8 - Vacaciones y Algo Más

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El lunes empezaron las vacaciones y a diferencia de otros años, me levanté sin ganas de nada. El verano y las vacaciones me gustan tanto... Pero con Don Mauricio muerto, las cosas eran diferentes. N sé... me puse a pensar en eso que dijo Enzo de que la gente a veces hace cosas que uno no se imagina. No me acordaba de las palabras que había usado, pero más o menos era algo así como que uno nunca sabe lo que pasa en la cabeza de los demás o cómo van a reaccionar ante determinadas cosas. Pensar en eso me ponía muy triste. Yo creía que lo conocía a Don Mauricio y nunca me hubiera imaginado que no quería vivir. No podía entender algo así. ¿Cómo era posible que alguien que se entusiasmaba tanto con la Dama de Elche decidiera, de un momento a otro, que no valía la pena seguir viviendo?
En esas cosas pensaba mi primera mañana de vacaciones, cuando Lucas me llamó para desayunar y darme una maravillosa noticia: antes del mediodía iba a llegar Gonzalo, su sobrino. El pesado. El pesadísimo. Y no venía por un rato, que no hubiera sido tan grave. No. Venía para quedarse. Lo único que faltaba, pensé. ¿Cómo se le ocurría a Lucas traerlo a pasar unos días a casa? ¿No se le podía ocurrir algo mejor? Gonzalo es insoportable. Me sigue a todas partes, me imita, creo que soy algo así como un ídolo para él. Eso, al menos, es lo que dice Lucas. Gonzalo tiene seis años, a lo mejor es por eso. Leticia dice que a esa edad los chicos buscan modelos. ¿Y justo a mí tenía que elegirme? No pego una yo.
Menos mal que antes de que llegara tuve tiempo de cruzar a la pizzería para charlar un rato con Enzo. Quería saber algo más sobre Don Mauricio.

_No te puedo dar explicaciones, Manu. Y no porque no quiera, sino porque no las tengo -dijo Enzo-. Ya te dije que a veces la gente hace cosas que...

_Que uno no se imagina -lo interrumpí.

_Eso mismo. Veo que entendés.

_No. No entiendo nada. Por eso te pregunto.

_Yo tampoco entiendo. ¿Qué querés que te diga? No creas que porque soy grande entiendo todo. Para algunas cosas no hay diferencia entre ser chico y ser grande.

_Alguna diferencia tiene que haber. Los grandes siempre saben más cosas.

_Algunas más puede ser, pero no todas.

_¿Por qué están tan seguros de que se suicidó?

_Por algunos detalles...

_¿Qué detalles?

_Manu, ¿no te parece que sos un poco chico para andar preguntando estas cosas?

_¿Antes no dijiste que para entender algunas cosas no había mucha diferencia entre ser grande y ser chico?

_Ay, Manu, Manu... Lo que yo te puedo contar, también te lo pueden contar Lucas, José, Etelvina... O cualquiera en el barrio, dentro de un día o unas horas, vaya a saber.

_Bueno, entonces contámelo vos.

_¡Está bien!. Me rindo. Cuando hablé de detalles me refería a lo que dijo la policía: que en la casa de Don Mauricio encontraron dos cajas vacías de pastillas para dormir y una botella de whisky por la mitad. Por eso se habla de suicidio, ¿entendés? Ahora hay que esperar los resultados de la autopsia para saber exactamente de qué murió. Etelvina estaba muy sorprendida, dijo que ella había visto una sola caja de pastillas casi llena. Se ve que la otra la tenía guardada. En cuanto al whisky, no se imagina dónde lo tendría escondido, porque ella jamás lo había visto. El médico le tenía prohibido tomar alcohol.

_¿Y por qué quiso suicidarse?

_Andá a saber. Estaba enfermo y por ahí muchas esperanzas no tenía...

Me quedé pensando. No me terminaba de cerrar lo del suicidio. Además...

_Y si se pensaba suicidar... ¿para qué me pidió la tarantella...?

Un Secreto En La Ventana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora