaba Víctor
-come por favor, te hará daño si no comes nada- dijo poniendo la bandeja frente a el
- ¿por qué insistes? El cura ya te dijo lo que soy ¿no tienes miedo?
-tengo miedo, pero no de ti, me da miedo la sangre- Víctor no sabía por qué, pero le creía, tomo la sopa empezando a comer
- ¿y el cura? - pregunto al finalizar
-buscando en la biblioteca- dijo recogiendo- dice que esta buscando una forma de ayudarte
Víctor sonrió sintiéndose patético de repente, llorando, hundiéndose en su miseria mientras hacía que unos desconocidos se preocuparan por él, llevaba varios días desde que lo único que hacía era llorar, se levantó tratando de darse valor, era momento de dejar su autocompasión y encontrar una forma de liberarse de esta cruel realidad que estaba viviendo. Tomo un baño de agua fría sin casi sentirlo, y cambio sus ropas a unas más decentes que encontró en la habitación.
Camino por los pasillos asombrándose de nuevo de no encontrar a nadie, le parecía algo extraño el lugar era demasiado amplio pero no parecía que nadie más viviera ahí, camino por donde le había indicado yura cuando pidió instrucciones sobre como llegar a la biblioteca, conforme caminaba se dio cuenta que algunas zonas se veían completamente descuidadas, veía polvo y telarañas en algunas partes, e incluso partes donde los muros parecían que colapsarían en cualquier momento, las partes más limpias eran las zonas principales por donde supuso pasaba usualmente la gente, cuando encontró la biblioteca quiso entrar de forma discreta, cosa imposible cuando la puerta rechino tan fuerte que seguro lo habían escuchado hasta la entrada de la iglesia.
- ¿por fin te decidiste a hacer algo por ti mismo? - dijo el cura sin despegar su vista de los documentos que leía
- ¿está molesto? - pregunto sintiéndose un poco molesto por el tono usado- no creí haberle pedido ayuda
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DESTRUYENDO TU MALDICIÓN
FanfictionFue cazado por su belleza haciendo que cayera sobre él una terrible maldición, pero el pecado no fue solo suyo ¿por qué solo él debía pagarlo? -Solo quería vivir- susurraba a la luna cada noche en un tormento que se repetía día con día