Lo prometido es deuda...
Disculpen la tardanza, tuve un inconveniente con la computadora...
Cap 17 en marcha.... :)Adaptación serie Seducción de Laura Lee Gurhke "En el lecho del deseo" (libro 3)
oooOooo
Capítulo 17
Una vez más, el baile de beneficencia para los hospitales de Londres resultó ser un gran éxito. Se recaudaron miles de libras; durante los últimos años el baile se había convertido en uno de los acontecimientos más populares de la temporada, y todo aquel que asistiera tenía que pagar una cuota de suscripción desorbitada.
Tomoyo estaba contenta con el éxito obtenido, pues recaudar para los hospitales de Londres era una de sus obras de caridad favoritas, aunque el acontecimiento en sí era un asunto difícil de organizar y siempre acababa exhausta. Touya la acompañó, algo que nunca había ocurrido antes, y las especulaciones acerca de su presencia juntos comenzaron a circular por el salón de baile a los pocos minutos de su llegada.
La conclusión general fue que, probablemente, lord y lady Miara, de hecho, se habían reconciliado. Esa mañana habrían tenido razón, pero al caer la noche, Tomoyo ya no estaba tan segura.
El viaje desde Chiswick lo habían hecho en silencio. Touya no había intentado entablar conversación ninguna, tampoco ella. Las cartas de Yuko Tsukino probablemente estarían regresando a Francia en esos momentos, pero se interponían entre Touya y Tomoyo como si estuvieran apiladas en el suelo del carruaje. Ella sabía que Touya no entendía porqué. Él no entendía que incluso una amante a la que se paga pudiera estar locamente enamorada.
En el baile, bailaron una cuadrilla juntos, después se separaron para mezclarse con los demás invitados. Tras varias horas de circular entre la multitud con una sonrisa fingida en el rostro, mientras saludaba a las damas de la lista de lady Diane, Tomoyo comenzó a sentirse mal y trató de encontrar una esquina silenciosa del salón donde descansar.
Se apoyó en la pared, tomando un sorbo de ponche de su copa mientras miraba el salón. Recordaba aquel día, meses atrás, cuando había confeccionado la lista de invitados para el baile junto con Torner, y cómo Touya le había avisado de la venganza de lady Diane. El hecho de no llevarle la lista de invitados a la baronesa en persona había sido un desaire social que Tomoyo sabía que estaba pagando con creces, porque entre los caballeros y la nobleza, las princesas y bufones, los jueces ecuánimes y musas griegas, estaban también todas las amantes de Touya, excepto Yuko Tsukino. Lady Diane había estado muy ocupada, y sin duda se había comportado de una forma bastante vengativa.
Tomoyo buscó sus rostros: Lina Pomfrey, tan educada y elegante; Lanie McMillan, sonriendo, preciosa; Jane Foster, castaña y con los ojos color miel, una mujer de baja condición, pero todavía era una cortesana de valía como para poder pagar la tasa de suscripción del baile. Jennifer Aniston, rubia ojos azules y bella. La reconciliación con su marido no había salido bien y ahora era la amante de lord Aniston. Quizá pensó que el hecho de que su marido se hubiera batido en duelo por ella era romántico. Scarlett Johanson, otra condesa bella y promiscua con la que Tomoyo se había visto obligada a tomar el té y a jugar a las cartas durante años. Hasta Brie Larson estaba allí, y los años no habían pasado en balde para ella, pues su rostro adorable y tan alegre, que la había convertido en una mujer tan popular, ahora revelaba lo que realmente era: una cortesana entrada en años.
Tomoyo las estudió una a una y se sorprendió al ver que no sentía celos. Se sentía extrañamente distante, absurdamente alejada de todas ellas, no sentía ni un ápice de pena por esas mujeres.
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En el lecho del deseo
RomanceTomoyo se enamoró con toda la pasión de la juventud de Touya Miara, el vizconde que pidió su mano. Tras unos meses de matrimonio, ella descubrió que él tenía una amante y que se había casado con ella por su dote. Tomoyo, herida y con el corazón dest...