004.

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Una semana después.

Jungkook sentía que se volvería loco. Desde que dejó ir a Jimin aquél día, no volvió a verlo y a pesar de que ya tenía que estar acostumbrándose a no verlo siempre allí, esta vez era diferente pues la angustia que sintió cuando lo dejó ir en aquél preocupante estado, no se iba. Él lo sabía, él sabía perfectamente que no tenía por qué preocuparse o meterse en la vida de las personas, específicamente si eran completos desconocidos.

Sin embargo, ¿por qué no sentía a Jimin así? ¿Por qué sentía que lo conocía desde hace tiempo? ¿Sería porque había soñado con él?

Estaba preocupado por un desconocido, excelente. ¿Qué más en la lista de cosas estúpidas le quedaba por hacer? Se sentía un tipo de acosador, inclusive desquiciado, por sólo pensar en esa persona y no poder sacársela de la cabeza junto a un sinfín de preguntas.

"¿Estará bien?", era la pregunta que más se hacía.

¿Y si le pasó algo de camino a su casa? ¿Y si estaba en problemas? ¿Por qué lloraba ese día? ¿Era por aquel muchacho de la foto? ¿Era un conocido? O peor aún, ¿era su novio? Jungkook había intentado sacar sus conclusiones al respecto pero no podía darlas por hecho sin consultar ni saber perfectamente la situación. Mierda, todo era tan confuso.

No sabía si era porque lo había visto en un mal estado, pero desde ese día, Jungkook no podía quitarse de la cabeza que Jimin no estaba bien.

Como estaba haciéndose costumbre, permanecía pensativo apoyado al lado de la máquina de café mientras esperaba a que las puertas de la cafetería se abrieran, manteniendo sus brazos cruzados y el ceño fruncido.

Entonces Hoseok pasó a su lado y cuando lo miró, suspiró de forma exhausta.

—¿Sigues pensando en él? —preguntó.

El pelinegro asintió lentamente con la cabeza.

—Joder, Kookie... ¿Ya déjalo ir, sí? En serio esto no está siendo bueno para tu salud y desempeño laboral. El chico se fue, y tampoco te incumbe demasiado su vida personal, no es lo común.

Jeon suspiró.

—Dios, lo sé, lo sé... —pasó una mano por su cabello— Pero Hoseok, no se veía bien... en serio, él no estaba bien... ¿Cómo quieres que deje pasar eso por alto? ¿Cómo quieres que no me preocupe?

—Mira, según lo que me contaste él dejó en claro que no se conocían, que son completos extraños, prácticamente dió a entender que lo dejes en paz.

El contrario permaneció en silencio, mirando a la nada.

—Perdón por ser duro, pero hay que ser honestos, está muy difícil que logres algo con ese chico... Y más si piensas que tiene pareja, así que... Es hora de parar de intentar, ¿no crees? —palmeó su hombro antes de alejarse, dejando a un Jungkook pensando profundamente sus palabras y en el fondo doliéndole porque tenía razón.

Hay que dejarlo ir.

Su día transcurrió como cualquier otro, hoy le había tocado ser cajero, así que como era costumbre ya comenzaba a sentir cierto dolor en los pies al estar tanto tiempo de pie. A pesar de sentirse decaído, no demostraba eso ante los clientes, siempre les ofrecía una gran sonrisa pues ellos prácticamente representaban el lugar. Nadie quiere entrar a un local y ser mal atendido, especialmente si tuvo un mal día, siempre había que ser amable con las personas... Pues nunca sabes si la están pasando mal y necesitan que alguien les sonría o trate bien.

—Hey, Kookie... —Moonbyul se colocó a su lado, dándole una caricia en el brazo al notarlo aún decaído— ¿Te gustaría que tomara el siguiente turno por ti? Así descansas un poco, además puedes encargarte de limpiar las mesas... Es más fácil.

Coffee & Milk ✧ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora