009.

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—No puedo creer que me hayas convencido de esto.

Habló Jimin horas después mientras observaba el local al frente que parecía estar demasiado lleno de gente y la música se escuchaba desde afuera. Después de que el rubio aceptara la propuesta del pelinegro, continuaron comiendo y charlando hasta que comenzó a oscurecer. Pagando la cuenta, Jeon los llevó en su auto hasta el lugar que tenía en mente para celebrar su cumpleaños.

Jungkook quién estaba a su lado, metió las manos en los bolsillos de sus pantalones y se encogió de hombros.

—A mi no me sorprende, siempre obtengo lo que quiero.

Park le miró con una ceja levantada.

—Qué arrogante sonó eso.

—Estoy bromeando —habló enseguida— En realidad me alegra que hayas aceptado.

El chico suspiró, mirando de reojo el lugar. —Ahg, sinceramente no estoy seguro de que sea buena idea... hace mucho no voy a estos lugares.

—Tranquilo, estarás bien.

—¿Cómo estás tan seguro de eso? —se cruzó de brazos.

—Porque yo te cuidaré.

Jimin alzó sus cejas por inercia, sorprendido. E inmediatamente Jungkook se dió cuenta de lo que había dicho.

—A-Ah, quiero decir que... seré el que conduzca, no puedo tomar tanto. Así que básicamente estaré al pendiente de que no vayas a cometer alguna locura.

—¿Locura? —reprimió una risa— ¿Qué clase de persona crees que soy?

—Bueno... —se encogió de hombros, apartando la mirada al sentirse intimidado por la de Jimin— Nunca se sabe. Puede que termines bailando con algún desconocido, o algo peor.

Jimin soltó una carcajada.

—¿Se te olvida que tengo novio? Jamás haría algo como eso.

Jungkook pasó su lengua por el interior de su mejilla, levantando con sugerencia sus cejas y riendo por lo bajo.

—Eso dices ahora... —murmuró suave.

—¿Qué haz dicho?

—Nada —sonrió de forma inocente para después chasquear su lengua y acercarse al rubio— Vamos a divertirnos, ¿ok? —le tendió su mano.

Park miró de reojo la entrada del lugar y después a Jeon, algo indeciso. Hasta que finalmente suspiró y con una pequeña sonrisa, tomó la mano del pelinegro quién inmediatamente le sonrió devuelta y lo arrastró hasta el club.

Antes de entrar tuvieron que pagar una entrada algo cara pues aquél lugar era bastante popular y cotizado. Literal eran de esos en los que tenías que estar en la lista para entrar pero Jungkook logró sobornar al guardia de seguridad con dinero para que los dejase entrar específicamente a la zona vip, en la cuál tenías que tener reservación previa.

Con éxito, el guardia los dejó entrar como si nada, no sin antes chocar puños con el pelinegro.

—¿Eso no es ilegal? —le preguntó Jimin en voz baja refiriéndose al soborno que había hecho.

—Lo es —afirmó con una sonrisa— Sin embargo cuando eres cliente frecuente, nadie dice nada. Siempre olvido reservar y hago lo mismo, es pan comido.

—¿Cliente frecuente? —repitió, para después mirarlo sospechosamente— Dijiste que te gustaba salir de fiesta pero no pensaba que tanto.

Jeon se encogió de hombros una vez más, con una pequeña sonrisa.

Coffee & Milk ✧ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora