taexual » vmon

── Veintitrés

Sus ojos se abrieron lentamente, sintiendo como su cuerpo se calentaba progresivamente por los rayos del sol. Las imágenes de la noche anterior le atacaron como un huracán, y se sintió mareado y terriblemente adolorido. Se volteó lentamente con temor a encontrarse con un rostro conocido, pero el lado de su cama estaba completamente vacío y con las sabanas desechas. Soltó un suspiró y se arrastró hasta el borde de la cama, tomándose un momento para calmar las venas sobresaliendo de su frente y la idea de haber engañado a Jin.

Jin, el último en quién había pensado.

Al levantarse, sintió un retorcijón en su corazón, porque la ropa de Taehyung estaba tirada en una esquina y eso solo significaría que él aún seguía allí.

Apretó sus manos y alzó la camisa, sosteniéndola firmemente mientras hundía su nariz en ella. Automáticamente sintió los vellos del cuerpo alzarse con ese exquisito aroma. Una sonrisa vaga había aparecido en su rostro y se imaginó así mismo tomando esta rutina.

Ya habían hecho esto antes, peor hoy parecía diferente, hoy parecía nuevo.

Namjoon no se lo había pensado dos veces y se había puesto la camisa, seguido de su bóxer. Sus mejillas estaban tan calientes que había tenido que ir al baño para mojarlas y lavarse los dientes de una vez. Contó cada paso hasta la cocina, donde había escuchado ruidos extraños y luego sonrió, mirando a Taehyung con el ceño fruncido mientras intentaba darle la vuelta a lo que parecía ser una tortilla.

— ¿Te ayudo?

El mayor lo había analizado de pies a cabeza sin perder ningún detalle.

— Te queda bien.

El castaño intentó ocultar un sonrojo y se apresuró a tomar el sartén por el mango para luego moverlo hacia arriba, logrando que la tortilla diera la vuelta.

— No encontré mi camisa — se excusó, bajo una mentira demasiado obvia para el mayor.

— Aun así, te queda perfecta.

Namjoon se mordió el labio inferior.

— Lo que pasó...

— No fue un error.

— No, yo... ¿Qué?

Taehyung le sonrió, despeinó su cabello y caminó despreocupadamente por la cocina, buscando algunos platos.

— Ambos lo queríamos, de otro modo, incluso estando ebrios nos habríamos detenido.

El castaño siguió sus movimientos.

— No quería serle infiel a Jin, él no se lo merece.

— Es cierto — se detuvo, mirando a Namjoon fijamente —, no se lo merece porque él es demasiado bueno y perfecto.

Namjoon bajó la mirada rápidamente, sintiendo un hueco en su corazón que parecía perforarle el alma.

— Soy la peor persona — susurró.

— No lo eres. Ambos nos equivocamos, eso es todo.

Los ojos del menor lo miraron con notable confusión.

— ¿A qué te refieres?

Taehyung tuvo que dejar las cosas cobre la encimera para dedicarse a Namjoon, hundirse en esos ojos acaramelados y los dulces belfos que poseía.

— Soy bisexual — Namjoon frunció el ceño — y sexualmente activo, así que he estado con hombres y mujeres, pensaría que no eres el único, pero así es.

— No entiendo.

— Joder, Namjoon. No le propuse matrimonio a Joy, no porque quisiera seguir cogiendo con cualquiera, es porque te quiero y no solo como un amigo sexual.

El castaño se encogió, sintiendo como sus pulmones se hacían cada vez más grandes en su interior.

— Esto de huir e intentar borrar los sentimientos con otras personas, no funcionan para nada. Antes pensaba que solo era el deseo carnal, pero no es así... va más allá de eso.

Namjoon se mordió el labio inferior, no había dicho ni una sola palabra y a cambio había caminado lo más rápido posible a su habitación, para intentar mantener la calma y el autocontrol que tanto necesitaba.