Otabek caminaba por los largos pasillos del templo, usaba un traje ceremonial decorado con múltiples adornos demasiado costosos para su gusto, y mientras mas se acercaba hacia donde estaban los mas jóvenes, mas reverencias recibía, le dolía ver el temor en los rostros jóvenes, seguramente pensaban que seria igual a Chris y los utilizaría para su placer.
Desde que había perdido a las personas mas importantes de su vida habían pasado tres meses, tres largos y dolorosos meses, donde apenas y comía, apenas y conciliaba el sueño, despertado en muchas ocasiones por horribles pesadillas, y tenia solo dos meses desde que lo habían nombrado el nuevo sumo sacerdote del templo.
Había empezado a hacer algunos cambios, cambios que no eran por el momento bien recibidos, pero esperaba que con el tiempo la gente empezara a aceptarlos, había logrado investigar y escarbar en todas las actividades ilícitas del templo, gracias a la ayuda de Emil, que era quien había estado más cerca de todo eso, y gracias a la amenaza de una tortura lenta y dolorosa, es que el castaño había decidido cooperar, incluso había logrado llevar a cabo un nuevo ritual en yura para alargar aun mas su vida, ahora viviría una vida promedio si todo iba bien, y claro si era por causas naturales, serian máximo 70 años lo que podría vivir el rubio, y eso lo hacia feliz, aunque a su vez lo entristecía un poco, sabiendo que Víctor no estaba ahí para contemplar eso
-sumo sacerdote- se hinco frente a el uno de los cazadores- hemos terminado de romper todos los altares, pero la gente de los pueblos está inconforme
-iré a hablar con ellos personalmente, se les prometerá bienestar, y se purificará las tierras, con eso no deberíamos tener mas problemas, necesito que prepares todo
-disculpe que lo pregunte, ¿pero necesitara sacrificios para la purificación? Llegaron nuevos jóvenes podemos...- callo al ver la mirada aterradora que le dirigió Otabek
-ya lo dije, no existirán mas sacrificios de ahora en adelante ¿entendido? - lo vio asentir- dile esto a todos los cazadores, se harán pruebas para tener enviados especiales en cada pueblo, alguien debe vigilar que la gente no piense en matar a nadie mas
-como ordene- dijo el hombre haciendo una reverencia para marcharse apresurado
Otabek siguió caminando, suspirando cansado, era tan difícil hacer entrar en razón a la mayoría de la gente cuando habían vivido con esas creencias durante mucho tiempo.
- ¡otabek! - grito un rubio corriendo hacia él, al verlo sonrió tiernamente como solo lo hacía con el
- ¿qué pasa yura? - preguntó
-hice amigos- sonrió tímido- quería decírtelo
-me alegra mucho- dijo ofreciéndole su mano para caminar juntos
-Otabek, hay chicos que te tienen miedo, pero yo les digo que eres divertido y amable, aunque no me creen, me han preguntado cosas extrañas- dijo en un puchero
-no les hagas caso- dijo sonriéndole- aun no creen que soy diferente al antiguo sacerdote líder
-Otabek- dijo yura deteniéndose, poniendo una mirada triste- ¿Cuándo vendrá Víctor? Lo extraño mucho- dijo tratando de no llorar
-pronto- dijo Otabek sintiendo escocer sus ojos- aun está un poco herido, pero cuando este recuperado lo traeré
-le hice esto- dijo sacando un dibujo mostrándose- somos nosotros en nuestra casa, la extraño mucho
- ¿no te gusta vivir aquí? - pregunto hincándose para mirarlo fijamente
-me gusta- respondió dudoso- pero... amaba nuestra casa, aquí hay demasiados niños y a veces me gustaría estar solo, jugando en la cascada o haciendo las cosas de la casa
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DESTRUYENDO TU MALDICIÓN
FanfictionFue cazado por su belleza haciendo que cayera sobre él una terrible maldición, pero el pecado no fue solo suyo ¿por qué solo él debía pagarlo? -Solo quería vivir- susurraba a la luna cada noche en un tormento que se repetía día con día