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Namjoon quitó la mano de Jin de cuerpo, sintiéndose sin ánimos para continuar con el desfile de besos que — probablemente — terminaría en sexo sin control.
Las palabras de Taehyung seguían retumbando en su mente, era como tener un tatuaje en la piel. Y eso lo estaba torturando.
— ¿Qué sucede?
Namjoon se lamió los labios, girándose para ver fijamente a Jin, con sus ojos grandes levemente achicados. Subió su diestra hasta la altura de su mejilla y la acarició sutilmente, sonriendo en el acto.
Era demasiado meloso, y todo se debía a Jin.
— No es nada.
Vio a su novio abrir los labios y se apresuró a meter su lengua entre ellos, impidiendo que dijera palabra alguna, sin embargo, sintió las manos de su novio sobre sus brazos haciendo presión para separarse.
— Enserio, ¿qué sucede, Namjoon?
El menor se encogió, bajando la mirada con rapidez. Jin le estaba mirando con tanta atención que lo ponía nervioso.
Namjoon no solía hablar sobre sus sentimientos, era algo que le costaba demasiado, pero con Jin siempre se había sentido casi a gusto, quizás porque él le inspiraba la confianza de un buen amigo.
Amigo.
— Namjoon.
El nombrado se levantó del sofá, sintiendo calor en cada parte de su cuerpo.
— Estoy bien. — Mintió, y luego intentó mostrarse seguro —. Solamente estoy cansado, últimamente hay demasiado trabajo.
Jin asintió.
— Entonces... ¿quieres que me vaya?
Namjoon sintió su garganta carrasposa y pequeña, haciéndosele difícil respirar adecuadamente.
— Si, por favor.
Había odiado ser la razón del gesto de preocupación y tristeza en el hermoso rostro de su novio, pero no se sentía bien; había demasiadas cosas en su cabeza y demasiados sentimientos en su corazón que no sabía cómo controlar.
Jin solo le había besado las mejillas antes de salir, sin dirigir ninguna otra palabra. El menor se sintió enojado consigo mismo por eso, pero amaba su momento a solas.
Corrió hacia el baño, se desnudó y luego se metió a la ducha, en un vano intento de olvidar el calor que le producía pensar en Jin como un amigo y en Taehyung como alguien más a quien podría entregarle solo su cuerpo.
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