Capítulo 37

6.5K 543 21
                                    

   POV CHRISTIAN

Ana y Liz se fueron de compras con Mía, y yo he venido a mi empresa, pero no me quedaré mucho tiempo. Sólo atenderé los asuntos con mayor importancia, y luego iré a casa almorzar en compañía de mis princesas, para luego decorar esa habitación. Eso me recuerda que debo pedir una cama color blanco, edredón y sabanas con dibujos de princesas, cortinas con el mismo tono.

Un sonido en mi móvil interrumpe mis pensamientos. Seguramente es mi Ana.

Al ver el identificador me decepciono ver qué no es Ana si no Elena quién está llamando por teléfono.

— Elena — mi voz delata decepción.

— ¿Esperabas la llamada de otra persona?— Pregunta con un deje de curiosidad en la voz.

— Si— no lo niego— ¿Cómo has estado?

— Excelente ahora que escucho tu voz. Me enteré que regresaste a Seattle, así que hice reservaciones en un restaurante, para que almorcemos ¿Te parece en una hora más?

— Lo lamento Elena, pero no puedo...

— ¿Estás negándote almorzar conmigo?¿Te ocurre algo?— Me interrumpe

— Han ocurrido muchas cosas, pero no lo puedo hablar por teléfono. ¿Te parece si mañana almorzamos?

— Si. Debo admitir que me has dejado con la curiosidad ¿Es una sumisa nueva? Creí que yo iba conseguirte la próxima.

Eso me recuerda que debo hablar con Susy y terminar nuestro contrato.

— Mañana te enterarás.

— Estás misterioso— me dice preocupada

— Nos vemos mañana.

— Está bien. Hasta mañana.

Ella cuelga y yo aprovecho de enviarle un mensaje a Susy para que me espere en el escala.

Debo irme ahora antes que Ana y mi hija regresen a casa.

   ***

Cuando llego a mi ático, Susy, me espera en posición de sumisa en el vestíbulo.

— Levántate, no te llamé para esto— espeto

Dejo mi maletín en la mesita.

— No entiendo amo.

— Sígueme a mi estudio— ella está vestida con un vestido de satén, muy corto y de color rojo intenso. Zapatos a juegos. Yo mismo le regalé esa ropa.

Entro a mi estudio.

— Toma asiento por favor.

Ella Obedece. Quiero terminar lo antes posible con esto.

— Te he llamado por qué quiero terminar nuestro trato.

— ¿Cómo?— Abre los ojos como platos.

— Lo que oíste. Puede quedarte con el SUV, a mi no me interesa— no quiero nada que me recuerde a la vida vacía que he llevado los últimos años.

— Pero... ¿Hice algo mal?— Me Pregunta confundida.

— Nada, sólo que yo no quiero estar contigo, ahora quiero que salgas de aquí y ya no vuelvas aparecer.

— Amo— susurra

— Por favor Susannah ¿No pensaste que esto sería para siempre, o si?

— Claro que no, pensé que usted estaría más tiempo conmigo— joder Susannah ¡Vete de aquí!

LAS LUCES Y SOMBRAS DE NUESTRO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora