── Quince

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Jin le sujetó la mano después de bajar de la montaña rusa, y es que su mente se había revolcado en la cima de esa atracción

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Jin le sujetó la mano después de bajar de la montaña rusa, y es que su mente se había revolcado en la cima de esa atracción.

—¿Estás bien? —preguntó el mayor, sonriéndole mientras caminaban por el parque de atracciones.

Namjoon le devolvió la sonrisa mientras bajaba la mirada disimuladamente, intentando imaginarse con él por mucho tiempo, así, tomados de la mano en los momentos más eufóricos de su vida.

—Estoy bien.

—¿Quieres tomar algo?

Namjoon miró a su alrededor, aún había un pequeño local de jugos naturales cerca de allí.

—Sí, eso estaría bien.

Jin le jaló la mano y lo obligó a correr. Namjoon se sintió de nuevo como un pequeño niño, lo cual se le hacía difícil cuando se había acostumbrado a la idea de madurar y convertirse en un adulto dedicado a su trabajo.

Jin había pedido dos jugos y, mientras esperaban, alzaron la mirada, perdiéndose en la inmensidad del cielo y las incontables cantidades de estrellas.

—Ya pasaron dos meses. —El corazón de Namjoon se removió en su interior—. ¿Crees que es el momento para aceptarme?

El menor giró lentamente.

—Puedo intentarlo, Jin.

El mayor sonrió, girándose cuando avisaron que los jugos estaban listos. Namjoon intentó no ahogarse mientras bebía agitadamente y Jin rio por eso.

—No tienes por qué estar nervioso, un novio no es algo del otro mundo.

Namjoon lo miró, frunciendo el ceño.

El tiempo había pasado demasiado rápido, era como si estuviera en medio del océano y simplemente no podía controlarlo.

Las cosas extrañamente parecían ir bien con Jin, con la excepción de alguien llamado Taehyung que se empeñaba en arruinarle el día. Y todo en él parecía sombrío después de estar destruyendo su relación con Joy.

Namjoon se sentía mal por él, pero a la vez agradecía lo que le pasaba, como si fuera un karma su dolor.

—¿En qué piensas?

El menor esfumó sus pensamientos, concentrándose en la única persona que le hacía sentir bien en ese momento. Sonrió y se inclinó, besando los gruesos labios de su novio. SU novio.

—Eres un buen hombre.

Jin le sonrió de vuelta, tomando la mano de Namjoon para salir de aquel lugar, queriendo encontrar calor en su cuerpo en una noche tan estrellada y fría como esta.

Jin le sonrió de vuelta, tomando la mano de Namjoon para salir de aquel lugar, queriendo encontrar calor en su cuerpo en una noche tan estrellada y fría como esta

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taexual » vmonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora