Capítulo 51

7K 522 49
                                    

   POV. CARLA

No puedo creer que yo; una mujer que estoy acostumbrada a la comida más deliciosa y cara, esté comiendo un trozo de pan seco que he encontrado en el congelador. Hace varios días que prácticamente no como nada, y para colmo el cabrón, hijo de puta de Jack Hyde, ha desaparecido. Sé sin siquiera decirme adónde iría, imbécil no soy y sé que se escapó para no ayudarme.

Maldito bastardo, prometió ayudarme, necesito recuperar mi vida. No sé hasta cuando podré continuar así. ¡Por Dios, soy Carla Adams, dama y señora de Savannah! Soy una mujer acostumbrada a la gran vida, no a esta miserable vida que estoy viviendo.

Intenté ir a mi casa, pero esos malditos policías no me permitieron el ingreso hacia el interior. Pero ya verás maldita bastarda, muy pronto me las vas a pagar Anastasia Steele, pagarás muy caro haberme despojado de todos mis bienes, tú, el bastardo de Grey y por supuesto el cabrón de Bob.

Un golpe en la puerta me saca de mis cavilaciones. Seguramente es Jack, pero me vas a escuchar maldito imbécil.

— ¿Señora Carla Adams?— Me preguntan cuando abro la puerta.

Hay dos policías parados enfrente de mi.

Seguramente me vienen a decir que ya puedo entrar a mi casa, si eso debe ser ¿Para que otra cosa me buscarían la policía?

— Soy yo, señor policía ¿En qué puedo ayudarlos?— Finjo amabilidad con estos estúpidos. No están a mi altura.

— Usted queda detenida, por asesinato en contra de Raymond Steele, amenazas y maltratos hacia Anastasia Steele, y la menor Liz Adams, apropiación bajo amenazas del holding Steele.

¿Pero que mierda está diciendo? Estoy en shock.

— No... No sé de qué me hablan— digo en un susurro.

Estoy helada ¿Están deteniéndome? El corazón late más fuerte.

Un hijo de puta saca unas esposas y antes que pueda defenderme me ha esposado.

— Aquí hay un error...

— Ningún error señora Adams, todo lo que diga puede ser usado en su contra— me empujan para sacarme del departamento.

— ¡Un momento ¿Ustedes saben quién soy yo? Tengo que hablar con mi abogado, esto que están haciendo es ilegal!— Les grito furiosa.

— En la estación de policía podrá llamar a su abogado. Andando.

— ¡No... Aquí hay error!

— Camine señora— ¿Enserio piensan llevarme?

— ¡Por supuesto que no... ¿Quien los envío?¿Robbin Adams?¿Anastasia Steele?¿Christian Grey? ¿Quien, malditos?!

Me entra el pánico, pero no puedo demostrar debilidad delantes de estos estúpidos insignificantes.

— Camine señora.

No no no. Me niego ir con ellos.

Los malditos hijos de puta, me sacan a empujones del edificio. No les importa mis gritos, mi desesperación. No les importa nada.

No puede ser que esto me esté pasando a mi.

Me llevan hasta una estación policiaca. Intento safarme pero no puedo hacer nada contra dos gorilas.

— Señora Adams, soy el jefe de policía Erick Jhonson— aparece un hombre de unos cuarenta años, rubio, ojos azules, alto.

— ¡Exijo que me suelten... Ustedes no saben con quién se están metiendo!

LAS LUCES Y SOMBRAS DE NUESTRO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora