Capítulo 41

6.4K 574 23
                                    

    POV CHRISTIAN

Llego a mi ático con una terrible tensión. Antes que me reencuentre con Anastasia, aliviaba mi tensión con mi sumisa de turno. Ahora no sé, todo esto es nuevo para mi, cuando estábamos en Georgia ella era una niña y no discutimos casi nunca.

Las puertas del ascensor se abren. Todo está en silencio. Atravieso el vestíbulo y camino hacia el salón.

El silencio se acrecenta. ¿Donde esta Ana y Liz?  Siento una fuerte punzada de ansiedad en la boca del estómago ¿Se han ido?¡No no no Anastasia no me haría algo así! Además yo le dí órdenes explícitas a Gail que no las deje salir.

— Liz, Anastasia— digo

Nadie responde. Mi ritmo cardíaco empieza acelerarse.

— Anastasia, Liz.

El miedo atenaza mi pecho. Se han ido.

— ¡Papi!—

— ¡Liz!— Una oleada de alivio me recorre todo el cuerpo. Están aquí.

Dejo caer el maletín y me inclino hasta quedar a la altura de mi hija. Abro mis brazos y mi niña corre hacia mi. Abrazándome.

La conozco hace poco pero siento que ya no puedo vivir sin mi niña. Le doy un beso en la cabeza.

— ¿Estás bien Papi?— Me pregunta al apartarse de mi.

— Estoy muy bien— le digo sonriente y acaricio su mejilla — ¿Tu mami?— Tengo un nudo en la garganta por la emoción.

— Está en la habitación.

¡Genial! Necesito verla, disculparme con ella.

— Ve a ver televisión mientras yo voy por tu mami— me incorporo.

— ¡Siiiiii! Quiero ver una película de princesa.

— Ok— beso su frente.

Mi hija se va corriendo hacia la sala de televisión y yo me voy a la habitación en busca de Ana.

— Hola— digo entrando a la habitación.

Anastasia está acostada en la cama mirando el techo, de inmediato clava en mi sus hermosos ojos, los tiene muy abierto y prudente.

— Liz, me dijo que estabas aquí ¿Estás bien?— No sé si está molesta conmigo, aunque probablemente si. Hasta yo estoy molesto conmigo mismo.

— ¿Enserio te importa si estoy bien?— Dice en voz baja.

Mierda esta enojada.

— Por supuesto... Lo más importante para mí es tú bienestar.—

Ella se incorpora

— ¿Te preocupa tanto cómo para dejarme aquí y decirle a tus empleados que no me dejen salir, mientras tú te vas a recordar viejos tiempos con esa mujer? —

Trago saliva nervioso. Está furiosa.

— No fuí a recordar viejos tiempos con Elena— me defiendo por qué está sacando conclusiones erráticas

— ¡Me importa una mierda a lo que fuiste con esa mujer!— Grita y se pone de pie— ¡Durante años Carla me obligaba quedarme encerrada, ¿Ahora tú haces lo mismo?! —

Mierda. Soy un estúpido. No me detuve en pensar que estaba haciendo lo mismo que esa maldita.

Lo has jodido a lo grande Grey.

— Disculpa...

Trato de acercarme pero Ana se aleja de mi.

No me alejes de ti por favor nena. Muero por besarte y tocarte.

LAS LUCES Y SOMBRAS DE NUESTRO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora