Dos hombres vestidos con largas capas oscuras merodeaban el bosque, habían escuchado algunos rumores sobre un chico peli plata que recientemente había empezado a construir una casa a mitad del bosque, era una zona de difícil acceso, era perfecto para esconderse.
Caminaban tratando de no hacer ruido se empezaban a sentir nervioso, sentían que eran vigilados, siguieron caminando, tratando de no mostrar debilidad por si el monstruo que buscaban los estaba vigilando. La verdad eran sacerdotes especializados, pero nunca habían enfrentado nada de ese tipo, eran novatos, no por que quisieran sino solo no tenían talento a diferencia de los demás, podían lidiar con humanos, pero con seres extraños no, apenas podían cazar algunos animales, ni siquiera sabían por que habían sido mandados a esa misión cuando existían sacerdotes que si podían.
-crees que nos enviaron a morir- pregunto uno
-no seas idiota el sumo sacerdote seguro confía en que nos haremos cargo
-tratas de engañarte, nos enviaron a morir, lo sabe- dijo temeroso- sabe que queríamos irnos de ese horrible lugar
-no crees- dijo deteniéndose- que, si lo sabe será mejor que huyamos, podríamos hacer correr el rumor de que fuimos asesinados por el monstruo
-si podemos hacer eso- dijo en una sonrisa nerviosa- nos tomó seis meses encontrar este lugar, seguro piensan que ya estamos muertos
Brincaron cuando escucharon el crujir de las ramas, no veían nada alrededor, suspiraron aliviados
- disculpen- hablo una voz a sus espalda- no deberían estar aquí
Sacaron sus espadas, un chico encapuchado les hablaba, sonreía como si se estuvieran divirtiendo
- ¿Quién eres? Si no quieres que te matemos muestra tu rostro
- ohhh, bueno, vivo aquí, ustedes están en mi casa, así que quien puede matarlos soy yo-
A través de la capucha pudieron ver un par de ojos claros y una sonrisa tétrica, ambos hombres se miraron, cuando la capucha cayo al ver el cabello plateado no lo dudaron más, aventaron las espadas corriendo al lado contrario, sabían que no podían hacerle frente y ellos querían vivir.
-no corran, solo quiero hablar- dijo fingiendo tristeza, haciendo que pétalos los rodearan, uno de los hombres ingenuamente pensó que no era nada peligroso, corrió cruzando la barrera de pétalos solo para que su cuerpo fuera completamente destruido salpicando sangre como si fuera una lluvia roja, el hombre que quedo cayó al piso aterrado cubierto de sangre, miro la sonrisa satisfecha del chico que lamio un poco la sangre que había manchado su rostro, fue demasiado para el hombre perdiendo la conciencia ante el terror que se había apoderado de su cuerpo.
*******
La leña de una cálida fogata crepitaba, sobre ella una cacerola con un guisado, mientras un hombre la removía cuidadosamente.
El hombre de capa oscura por fin despertaba, vio la escena frente a sus ojos, seria una escena sin nada en particular, si no fuera por la situación en la que se encontraba, estaba sentado y atado fuertemente a un árbol, se removió sabiendo al instante que no se podría soltar por su cuenta.
-será mejor que no te muevas- dijo el cura- la persona a la que buscabas no esta de buen humor hoy
- ¿persona? ¿Te refieres a ese monstruo? - dijo asustado- t-tú te ves normal, ¿podrías ayudarme? Vamos por favor entre humanos hay que ayudarnos
-podría dejarte ir si contestas mis preguntas- dijo apartando el guiso del fuego para colocar un atizador
-contestare, si me ayudas- dijo mirando a todos lados-
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DESTRUYENDO TU MALDICIÓN
FanfictionFue cazado por su belleza haciendo que cayera sobre él una terrible maldición, pero el pecado no fue solo suyo ¿por qué solo él debía pagarlo? -Solo quería vivir- susurraba a la luna cada noche en un tormento que se repetía día con día