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28 de marzo de 1942

Me doy la vuelta esperando estar un poco mas cómodo pero me es casi imposible recuperar el sueño.

Miro a Annie y ella está profundamente dormida, su cabello está por toda su cara y está acurrucada.

Miro el reloj y son las 4:24 de la madrugada de él 28 de marzo.... Aquella fecha que tanto odio.

Me pongo de pie y solo me molesto en ponerme pantalones, la noche esta algo fría pero me gusta sentir aquel frío.

Voy hacia el balcón de nuestro cuarto.

Lo abro y una corriente de aire me pega haciendo que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.

Suspiro y los pulmones se me llenan de aire limpio.

Emparejó la puerta para que no le dé frio a Annie.

Me acerco a la orilla del balcón y me recargo.

Meto mi mano a mi bolsillo izquierdo y sacó una caja de cigarros, los tengo escondidos para que Annie no sepa que he vuelto a fumar.

Saco de la misma caja mi encendedor, dirijo el cigarrillo a mi boca, inhaló al mismo tiempo que acerco el fuego.

Entonces mis pulmones se llenan de aquel humo.

Separó el cigarro de mi boca y me cruzo de brazos recargado sobre el barandal, siento como el cabello se me viene hacia enfrente.

Necesito ya un corte de pelo.

Vuelvo a llenarme de aquel humo y lo contengo unos segundos para después sacarlo.

Es una noche muy tranquila, una noche que me ha quitado mucho.

Simplemente odio este día por que no solo tuve la desgracia de perder a mi madre un 28 de marzo si no también a mi primer hijo. Aquel que tanto deseaba y estas son fechas que odio pues yo idiotamente no puedo hacer nada mas que recordar el daño que le hice a Annie... No puedo olvidar el cuanto me necesitaba pero yo la dejaba sola, dejaba que cada quien se ahogara consigo mismo cuando debí estar ahi... Ambos nos necesitamos.

Y me siento mal pues han pasado 10 años... Ahora mi hijo tendría 9 próximo a cumplir 10.... Pero no, no está.

Mi madre podría estar jugando con sus nietos y diciendo cuanto adora a Annie.... Pero no esta.

- no se por que te escondes de mi cuando fumas si sabes que ese olor lo detectó desde kilómetros - escucho la dulce voz de mi ángel.

Suspiro sacando el humo por mi nariz y apago rápidamente el cigarro sin importarme que aun quede la mitad.

Me doy la vuelta una sonrisa sale de mis labios al verla.

Ella camina unos cuantos pasos hasta llegar a mi, siento como pega su cabeza a mi pecho haciendo que la abrace.

Siento su respiración caliente chocar con mi piel fría.

Se separa y mis ojos conectan con los suyos, sonrió involuntariamente y cuando lo hago puedo ver como su pupila se dilata.

Un nervio recorre mi cuerpo... Como si fuera la primera vez que veo sus ojos hacer eso... Como cuando realmente me di cuenta de cuanto la amaba.

Mi Angel (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora