Capítulo 3

170 13 7
                                    

Buenas madrugadas gente...

Disculpen que me haya tardado, pero con esto de que en la página de #WonderGrinch en Facebook estamos compartiendo historias de algunos fickers porque algunos/as no tienen Wattpad o Fanfianfiction y con el tema de la facultad (que al principio no había noticias y después me enteré que habían juntándose todo) no he podido actualizar "En el lecho del deseo"...

Pero acá estoy con el cap 3 de esta bella adaptación.

Sin más que decir... disfruten :)

Serie Seducción de Laura Lee Guhrke "En el lecho del deseo" (libro 3).

oooOooo

Capítulo 3

Touya siempre había sido una persona afectuosa, de buen humor y era difícil que se enfadara, pero cuando se lo provocaba, cuando se lo obligaba a sobrepasar sus límites, los resultados podían ser catastróficos. La mayor parte del tiempo le era fácil mantener el buen humor, pues sabía por su larga experiencia que una observación inteligente siempre podía calmar las tensiones y sobrellevar las cosas civilizadamente. Sin embargo, había raras ocasiones en que le costaba mucho esfuerzo comportarse de ese modo, y esas ocasiones tenían que ver habitualmente con la familia Tremore.

—Aprecio su interés por mis finanzas, mi querido duque —dijo con jovialidad deliberada—. Aprecio enormemente su oferta, pero soy bastante solvente en la actualidad.

Observó un breve movimiento muscular en la mandíbula de Tremore y, puesto que le acababa de rechazar un soborno, no pudo dejar de sentir cierta satisfacción ante la frustración de su cuñado.

—Su falta de interés ante mi propuesta me asombra, Miara. El dinero le fascinaba sobradamente en los días que precedieron al matrimonio con mi hermana.

—Me fascinaba su dinero, ¿quién podría culparme? —dijo gesticulando hacia el opulento vestíbulo color turquesa, oro y blanco—. Es usted muy bueno dando rodeos.

—Miara. —Una voz serena irrumpió desde el umbral de la puerta y ambos hombres se volvieron para ver a la duquesa entrar en la estancia—. Gracias por venir.

Touya estaba contento ante la llegada de una persona con cierta bondad, pero notó que Tomoyo no estaba con ella. En todas las crisis de su vida, Tomoyo siempre había corrido a pedir ayuda a su hermano, y éste siempre se la había prestado. Touya comenzó a recabar fuerzas ante la batalla inevitable que se avecinaba. Li era un oponente formidable, con bastante más dinero y poder que él, y su situación comenzaba a convertirse en un problema emocional, difícil, de coraje. Tomoyo sabía cómo odiaba ese tipo de cosas, pero si pensaba que iba a cejar en su empeño, estaba equivocada.

—Duquesa —dijo saludándola, con una inclinación y un beso en la mano—. Qué placer volver a verla, aunque su presencia siempre es un placer.

—Sentí la muerte de su primo. Por favor, acepte mis condolencias.

Se puso rígido ante sus palabras, la herida todavía era demasiado reciente como para reaccionar de forma convencional ante el recuerdo. Respiró hondo y sólo tardó un momento en contestar.

—Gracias.

Sólo había visto a la duquesa de Tremore un par de veces, pero siempre le había parecido una mujer muy sensible, muy perceptiva, y ella debía de haber notado algunos de sus sentimientos. Entonces, ella llevó la conversación hacia temas más triviales y, desde el punto de vista de Touya, su marido le siguió la corriente.

En el lecho del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora