Kaede miraba con atención a la joven de cabellos azabaches, la cual no dejaba de caminar de un lado a otro en la cabaña de la anciana. Se puede notar una sonrisa en sus labios pero al mismo tiempo un pequeño temblor en sus manos, claro que la noticia es sorprende, y tal vez apresurada, pero Kaede sabe que Kagome solo está pensando en cómo le dirá todo a su, ahora, esposo.
-Es una noticia muy buena, ¿no?—La anciana se levanta de donde se encontraba observando a la aprendiz de sacerdotisa. —Creo que Inuyasha se alegra mucho.
Kagome mira a Kaede sorprendida, no recordaba que se encontraba en su cabaña y solo se concentró en otras cosas. Dejo de caminar y se dirigió a la anciana.
-Son noticias estupendas pero. —La de cabello azabache suspira. —Inuyasha es un poco difícil respecto a este tema. Nunca lo hablamos.
Las dos mujeres asientan con la cabeza, aunque el hibrido ame a Kagome con todo lo que puede su alma, saben que el tema de un bebé sigue siendo complicado con él pero bueno ¿qué puede salir mal?
Kagome baja su mirada a su aun vientre plano y sonríe, en este momento un bebé está creciendo dentro de ella. Una personita que tendrá lo mejor de ambos y por supuesto la que será amada por los dos.
No puede esperar por contarle a Inuyasha, luego a sus amigos y aunque es imposible contarle a su familia, el pozo es como un recordatorio de ellos.
¿Un bebé? ¿Un bebé de ella e Inuyasha?
¡Quiere tener esta aventura ya!
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Hacia el mañana
Fiksi PenggemarInuyasha no quiere aceptar la noticia que Kagome le ha dicho. Los recuerdos desu niñez lo golpean y daña en el proceso a su esposa. Al mismo tiempo un viejo enemigo de su padre aparece y complica más las cosas. ¿Podrán sobrevivir? ..
