Hola mi gente beilla....
Disculpen la tardanza... ¡Se me juntaron varias cosas y no pude sacar tiempo de ningún lado! Pero ahora que estamos de vacaciones, me he puesto con los pendientes... Por eso vengo a regalarles este capítulo como regalo de navidad adelantada...
Voy a hacerles un pequeño resúmen: Touya y Tomoyo siguen peleados. Él hace de todo para conseguir que hagan las pases. Cierto día la lleva a remar pero Tomoyo está reacia a navegar con él en el vote porque no sabe nadar.
Tomoyo no le dice nada por miedo a que él se ría de ella, por lo que con miedo, se sube al vote y mantiene una charla con Touya sin pelearse. Touya le cuenta un poco de su vida en la universidad, y le hace un poema que a ella le encanta: «No hay rostro más bello que el suyo, ninguno más querido. Preciosos momentos de mi vida, aquellos en los que ella estuvo junto a mí...» (...) «Conozco a una mujer de Hampshire, con una sonrisa que conquista a cualquier hombre. Su cabello negro como la noche es un regalo, sus ojos, como las piedras y sus besos, un placer sin duda.» (...)
Entre besos y bromas el bote se da vuelta y ambos caen al agua. Tomoyo se desespera y Touya la toma de la cintura y la pone de pie.
Tomoyo sale airada del estanque riéndose de como Touya había comparado sus ojos con unas piedras amatistas del estanque con el corazón latiéndole a mil por lo que Touya le había dicho.
Ahora sí... Disruten =)
Adapación serie Seducción de Laura Lee Guhrke "En el lecho del deseo" (libro 3)
oooOooo
Tras su chapuzón en el agua turbia del estanque, tanto Touya como Tomoyo necesitaron un baño y cambiarse de ropa antes de cenar. Las cocineras les llevaron agua caliente y llenaron la bañera de cobre. Tompyo fue la primera en bañarse y, mientras Harper lavaba y secaba su cabello con una toalla, en todo lo que podía pensar era en la mirada de los ojos de Touya recitando aquellos versos sobre ella. ¿Realmente sentía lo que decía?
Aquella pregunta volvía una y otra vez a su cabeza mientras Harper la ayudaba a secarse y la envolvía en una bata de seda de color rosa. Tomoyo entró en el vestidor que estaba al lado del baño y Harper la siguió. La doncella comenzó a sacar prendas para que ella eligiera, pero la mente de Tomoyo no estaba en el vestido de noche.
¿Había sido o no sincero con ella? Con todas las demás mujeres con las que había estado, ¿cómo podía estar segura de que significaba más para él que cualquier otra? ¿Y cómo podía estar segura de que iba a durar? Tomoyo oyó a los sirvientes echando agua caliente en el baño para Touya, y se lo imaginó desnudo, entrando en la bañera. Recordaba muy bien cómo era su cuerpo, y sus recuerdos y su imaginación comenzaron a atormentarla, al igual que los sueños de la noche anterior.
Él le había dicho que nunca había querido tanto a nadie. Había dicho que no había rostro más bello que el suyo. ¿De verdad sentía todo aquello que decía? Tomoyo trató de recordarse a sí misma que con las palabras no bastaba. Que su deseo no significaba nada. Pero era difícil preocuparse de eso cuando lo único que hacía era recordar el deseo que ella misma sentía cuando la besaba y la acariciaba.
«Hubo una vez en que todo iba bien entre nosotros, ¿recuerdas?»
Claro que lo recordaba.
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En el lecho del deseo
RomantizmTomoyo se enamoró con toda la pasión de la juventud de Touya Miara, el vizconde que pidió su mano. Tras unos meses de matrimonio, ella descubrió que él tenía una amante y que se había casado con ella por su dote. Tomoyo, herida y con el corazón dest...