C A P Í T U L O 7

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Decidí actualizar la mayoría de mis fics porque mañana desaparezco, porque mañana me uno a la protesta y porque #NiUnaMas.

Entiendo que algunas no están de acuerdo, y lo respeto, esta bien, no todas debemos estar de acuerdo pero tengan un poco más de empatia. SI fuera tu madre, tu hija, tu abuela, tu hermana...También querrás quemar todo.

Disfruten el capítulo <3 

Gracias por seguir aquí. 

....

Kagome miro a las hijas de sus amigos dormir, se ven tan en paz y en un mundo todo menos es complicado y sobre todo, son amadas por los dos padres. Suspiro, no era momento de pensar en la conducta de su esposo, menos deprimirse por el rechazo, debe comenzar a pensar en un plan, en cómo educara a su hijo y todas las decisiones futuras que hará por el bienestar de este pequeño que está creciendo.

Kagome sabe que no necesita a Inuyasha, puede solucionar todo porque al final sigue siendo una persona inteligente y capaz. Sonrió, todo se solucionara, no importa que vengan años tristes o difíciles, ella lo hará.

-¿Sigues despierta?—Sango se sentó a un costado de su mejor amiga, sabe que sus pensamientos son un caos, así que quiere ayudarla un poco. —Debes descansar.

-Lo sé, solo estaba admirando a tus preciosas gemelas. —Sonríe. —Son afortunadas en tenerlos.

Las dos mujeres se quedaron calladas, el silencio no es incómodo y solo intentan apoyarse mutuamente con un abrazo y cero palabras. A veces solo puedes ofrecer tu compañía en momentos difíciles de tus seres queridos.

Estaban en paz hasta que un estruendo se escuchó, las dos se levantaron de prisa mientras que las gemelas abrían sus ojitos con flojera, el llanto del más pequeño se escuchó también y la voz alarmada de Miroku corriendo hacia ellas.

-¡¿Qué fue eso?!—Su amigo sostenía a su hijo, trataba de arrullarlo pero su propio miedo no dejaba transmitir tranquilidad al pequeño. —Fue demasiado fuerte y... ¿Sienten eso?

Sango y Kagome se miraron, el poder es tan inmenso que incluso sin ser sacerdotisa, la castaña tembló. Saben que el peligro se acerca, incluso ya puede estar junto a ellos y temen por las nuevas generaciones.

-Iré a revisar, quédense. —Miroku le entrego a Komori a su mamá, no quiere arriesgar la vida de su esposa e hijos, incluso debe cuidar más a Kagome, quien se encuentra embarazada. —No salgan.

-¿Estás loco? Voy contigo. —Sango dejo con cuidado a su niño de un año con sus hermanas, quienes lo abrazaron para que dejara de llorar. —Si es peligroso es mejor estar los dos juntos.

-Sango.

-Es cierto, somos fuertes juntos. —Sonrió cuando noto el suspiro de su esposo, sabe que gano la pelea. —Ahora, Kagome no salgas al menos que uno de nosotros vuelva, debes cuidar a tu bebé.

-Claro, cuidare también a tus hijos.

Sus amigos asintieron y salieron de la cabaña, deben apresurarse para conocer el nuevo mal que se presenta, al menos para preparar un plan y proteger la aldea.

...

Inuyasha está mal, completamente mal y no sabe qué hacer. Los múltiples golpes en su cuerpo están causando que no pueda esquivar los ataques de su enemigo y sabe que con el tiempo puede dañarlo de una forma que deje de respirar.

-¿Cansado?

Niega con la cabeza, no le dará el poder de saber que poco a poco se está rindiendo, o al menos su cuerpo, así que con un dolor increíble en su costado, se apoya en Tessaiga y endereza su espalda.

-Ni un poco.

¿Sobrevivirá para disculparse con Kagome y ver nacer a su bebé?

Hacia el mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora