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—Solo deja de pensar en este recuerdo Kinsey—dice Tyler un poco exaltado.

—No puedo controlarlo—dice ella como si fuera obvio.

Tyler niño estaba acostado escuchando música, y yo le hablo pero él no responde porque no me escucha.

—Tyler—me acerco a su cama y me siento a su lado, él nota mi presencia y se saca los audífonos—Lo siento, no quise dejarte solo.

—Da igual—se levanta y saca de su cajón un collar—Esto es para ti.

Con mi mano toco el collar y ahí está, el mismo que me regaló aquella vez, es un corazón muy lindo con nuestras iniciales, Tyler me observa con una mini sonrisa y vuelvo a observar la escena.

—Gracias Ty, es muy bonito—lo abrazo y sonrío.

—Tanto como tu—susurra y yo me separo con mis mejillas ardiendo, muerdo mi labio nerviosa.

—Kinsey—advierto pero ella me ignora.

—Yo...Gracias—él sonríe y corre el pelo de mi cara.

Yo no sabía que Kinsey miraba todo, me había olvidado de cerrar la puerta.

—¿Ya te dije que te quiero?—

—Como unas veinte veces—sonrío boba—yo también te quiero.

—Te lo digo una vez más, te quiero—Se acerca a mi mirando mi boca y relame sus labios.

No tendrías que haber visto esto, Kinsey—susurra Tyler pero no la mira, solo mira la escena atentamente.

Sus labios se juntan con los míos y pasa sus manos por mi cintura, él ya sabía besar pero yo aún no, cerré mis ojos, puse mi mano en su mejilla, y dejé que Tyler me guíe, él muerde mi labio para poder dejar pasar su lengua por mi boca pero nos separamos de golpe cuando escuchamos el portazo de la puerta.

Y luego me fui—explica Kinsey.

—Yo...—suspiro sin saber que decir, ella me vio como besaba a su hermano y esa es la razón por la que después eso, nunca más volvió a pasar—¿Podemos olvidar que esto pasó?

—Estoy de acuerdo—dice incómodo Tyler mirando a Kinsey.

—¿Cuándo no estás de acuerdo con Emma? Oh cierto, nunca—Kinsey se veía molesta y no entiendo, ella nunca fue de celar a su hermano.

—¿Ahora que sucede?—pregunta Tyler confundido cuando todo a nuestro alrededor cambia, suspiro aliviada cuando también cambia el tema de conversación.

—Pensaba en ti y aquí estamos—ella comienza a caminar, y nosotros la seguimos mirando a Tyler pegarle al chico mientras yo le decía que pare.

—Ni lo golpeé tan fuerte—

—En mi mente si—aclara Kinsey.

—¿Quién es? Se parece a ti—digo cuando veo a alguien venir apurado hacia nosotros, un auto pasa y ella desaparece.

Se escuchan ruidos a nuestro alrededor y me comienzo a asustar.

—Mejor salgamos de aquí—dice Tyler cansado—¿Ahora donde estamos?

—Estamos en Seattle—me doy vuelta, y Kinsey está llorando tapándose la boca a Bode.

—¡Kinsey!—se escucha la voz de Sam y nos damos vuelta viendo su sombra.

—Carajo—susurra Tyler.

—Quería que tu padre me de respuestas, y Emma no se ve dispuesta a colaborar ¿Me ayudas Kinsey?—

—Debiste tener mucho miedo—

—Pero vi el atizador, pude haberlo tomado cuando Sam se volteó, y golpearlo—dice arrepentida.

—Pero Emma entró, lo detuvo—

—¿Y qué tal si no lo hubiera hecho? Si el disparo en realidad le hubiese dado —dice brusca y me hace pensar en ese día, el disparo solo me rozó—Soy una cobarde, me quedé paralizada.

—Todos tenemos arrepentimientos sobre ese día—Tyler me observa, también recuerdo que se enojó por haber puesto mi vida en peligro.

—¡Tyler!—la mujer aterradora se tiró encima de Tyler, yo agarro el atizador y se lo paso a Kinsey que estaba más cerca para que ella la apuñale con el mismo.

Luego de que confirmamos que Tyler estaba bien, salimos de la mente de Kinsey y ella se sacó la llave.

—¿Que mierda era esa cosa?—

—Mi miedo—Tyler se toca la parte derecha del abdomen y se queja, se levanta el buzo y hay una herida allí.

—¿Por qué hiciste que me atacara?—pregunta con molestia a su hermana, me acerco y le levanto el buzo para ver mejor su herida y él se queja de dolor.

—No lo hice—me levanto y miro indignada a Kinsey.

—Claro que lo hiciste, es tu cabeza—la reprocho enojada.

—Lo siento, le traeré hielo—dice arrepentida.

—No, iré yo—salgo de la habitación molesta y bajo las escaleras para buscar hielo, cuando subo voy a la habitación de Tyler y él está con su celular—Te traje hielo.

—Gracias, Em—me siento a su lado y le levanto el buzo, él retrocede un poco al sentir el frio.

—Lo siento—digo cuando se queja, dejo el hielo ahí y saco mi mano lentamente.

—¿Recuerdas el cuento?—pregunta mientras coloca su mano en el hielo.

—El monstruo se tragó a todos los amigos, pero a él lo dejó vivir para que pase el resto de su vida, solo, para que no olvidará jamás todo el dolor que causó—digo recordando las mismas palabras de Rendell.

—Exacto, el pasado no se olvida—me mira fijo como queriendo decir algo—No se puede escapar de el.

—Si...yo, me iré a mi habitación—digo evitandolo.

Luego de una hora en mi habitación con mi celular, me aburro y bajo a buscar agua, cuando subo las escaleras y paso la habitación de Bode escucho que me llama.

—¡Emma!—me acerco y Bode esta acostado mientras Tyler trata de colocar una estrella en la pared—Ayuda a Tyler a colocar la estrella.

Asiento y me subo arriba de un banquito, Tyler me pasa la estrella tocando mi mano "sin querer" y la coloco en donde yo creo que está bien, Bode sonríe satisfecho.

—Si papá usaba las llaves ¿Por qué no nos dijo?— me acuesto al lado de Bode acariciándole el pelo para que se duerma.

—Quizás lo olvidó, como mamá—dice Bode con voz cansada—Tal vez porque son adultos.

—O no quería que las usaramos—opino.

—El tatarabuelo dijo que se divertían con ellas—

—¿Tatarabuelo?—pregunto confundida.

—Luego te lo explico—me dice Tyler—¿Y por qué odiaba esta casa?

—Tal vez también le tenía miedo a la mujer del pozo—

—Si, tal vez, pero Kinsey, Emma y yo te protegeremos—asegura tratando de calmar a su hermanito.

—Escuchame Bode, nada te pasará ¿Si? —Bode asiente mientras bosteza—Te quiero niñito.

—Yo también Em—le doy un beso en su mejilla y me levanto para irme.

—¿A mi no me quieres Em?—pregunta haciendo un puchero con sus labios.

—También a ti, Tyler—le tiro un beso en el aire y él lo agarra y hace que se lo pone en los labios haciéndome reir—Eres un idiota.

Locke & KeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora