Boku no Hero Academia: El Quirk Maldito (VERSIÓN DESESTIMADA)

Cap. 3 "El Día Que Todo Cambio"

Mi vista se sentía pesada, era extraño aunque quería abrir los ojos no podía, sentía que mis fuerzas me abandonaban. Sentía un sabor extraño en mi boca, era una amargura que nunca había probado, si mal no recuerdo el hierro tenía un sabor así o eso creo, espera, ¿por qué mi boca tenía un sabor a hierro?, no debería de ser así, ¿qué esta pasando?, no entiendo, ¿qué estaba haciendo y dónde estoy?, debo abrir los ojos para poder saber que esta pasando.

Reuní las pocas fuerzas que aún conserva dentro de mí para poder abrir mis ojos y por fin pude entenderlo, frente a mi estaba mi bebe, mi niño aferrándose a mi cuerpo llorando con tristeza. No llores Izuku, no has hecho nada malo, quería decirle eso pero las palabras no salían de mi boca, lo único que sentía era el sabor a hierro, espera... ¿Hierro?, ya entiendo, este sabor, es sangre que venía de mi interior.

–I-Izukuuu-, Fue todo lo que pude murmurar para intentar llamar su atención, pero fue inútil, Izuku no me escuchaba, estaba en shock al verme en este estado.

Intente mirar a mis alrededores, detrás de Izuku yacía un hombre alto y mayor, quizás de unos 40 años aproximadamente, tenía una gabardina y un sombrero marrón de esos que usaban los detectives en las películas que pasaban en televisión. Lo que pude notar era que en su mano tenía un arma, parecía una pistola, no estaba segura, mi vista era muy borrosa pero pude ver algo claramente, el hombre se reía con malicia, como si hubiese logrado algún tipo de plan malévolo.

Sentia un dolor punzante en mi estómago, era un dolor muy grande, era como si me estuviese quemando desde adentro, Ahhh, ya comprendo, este hombre me había disparado con el arma que llevaba en la mano.

El hombre empezó a caminar en dirección contraria a nosotros, de la nada una sombra negra apareció y de pronto el hombre ya no estaba allí, era como si se hubiera desvanecido dentro de la sombra. Al menos no le había nada hecho a mi niño, pero aún me sentía insegura, algo aparte del dolor que sentía me mantenía consciente, entonces fue cuando lo note, mire a los alrededores y al fin comprendi, que no era la única que estaba sufriendo en estos momentos.

Las parejas, las familias, los ancianos y niños que se encontraban en el parque estaban sufriendo algo peor que lo que me estaba pasando a mi, muchos colapsaban mientras se agarraban con fuerza a sus pechos, casi como si se aferraran a sus corazones, como si algo o alguien se los quisiese sacar del pecho. Otros tropezaban y caían, parecía que no podían ver correctamente, aunque  mí vista era borrosa pude notarlo, su ojos se habían derretido. Algunos niños simplemente caían inconscientes, se veía como si sus almas abandonasen sus cuerpos, dejándolos en un letargo sin fin alguno.

Las personas a mi alrededor sufrían, estaban muriendo, agonizando, gritando del dolor, era una escena horrible, pero no era desconocida para mí. Hace 5 años había vivido una experiencia así, el día que ese hombre murió mientras yo corría lo supe, Izuku tenía algo que ver con ello, ¿pero cómo?, un Quirk capaz de hacer algo así era horrible, mounstroso, ¿cómo era posible que él tuviese un poder así?, lo negaba con todas mis fuerzas mintiendome a mi misma, hasta que recordé, que ese hombre que alguna vez amé tenía un Quirk similar. Era posible que Izuku heredará el Quirk de ese hombre, no, era un hecho que lo había heredado, lo sabía desde ese fatídico día hace 5 años, pero solo lo ignoré y me guíe por lo que decían los médicos, ellos incluso después de ese accidente decían que mi niño no tenía ningún Quirk, que era imposible, múltiples médicos lo dijeron, pero yo lo había visto y si no hubiese sido tan necia, quizás esto no estuviese ocurriendo.

Frente a mí yacía una escena salida de una película de terror, habían cuerpos sin vida dispersados por todas partes y había otros que aún seguían sufriendo, incluso creo que pude oír a uno gritar mientras convulsionaba del dolor. "Por favor matenme", mientras yo estaba incrédula de lo que decía el hombre, como alguien podía pedir que le quitaran la vida, era algo que dentro de mi no tenía sentido alguno. ¿Pero qué sabía yo?, frente al sufrimiento que sentían las personas a mi alrededor, ¿cómo podía opinar sobre sus situaciones?, era algo que no podía saber, ya que no me podía poner en sus zapatos para conocer porque pedirían tal cosa. ¿Me pregunto por qué?, todos a mi alrededor están sufriendo algo peor que la muerte mientras yo estoy aquí, en el frío suelo, sentia un gran dolor dentro de mi pero al ver a otros note con creces que no tenia comparación alguna.