C A P Í T U L O 6

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¿Podrá recuperar la confianza de su querida Kagome?

El hayou caminaba sin rumbo fijo para pensar mejor sobre la situación y aceptar que el bebé está ya en el vientre de su esposa, y aunque teme por la seguridad de los dos, debe ser aún más fuerte para que jamás vivan lo que él de pequeño. Sacudió la cabeza para despejarse de los malos pensamientos, ahora solo se enfocara en pedir perdón y explicar.

Camino hasta que llego a un lago que no reconocía, incluso frunció el ceño por el lugar, de un modo le transmitía intranquilidad y el aura se siente demasiado pesada que se siente acorralado. Da unos pasos atrás para irse y advertir a sus mejores amigos del lugar, tal vez deben investigarlo más tarde.

Al dar la media vuelta su cuerpo comienza a temblar, sus piernas no le funcionan como él quiere y cae al suelo con un gruñido. Su respiración se acelera, el miedo recorre su columna vertebral, no entiende que sucede pero ha aprendido a seguir sus instintos. Voltea a su derecha y puede notar una presencia que antes no detecto, ¿cómo es posible? Su poder es inmenso y el aura oscura es peor que la de Naraku.

-Inuyasha Taisho, el hijo de Ino no Taisho. —La silueta habló, su voz es tan potente y fría que hizo temblar aún más al hibrido. —El hijo del hombre que me destruyo.

-¿Co-Conoces a mi papá?—Su voz a comparación del gran ser, es débil que parece que se encuentra herido de aluna forma, muerde su labio inferior por lo idiota que siente.

-¿Si lo conozco?—Ríe con burla. —Claro, somos enemigos eternos.

¿Enemigos? ¡Ugh! Su viejo en serio tenia demasiado tiempo libre para conseguirse enemigos en todas partes.

La silueta se comienza a formarse más y dar un mejor vistazo a su apariencia. El hombre es alto de piel morena, ojos morados y cabello rojo, su traje es similar al de Sesshomaru pero con colores más oscuros.

-¿Qué quieres de mí?—Los dientes de Inuyasha son apretados con fuerza, no puede levantarse sin que su cuerpo tiemble como loco.

-¿De ti? Bueno, realmente nada pero eres una de las formas para vengarme de tu padre.

-E-Esta muerto.

El hombre asiente con una mueca de disgusto. —Lo sé, por una humana. Lástima, sin embargo dejo a dos hijos... Y un futuro nieto.

Sudor frio recorre el cuerpo de Taisho, apara la mirada y gruñe. Aun con temblores, se levanta apoyando sus manos en sus rodillas para sostenerse y recuperar el aliento.

-Los tocas y te mato. —Gruñe y mira con enojo al desconocido.

El peligro acecha más cerca de lo que piensan y no están preparados para esto.

Hacia el mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora