HARRY
Verla intentando sacar la carpeta del último estante me devolvió de una bofetada infernal tres años atrás.
Mande a Mia a sacar la última carpeta de abajo, y ponerla en el último lugar de arriba, solo para observarla con esos pantalones ajustados que resaltaban su figura. No aguante y me acerqué con el pretexto de ayudarla a guardar la carpeta, solo para acercarme a ella y poder besarla.
Lo recuerdo como si hubiese sido recién, y el mundo me ama entregándome esta segunda oportunidad de volver a repetirlo, o me odia, y el mundo me está entregando esta segunda oportunidad para serle infiel a Isadora. Cuando tengo a Mia cerca mi mente deja de funcionar, solo reaccionó, no pienso en consecuencias, así que me acerqué a ayudarla, pero su reacción fue completamente diferente a cómo lo recordaba. Se sobre salto, dándose la vuelta asustada, pasó por debajo de mi brazo en menos de un segundo, saliendo de mi encierro, alejándose metros de mí.
- Tranquilízate, solo intentaba ayudarte - le dije molesto por su reacción, ¿Qué pasa Harry? ¿Acaso pensaste que te acercarías y ella caería en tus garras como lo hacía antes? ¿Pensaste que aún seguiría enamorada de ti? Se nota a kilómetros que no, que ella ya te supero. Ya no la pongo nerviosa, ya no la descoloco, no se pone roja, no titubea, no le tiembla la voz, ni el paso, Mia es otra, o a lo mejor no es otra, es solo que, me olvido, y a mi, a mí su presencia aún me hace temblar el mundo por completo.
- Me asustaste, se supone que se toca la puerta antes de entrar - respondió agitada con la voz temblorosa.
- Estaba abierta - tomé la carpeta, la dejé caer en el escritorio y me marché de ahí. Su presencia y su olor me afecta demasiado y mi presencia a ella nada, no puedo creer que haya estado apunto de engañar a Isadora, todo por las ganas incontrolables de besar a Mia, no sé qué pasó por mi cabeza, fue solo el momento y revivir recuerdos dolorosos, solo fue eso, no puedo volver a dejarme llevar de esa manera, sobretodo porque ya no soy correspondido, el único que está sintiendo cosas aquí soy yo. Entré en mi oficina, y me quité la chaqueta, la tiré sobre el sofá, y me arranqué la corbata con rabia, tocaron la puerta.
- Pase - respondí frío, no quiero que nadie me moleste, necesito estar solo. Me arremangue las mangas de la camisa, y me desabroché los primeros botones, me dejé caer en la silla, ¿No habían tocado la puerta? Iba a gritar pase otra vez cuando levanté la vista y Mia estaba concentrada observándome - No necesitas tocar aquí, es tu empresa, no la mía, solo pasa sí - le dije molesto, Mia trago saliva y entró rápido. Se dirigió al sofá, tomó mi chaqueta y fue a colgarla al pechero, volvió, se quitó los tacones, se arrodilló sobre el sofá, se soltó el cabello y se acomodó sus anteojos negros, y yo no puedo dejar de observarla, extrañaba observarla con detalle, extrañaba sus gestos, es tan familiar, es como si me sintiera en casa, cuando la tengo ella al lado siento que estoy en el lugar correcto, siento que todo es perfecto, siento que a su lado pertenezco, pero aún extraño observarla más de cerca, cómo cuando la tenía abrazada en la cama y podía admirar con sumo detalle sus ojos cafés que se achinaban de felicidad, sus pestañas, su sonrisa, basta Harry, basta.
- ¿Qué? - preguntó incómoda por mi mirada.
- Nada, es solo que, ¿Hace cuanto ocupas anteojos? - intente sonar relajado y sin importancia, como si hubiese estado observando sus anteojos.
- Mmm, hace un año y medio aproximadamente, cuando saque licencia de conducir me di cuenta que necesitaba anteojos - se puso a reír, y escucharla reír hizo que por acción automática se me formara una sonrisa a mí - No los necesito en todo momento, son solo para observar de lejos, pero a veces se me olvida quitármelos al bajarme del auto - levantó sus hombros y se volvió a concentrar en las hojas. Yo debería hacer lo mismo, concentrarme en las hojas y no en ella, mi mente va por un camino demasiado peligroso del cual no habrá regreso.Sentí las hojas de Mia caer al suelo, levanté la vista y estaba durmiendo en el sofá, miré el reloj, había pasado una hora, me levanté a buscar mi chaqueta y me acerqué a taparla, retire hojas que aún quedaba sobre su cuerpo, y me detuve antes de quitar las últimas hojas, se encontraban sobre su pecho, no sé si quiero sobrepasar ese límite, está durmiendo y lo más probable es que no quiere que la toque, si retiro esas hojas podría pasar a rozarla, mejor dejaré las hojas sobre ella, le puse la chaqueta, se movió un poco, pero siguió durmiendo, dude en quitarle los anteojos, tampoco lo hice. Me arrodillé a su lado a recoger las hojas que estaban en el suelo.
- Harry - sentí mi nombre en un leve susurro de sus labios.
- ¿Qué? - no la quiero mirar, la tengo muy cerca. De pronto se sentó de golpe y rápido.
- Harry - volvió a repetir ahora fuerte y yo la miré asustado por su reacción, Mia miró hacia el escritorio, aún no me ve aquí abajo ordenando las hojas. Bajó sus pies y se trató de parar, pero al intentar levantarse caminando chocó conmigo cayendo sobre mi.
- Mia ¿Qué te pasa? - como rayos no me vio, si estaba aquí mismo ordenando, nunca dejara de ser despistada.
- ¿Qué me pasa? ¿Qué haces aquí Harry? - preguntó enojada. Mis ojos se fueron directo a su escote que tengo a escasos centímetros, tortura, esto es tortura de parte del universo, no es una segunda oportunidad, es una verdadera tortura.
- Recogiendo las hojas que se te cayeron por estar durmiendo - puedo inundarme en su olor desde esta posición, mi mente se está yendo a los recuerdos más peligrosos, y yo no lo estoy controlando.
- Aaa - respondió culpable, pero no se mueve ningún centímetro, sus ojos están recorriendo mis labios, tengo que detener esto.
- Mia sal de encima por favor - le pedí molesto, necesito que se levante ahora ya, la situación se me está saliendo de las manos. Mia cambio su mirada, y me la quitó de los ojos.
- Si, lo siento - respondió suave sin mirarme y poniéndose de pie.
Mi mente solo está en una parte en estos momentos, en esos recuerdos que me costó las vacaciones en el yate y que ninguna mujer fue capaz de hacerme olvidar. Mi mente está recordando a Mia en mi cama, debajo de mí "Te amo Harry". Cerré los ojos y me tapé el rostro, me restregué con fuerza, necesito sacarme estos recuerdos de la cabeza. Me puse de pie sin mirarla, tomé mi chaqueta y me la puse.
- Yo me voy, necesito descansar, nos vemos mañana - tomé mi celular del escritorio, mi corbata y me largué de ahí.
Quizás estoy cometiendo un error, quizás debería quedarme e intentar explicarle que aún siento absolutamente de todo por ella, no debería haberme marchado así, Mia siempre me reclamo que ante cualquier situación comprometedora yo me marchaba, como esa noche que me dijo te amo, debería volver ahí dentro de esa oficina. Me detuve a mitad del pasillo de camino a la salida. Me giré y observé la oficina de lejos. Ya se acabo Harry, estás comprometido, la vida siguió, Mia avanzó, se nota que no siente nada por mí, no por verla un día lo dejaré todo, a lo mejor es eso, el efecto de verla después de tantos años, si, solo debe ser eso. Me volví a girar y seguí mi camino a la salida.
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El Jefe Es Mi Prometido (2)
RomanceEsta es la Segunda Parte de El Jefe de Mi Prometido. Harry y Mia se vuelven a reencontrar después de 3 años, pero ahora las cosas han cambiado bastante ... ¿Qué Harry cree en el amor y Mia no? Vaya, si que han cambiado bastante...