019.

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Jimin conducía bajo la abundante lluvia, las calles estaban relativamente despejadas pero sin embargo aumentó más la velocidad a lo que se le tenía permitido mientras que poco a poco el parabrisas limpiaba su vista y sentía unas terribles ganas de llorar.

Las cuáles no se tomó el tiempo de reprimir y comenzó hacerlo, rompiendo en llanto mientras que se aferraba con fuerza al volante.

No podía concentrarse correctamente al sentir lo que estaba sintiendo en esos momentos, una pacífica sensación de libertad y frustración.

Maldita sea.

Finalmente había terminado con Taehyung.

Se sentía tan bien consigo mismo, sentía que podía hacer cualquier cosa en este jodido mundo y por eso no dudó ni un segundo en tomar su auto e irse literalmente a la mierda.

Entonces después de largos minutos de recorrido llegó al edificio donde vivía Jungkook, dándose cuenta para su desgracia que el estacionamiento estaba lleno y no podía entrar. No lo pensó mucho, estacionó su auto en alguna orilla cercana de la calle y salió, siendo recibido de golpe por la fuerte lluvia que inmediatamente logró empaparlo pero no pudo importarle menos. Sin un paraguas a mano o un abrigo que le cubriese, cruzó rápidamente la calle y se adentró al edificio.

Casi no había nadie alrededor pues la mayoría de personas estaban adentro en sus apartamentos por el frío que hacía, lo cuál le facilitó para moverse con más facilidad, sin embargo parecía que el universo quería conspirar en su contra para cuando quiso ir al ascensor, fue detenido por el cartel que tenía pegado y decía "Fuera de servicio".

Tenía que ser una jodida broma.

Al lado del ascensor se encontraban las infinitas escaleras, entonces se dirigió a ellas y comenzó a subirlas lo más rápido que sus piernas le permitían. No se iba a rendir. Tenía que llegar hasta Jungkook lo antes posible.

Tenía que decirle que lo amaba.

No era idiota, había calculado la hora y hace rato el pelinegro debió de salir del trabajo. Sólo esperaba que estuviese en su apartamento, de lo contrario no tenía idea de donde podría entrar. Era por lo único que rogaba, pues necesitaba verlo.

Poco a poco sus piernas comenzaron a debilitarse al igual que su respiración se agitaba. Mierda. ¿Por qué tenía que vivir en el sexto piso? De todas formas no paró ni un segundo, hasta llegar finalmente al anhelado piso. Se detuvo, recaudando un poco las energías para seguidamente comenzar a trotar por los pasillos y buscando el número de apartamento del pelinegro.

Era 1301, lo había visto tantas veces que no podría olvidarlo.

Y finalmente lo halló, deteniéndose de golpe e intentando regular su respiración. Prosiguió a tragar saliva y comenzar a tocar repetitivas veces la puerta hasta sentir que le dolían los nudillos.

Se detuvo, pensando que fue suficiente y esperó... pasaron unos largos segundos, en los cuáles pensó por un momento Jungkook no estaba en el apartamento.

Y justo cuando sintió la desesperación llegar a su cuerpo la puerta es abierta.

Los corazones de ambos jóvenes se detienen al mismo tiempo que encuentran miradas.

Jungkook mira a Jimin con extrema sorpresa en sus ojos, estaba en ropas normales y tenía el cabello algo desordenado. Lo más probable es que estaba dormido o acostado. Sin embargo eso no era nada comparado a como lucía el contrario, pues tenía la ropa y cabello mojados más su respiración agitada no ayudaba mucho a su aspecto.

—¿J-Jimin? —suelta, mirándole a asustado— ¿Qué haces aquí?

—J-Jungkook... —logra formular el rubio pero inmediatamente comienza a toser.

Coffee & Milk ✧ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora