Capitulo 12

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Eran ya varios días desde que la convivencia se había vuelto un poco rara, Víctor veía a ambos pelinegros serios entre ellos, contestándose apenas con monosílabos, mientras que con yura y con él se comportaban sumamente amables al punto de sentirse como si fueran unos psicópatas dementes que en cualquier momento los atacarían.

- ¡dejen de comportarse así! - dijo harto Víctor- nos asustan, ¿puedo saber por qué se están comportando así?

-pregúntale a Otabek, al parecer cree tener la razón siempre- dijo Yuuri molesto

-no seas infantil, por dios Yuuri eres un adulto

-solo díganmelo de una vez, es raro en ustedes, dijeron que eran como hermanos, ¿Qué puede estar tan mal para que actúen así? - dijo el peli plata desesperado por una respuesta

-Víctor ya te he dicho que te amo, acepto mis sentimientos, pero este idiota- dijo señalando a Otabek como un niño pequeño- trata por todos los medios de que no nos acerquemos por que él te ama también

-estas demente Yuuri, solo lo hago por que sabes las reglas, si quebrantas las normas seremos cazados como traidores

- ¿de que hablan? - pregunto confundido y a la vez sonrojado- ¿Otabek?

Otabek lo miro un momento, suspirando rendido

-tal vez haya desarrollado algunos sentimientos por ti, pero no se si es amor, Yuuri solo asume en su paranoia cosas que no sabe

-de acuerdo, hablemos esto ahora- dijo Víctor saliendo, pidiéndoles también salir

Caminaron un poco alejándose de la cabaña, solo lo suficiente para que yura no los escuchara

-quiero saber que sientes Víctor, dime si tengo alguna posibilidad de que me correspondas- dijo Yuuri rápidamente

-escuchen, ambos, yo no sé lo que es el amor- dijo un poco apenado- siento algo por ustedes, tal vez un poco diferente pero aun no lo sé- dijo mirándolos con pesar- solo sé que en este momento no puedo darme el lujo de pensar en esto, ¿acaso no lo entienden? Si la maldición persiste, y si escojo a alguien, tendré que vivir con la pena de vivir siempre en este estado, y de ver morir a la persona que ame, para al final quedar solo de nuevo, eso seria demasiado doloroso para mí, por eso, aunque esperen una respuesta no puedo dárselas en este momento

Ambos se miraron era cierto, si no deshacían primero la maldición, si Víctor no podía regresar a ser normal, encadenarlo con sus sentimientos solo lo haría sufrir, pero aun así, no querían rendirse y menos apartarse creían que eso sería aun mas doloroso, ser abandonado por la persona que te quiere solo por temor no era una opción.

-perdónanos no tuvimos en consideración tus sentimientos

-creo que fui un inmaduro también me disculpo- dijo Yuuri arrepentido- aun así, me gustaría poder quedarme a tu lado

-a mi también me gustaría -dijo Víctor sonriéndoles

-entonces si lo aceptas, ¿podemos ser una familia? - pregunto Otabek- solo por ahora, veras que pronto te ayudaremos con esto, y si quieres escoger a alguien ambos lo aceptaremos

-así es, lo aceptaremos- dijo Yuuri también sonriéndole

-de acuerdo, entonces somos una familia- dijo Víctor demasiado feliz

Después de dar lugar a esa platica, parecía que todos habían vuelto al estado anterior de armonía, el rubio se mostraba confuso, no entendía a los adultos, todos eran raros, y hacían cosas demasiadas complicadas, el no entendía exactamente porque peleaban, los había escuchado pese a que trataban de ocultarlo, para él era simple de resolver solo deberían casarse los tres y todos estarían felices, no entendía la relaciones entre hombres pero su madre había sido una persona alegre que a veces gustaba de juntas una pareja de hombres aunque no lo fueran, mostrándose feliz solo con imaginarlo, y su padre aunque a veces se veía temeroso cuando eso sucedía, no decía nada, por que amaba que su madre fuera feliz.

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Víctor llenaba los cubos de agua, sacando agua de un pozo cercano que había construido el cura para tener siempre agua potable, miraba a los lados nervioso en los últimos días sentía que alguien lo vigilaba, sentía constantemente escalofríos, había puesto algunas trampas alrededor por si alguien había logrado infiltrarse en su escondite, pero todas seguían intactas.

El sonido del aleteo de un ave, le hizo brincar, sonrió nervioso, mirando alrededor, de pronto sintió calor, demasiado calor, se agacho sosteniendo su pecho, los pétalos ardían, dolían, sentía que se estaba quemando por dentro, de nuevo tenía esa sensación de ser observado, era una mirada maligna, llena de malas intenciones, volteo hacia donde creía que venia esa sensación, sus ojos se pusieron rojos, logrando mirar mas allá, estaba muy lejos, por fin se encontró con los ojos que buscaba, para después voltear la vista inmediatamente confundido, un ave era lo que había visto, pero no podía ser que sintiera era hostilidad por un ave que se hallaba a muchísima distancia de donde estaba.

volvió a escuchar un aleteo, miro al cielo, era un precioso halcón que sobrevolaba el bosque, le pareció un poco raro encontrarse uno de esos por esa zona, pero dejo de tomarle importancia, sintiendo el dolor pasar, miro sus manos aun envueltas en sellos, tal vez debería de pedirles a los chicos que se los quitaran, necesitaría de su poder, si es que se encontraba en peligro y aunque era un riesgo, lo prefería a verse completamente vulnerable.

Se encamino de regreso con el agua, viendo que Otabek jugaba con yura, mientras Yuuri cocinaba.

-Yuuri- llamo Víctor- quisiera preguntarle algo

- ¿Qué pasa Víctor? - pregunto mientras seguía en su labor

- ¿quisiera saber si pueden quitarme los sellos? – preguntó viendo que Yuuri cesaba el movimiento

- ¿hay alguna razón es especial por la que quieras que los quitemos?

-bueno para empezar, me haría confiar en ustedes, o acaso temen que se un monstruo que busque matarlos- pregunto un poco dolido

-no era por eso, pero esos sellos los puso Otabek, solo él puede quitarlos

-entonces supongo que deberé preguntarle- dijo triste- aunque pensé que ya confiaban en mí, pensé que éramos familia

-no se trata de eso Víctor- dijo Yuuri con una mueca triste- veras, ¿recuerdas lo que estaba escrito sobre tus poderes? Para ayudarte debes tener sentimientos, usar tu poder los elimina, solo queríamos retrasar la maldición, los sellos ayudan

-a menos que tengas una buena razón por la que quieras que te los quitemos- dijo de repente Otabek asustándolos

-es solo- empezó Víctor después de recuperarse del susto- es que últimamente siento algo extraño, me siento vigilado, una sed de sangre que me hace temblar- dijo abrazándose a si mismo- tengo miedo, miedo de no poder defenderme

Ambos pelinegros se miraron un momento

- ¿Por qué no dijiste nada? - pregunto Otabek preocupado

-puse trampas, pero nada a caído, aun así, sigo con esa sensación

-Otabek- dijo Yuuri viendo que asentía

-te los quitare, pero promete no usarlo salvo que lo necesites en realidad

-lo prometo- dijo con una pequeña sonrisa

Otabek saco un cuchillo mientras cortaba su pulgar para después pasar la sangre por los sellos, mientras decía unas palabras extrañas, los sellos se deshicieron completamente sin dejar rastro, Víctor miro sus brazos asombrado, mirando con temor a los chicos.

-los pétalos se han extendido- susurro mirándolos con miedo

*

*

La maldición estaba creciendo de nuevo....


DESTRUYENDO TU MALDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora