22 - Todo Se Sabe [Final]

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Fuimos en patota a la comisaría. El que más declaró fui yo, porque tuve que contar desde el principio, o sea, desde que conocí a Don Mauricio. Me hicieron pasar a la oficina del comisario, con Lucas y Leticia.
Después siguieron Etelvina, Jimena y hasta Enzo y José.

Finalmente se aclaró todo, pero no enseguida. Hubo detalles que se fueron resolviendo durante la semana siguiente. Lo primero que supimos fue que el francés no era francés, sino argentino, y que no solo fue acusado de secuestro e intento de robo: también, de asesinato. Fue él quién mató a Don Mauricio haciéndole tomar las pastillas con el whisky, para que pareciera un suicidio. Y la noche del crimen, cuando yo aparecí en la terraza con la tarantella, Don Mauricio ya estaba muerto y el asesino, adentro del departamento. ¿Cómo lo supimos? Me di cuenta a último momento, cuando sonó el celular que el tipo tenía en el bolsillo. De ahí salían las campanadas y no de un reloj, como yo había pensado. Y me engañé dos veces, porque el celular también sonó cuando estábamos en el departamento, y aunque él lo atendió yo seguí pensando que había sido un reloj.
Pero lo que sorprendió a todos, especialmente a Etelvina, fue la identidad del falso francés.

Después de los interrogatorios y la averiguación de antecedentes, se supo que el tipo era un filatelista fanático, que unos cuantos años atrás había estado relacionado con el robo de una colección de estampillas muy importante. Y ahora viene el detalle que dejó a Etelvina muda de verdad (al menos, por un rato): el tipo no era otro que Héctor Cardone, el amigo de Don Mauricio, a quien Etelvina había llamado una vez por teléfono para pedirle su opinión sobre la Dama De Elche.

El martes a la noche, Jimena vino a comer a casa y nos contó algunos detalles más.

_Si vos no hubieras subido con la tarantella, el asesinato de mi abuelo habría quedado como un suicidio. Sos el único que pensó que no se había suicidado -me dijo, apenas me vio.

_Creo que lo más importante que hizo Don Mauricio -dije yo.

_¿Qué hizo? -preguntó Jimena.

_Tirar la cajita con la Dama De Elche a la maceta.

_Eso fui increíble. Todavía no lo entiendo.

_En algún momento tiene que haber sospechado que el tipo se la iba a robar, entonces se le ocurrió tirarla por la ventana. Una vez se le había caído una pinza y me pidió que se le alcanzara. A lo mejor pensó que iba a estar más segura en la maceta que en su casa.

_¿Cómo conoció tu abuelo a Héctor Cardone? -preguntó Leticia.

_Mi abuelo se escribía con muchos filatelistas. Cardone era uno de ellos. Después de las cartas, empezaron a hablar por teléfono y... digamos que se hicieron más o menos amigos. Seguro que hacía bastante tiempo que Cardone andaba detrás de la Dama De Elche.

_¿Y el especialista que consultó Etelvina? -siguió Leti.

_Otra mentira de Cardone. Era él mismo. Etelvina lo consultó por teléfono y él le sugirió que le escribiera al mejor especialista del país. Le dio un nombre falso y una dirección, y Etelvina escribió. La carta la recibió él y la contestó diciendo que la estampilla era un fraude. Etelvina se quedó tranquila y no molestó más ami abuelo para que la guardara en un banco.

_Y Cardone también se quedó tranquilo, sabiendo que la estampilla seguía en el departamento y que podía robarla en cualquier ocasión -dijo Lucas.

_¿Entonces Etelvina no tenía nada que ver con el crimen? -preguntó Gonzalo.

_No, nada -dijo Jimena, sonriendo-. La pobre no para de llorar. Se siente responsable. Dice que tenía que haber sospechado que algo andaba mal cuando vio que los álbumes estaban cambiados de lugar en la biblioteca.

_Se ve que el tipo revolvía todo para encontrar la Dama De Elche -dije, recordando que yo también había notado que la biblioteca estaba diferente-. Yo pensé que era Etelvina la que cambiaba los álbumes de lugar... Pobre... Y al final no tenía nada que ver...

_No, nada. Y no tiene por qué sentirse culpable -siguió Jimena-. Este hombre hace tiempo que trataba de conseguir la Dama De Elche, y estaba dispuesto a cualquier cosa.

_Bueno, de eso no hay duda; si fue capaz de matar... -dijo Leticia.

_Seguramente lo tenía bien planeado, por eso llevó la botella de Whisky y otra caja de pastillas. Sabía todo, hasta el nombre de los medicamentos que tomaba mi abuelo. Y también que el médico le había prohibido tomar alcohol.

Al final, Don Mauricio tenía razón. Jimena nos contó que iba a vender la estampilla. Tenía muchísimos planes para su escuela, sus alumnos y toda la comunidad del pueblito de Salta donde estaba viviendo. Nos habló de talleres de artesanía, de comedores, de otra escuela, de una biblioteca y de todo lo que iba a hacer cuando vendiera la Dama De Elche. A mí, me pareció muy, pero muy bien.

Ah, y una cosa más: nos invitó para que fuéramos a pasar unas vacaciones a Salta cuando quisiéramos. Yo propuse que también podía ir Etelvina, y me dijeron que era una buena idea.

Y ahora sí, la última: antes de irse, Jimena le regaló a Gonzalo la cajita de tapa corrediza. El enano estaba tan emocionado que no podía ni hablar. Lucas dijo que era un buen gesto de parte de Jimena. Y yo estoy de acuerdo; después de todo, el enano estuvo genial.





Fin.

Un Secreto En La Ventana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora