Capítulo 7: La reunión del 2002

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-Vale colegas, ¿me podéis explicar cuando han convertido nuestro santuario en la fiesta rosa de miss unicornio? -dijo Nano con sonrisa burlona.

-Cosa de Lucrecia, ella se ha encargado de la decoración. -respondió Guzmán.

- ¿Y que es esta mierda?

-Según ella es el photocall, donde se van a hacer todas las fotos y eso.

-O donde alguien se suicidará por exceso de arcoíris, por Dios, menos mal que nos pagan bien socio porque sino yo esta noche me pedía el día libre. Putos pijos.

Guzmán se quedo con una media sonrisa viendo como Nano se dirigía a la cocina, sabia que no le hacia ninguna gracia volver a ver a toda esa gente, pero había entrado en razón que lo primero era el negocio. Él mismo tampoco estaba muy cómodo con esa reunión, cuando Lucrecia les paso la lista de invitados sabía que después de muchos meses se iba a reunir de nuevo en un mismo espacio con Nadia y eso lo tenia muy nervioso. No había conseguido olvidarla en todo este tiempo y salvo algún lio esporádico de alguna noche, jamás se había planteado nada serio con nadie, ya que ninguna le había hecho sentir ni la mitad de lo que sentía con ella. La única que no había confirmado su asistencia era Cayetana, desde la detención del miserable que mato a su hermana había desaparecido del mundo como si la tierra se la hubiera tragado, era evidente que no tendría narices de presentarse allí, al igual que el que estaba entre rejas.

Pero a Guzmán no le preocupaba principalmente como se sentía él, su máxima preocupación era la reacción que podría tener Samuel, ya que Carla también había confirmado asistencia. Sabia que el camarero se hacia el fuerte, sabia que en su interior seguía teniendo sentimientos hacia la marquesa, en todo este tiempo en que su amistad se había hecho más fuerte, ya era capaz de saber que se pasaba por la cabeza de su amigo con solo mirarlo a los ojos, y sabia que no lo estaba pasando nada bien.

-Si sigues fregando los vasos los vas a romper...-Guzmán con una sonrisa acariciaba el hombro de Samuel.

-Hay que tenerlo todo perfecto...ya sabes que nos pagan mucho por esta fiesta. -Samuel estaba serio, no había hecho una mueca alegre en todo el día.

-Samu, ya lo hablamos, esta noche nosotros también estamos de fiesta, es la fiesta de reencuentro de nuestra graduación, Nano ya dijo que él prefería trabajar y Lucrecia contrato a un grupo de camareros, tu y yo esta noche nos lo podemos pasar bien como en los viejos tiempos.

-A que tiempos te refieres, ¿a los que me querías abrir la cabeza?

Guzmán sonrió, se acordaba de aquellas noches en las que quería echar a Samuel de las discotecas, en esas noches en las que aún se ponía la venda en los ojos incapaz de aceptar la realidad de que uno de sus mejores amigos de infancia pudiera ser el asesino de su hermana, se arrepentía mucho y le encantaba que ahora su relación fuera tan distinta.

-Mira, se lo que te pasa, y también se que no quieres hablar del tema por mucho que yo te lo saque. Por lo tanto, solo te diré esto y te lo diré una vez, durante estos años has sido como un hermano para mí, hemos montado esto juntos, hemos salido adelante juntos, hemos hecho locuras juntos y siempre en todo hemos estado juntos. Así que si en algún momento, ves que los ánimos bajan, que quieres largarte, que quieres destruirlo todo, antes de hacerlo vienes conmigo y juntos pasaremos una nueva noche histórica.

- ¿Ahora es cuando me vas a pedir para salir no? – Samuel sonreía por primera vez en toda la noche, había descubierto en estos años que tener a Guzmán como amigo era uno de los mayores regalos que te podía dar la vida, siempre estaba ahí cuando le necesitabas, incondicionalmente.

Élite: Toda una vidaWhere stories live. Discover now