LAS LUCES Y SOMBRAS DE NUESTRO AMOR

Capítulo 66

   POV CARLA

— Lo siento su señoría, pero no quiero que ésta señora esté ensuciando la memoria de mi padre con mentiras... Todo lo que ha dicho son mentiras— dice furiosa la bastarda de Anastasia

Maldita, pero ya verás cómo me libero de ésto y una vez que lo haga suplicarás  clemencia. Me suplicarás que te mate.

— Imagino como se siente, pero si quiere que éste jucio termine lo más pronto posible, deje que la acusada termine— también me vengaré de ti, maldita jueza. Yo misma me encargaré que no sigas ejerciendo como jueza. — Continúe con el interrogatorio señor Russell. — Añade la hija de puta

— Continúe señora Wilks.

Limpio mis lágrimas y continúo con mi relato.

— Mi vida con Raymond Steele, fue un martirio, él me humillaba, me era infiel— puedo sentir la ira de Anastasia, pero me importa muy poco — nunca me amó, sólo quería aparentar el gran hombre que todos dicen que fue, pero ninguno de ellos lo conoció como realmente era. Ninguno de ellos vivió con él.

¿Que dices de esto Anastasia?

— Hablemos de su Anastasia ¿Cómo era su relación con ella?

— Nuestra relación era maravillosa, yo hubiese dado mi vida por ella.

Él imbécil de Grey, trata de contener a la bastarda, sé perfectamente que quiere interrumpirme.

— Pero ella cambió en la adolescencia, aunque una gran culpa se le atribuyo a su padre Raymond, él siempre la consintió en todo... Ella siempre le pedía cosas absurdas y él feliz le daba ... Recuerdo que una vez pidió un jet, su padre le negó pero ella hizo un desastre en la casa... Rompió muebles, destruyó mi ropa, mis joyas... Destrozó todo lo que estuvo a su alcance. Hasta que su padre le prometió que le compraría un jet, cuándo la empresa se expanda.

La malnacida estalla en llanto. Sé que es por la rabia que está sintiendo que está llorando.

¡Atacame Anastasia! Quiero enloquecerte, quiero que todos vean lo loca que estás. Quiero que vean que eres incapaz de cuidar de tú vida, por lo tanto no estás bien ni capacitada para cuidar a la bastarda de Liz.

— ¿Señora Grey, está usted bien?— Nuevamente la maldita jueza preocupada por la bastarda.

La estúpida sólo pretende llamar la atención.

— No puedo creer todo lo que esa maldita está diciendo, todo lo que dice es mentira— dice llorando mientras el imbécil de Christian Grey la abraza. — Por favor no le crea.

— ¡Basta Anastasia! Tú sabe que todo lo que digo es verdad... Durante años aguanté tus malos tratos, tuve que soportar que metiera a cuánto hombres en mi casa... ¡Por dios! ¿Cree que era fácil para mí, verte llegar borracha y drogada a casa?¿Cree que no me dolía al verte llegar prácticamente desnuda a casa? Nunca respetaste nuestra casa, nunca me respetaste, te suplicaba que no metas a tanto hombre a tu dormitorio pero tú reaccionaba violentamente. Te suplicaba que deje las drogas y el alcohol.

— ¡Eso no es verdad! ¡¿Hasta cuándo dirás la verdad aunque sea una vez?!—

En tus sueños "querida". Quiero que explotes, yo seré una víctima tuya. Recuperaré todo lo que me pertenece.

— Señora jueza, señores del jurado... Para mí es muy difícil está situación, a pesar de todo el daño que me ha hecho, yo amo a mi hija, y le deseo lo mejor... Por eso le pido a ella que deje de mentir, que no siga imaginando cosas que no son reales... Sé que la droga te confunde la realidad con la imaginación, te pido por él bebé que estás esperando que pidas ayuda. Tú sabes que Liz es mi hija, tú sabes que soy inocente de todo lo que me avisas ... Por el amor de Dios, recapacita... Te estás haciendo daño a ti misma— afirmo