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Una de las cosas que más amaba Jungkook, era la lluvia. Y es por eso que ahora mismo se encontraba sentado al borde de su cama, fumando tranquilamente un cigarro mientras escuchaba el relajante sonido de la lluvia afuera de su edificio. No había mucha luz en la habitación pues comenzaba a amanecer, era de madrugada y por azares del destino se levantó a esa hora.

Detrás suyo y envuelto entre sus sábanas se hallaba Jimin plácidamente dormido, con el rostro hundido en su almohada y haciéndole lucir sumamente adorable.

Era obvio que no quiso despertarlo, pues si no habían dormido nada después de toda la diversión que tuvieron anoche. Aún sentía su cuerpo adolorido, pero el dolor era reemplazado con una sonrisa de satisfacción al recordar su origen.

Aunque bueno, una sonrisa no era exactamente lo que se encontraba en su rostro ahora mismo. Pues aquel ambiente silencioso y pacífico sólo le hizo comenzar a reflexionar de todos los acontecimientos de ayer, específicamente de la gravedad que traían, de las consecuencias.

Y claro que no eran buenas.

No podía quitarse de la cabeza que había una persona llamada Kim Taehyung que había amenazado con hacerle daño de todas las formas posibles a su persona. Un hombre que no necesariamente tenía que conocerlo para saber que estaba realmente mal de la cabeza y que podía hacer cualquier cosa para cumplir sus cínicos objetivos.

Él era consciente de todo esto, quizás ayer no lo pensó mucho pues se había dejado llevar por la emoción del momento, pero ahora estaba teniendo todo el tiempo del mundo para reflexionarlo. Él sabía perfectamente que no iba a ser fácil, que no sería tipo "Jimin dejó a Taehyung, entonces ahora se queda conmigo y seremos felices para siempre", por supuesto que no.

La vida no era así, la realidad no era así.

La única realidad que existe y conoce en estos momentos es que por más que Jimin haya terminado con Taehyung, no iba a poder quitarlo fácilmente de su vida.

No por ahora, pues esto aún no había terminado.

—¿Kook?

Giró su rostro al escuchar esa suave y ronca voz, observando con una pequeña sonrisa como Jimin se incorporaba mientras bostezaba.

—Hola, cariño —saludó sin quitar su sonrisa para después regresar su rostro al frente y darle una calada más a su cigarrillo.

Jimin limpió sus ojos y seguidamente frunció el ceño al percibir el desagradable olor a tabaco. Entonces rodó sus ojos, soltando un pequeño suspiro y poco a poco comenzó a gatear sobre la cama, acercándose a Jungkook hasta poder darle un pequeño beso a su espalda desnuda.

—Buenos días, guapo... —susurró en su oído con voz suave para después besar su hombro y abrazarlo de espaldas.

—Buenos días, precioso... —le siguió el contrario, girando su rostro sólo para darle un tierno beso en la mejilla—¿Cómo estás?

—Mhm, bien... —respondió, apoyando su mentón en su hombro— ¿Qué hacías despierto?... Y fumando... —dijo eso último con pesadez.

Jungkook suspiró, bajando el cigarrillo.

—Lo siento.

—Creo que no te he dicho lo mucho que detesto el olor a tabaco...

—No, no me lo has dicho. Pero descuida, no volveré a hacerlo.

Jimin acarició sus hombros, dándole un beso en el cuello.

—Eso espero... ¿Te encuentras bien? —preguntó al notar un cierto aire sombrío en el chico.

Coffee & Milk ✧ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora