Capítulo 8 Parte I

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MIA


Levanté mi mirada para observarlo decepcionada, ¿Harry le cuenta de su vida a Samantha? Le debe importar demasiado su novia si es que le habla sobre ella a Sami.
- Para no creerlo - dijo Steve riéndose de manera burlesca a mi lado.
- Yo tampoco, pero lo vi con mis propios ojos hablando por teléfono con la chica tan afortunada de encontrar a un hombre tan romántico como él - ¿Dijo romántico? ¿Harry romántico? ¿Qué le habrá escuchado hablar con su prometida? ¿Qué le habrá dicho de su prometida a Samantha? Debe estar demasiado enamorado para hablar de esa manera de una mujer con una extraña, y conmigo, cuando me tuvo a su lado se encargó de hacer todo lo contrario, cada vez que alguien preguntaba quién era yo, él siempre reclamaba dejando claro que no éramos nada, francamente a Harry nunca le importé. Siento que me estoy volviendo a quebrar por dentro, estoy sintiendo que volveré a tocar fondo, o lo estoy tocando, no lo sé, no lo quiero averiguar, esta vez no me permitiré ningún segundo de destrucción.
- ¿Y tú preciosa, crees en esas cosas del amor? - la voz de Steve me saco de mi fondo para rescatarme y volver con todo a la realidad.
- Por supuesto que no - respondí riéndome mientras Harry me observaba de una manera que no logro interpretar.
Logre almorzar sin derrotarme en ningún momento, intenté reírme lo que más pude con Samantha y Steve, Harry casi no produjo palabra de su boca.
- Ahora me tengo que ir a mi empresa, nos estamos viendo preciosa - Steve me tomó de la cintura a la salida del local y me dio un beso en la mejilla, fingí interés y me despedí de él de manera amable, por dios que hombre más desagradable. Me puse a caminar de vuelta a KEOS, cuando Harry me toma del brazo para impedir mi camino.
- Ahora me vas a explicar que hay entre tú y Steve - me jaló hacia él y me llevó hasta un rincón para impedir algún tipo de escape por mi parte, aquí estamos en la calle, lejos de personas desconocidas, aquí le puedo contar lo que me traigo entre manos.
- Sospecho que Steve es el que estamos buscando - le dije en un tono de voz muy bajo, Harry cambio su postura de enfado a confusión.
- ¿Entonces no estás saliendo con él?
- ¿Qué? No, ni muerta - me puse a reír, Harry estaba celoso y lo acaba de admitir con esas frase, aunque fue bastante evidente durante todo el día sus celos, lo disfruté bastante, se lo merece.
- ¿De qué te ríes? - preguntó enfadado
- Estabas celoso
- Pues claro que me estaba muriendo de los celos, ¿Por qué crees que entraba a tu oficina a cada rato? - ¿Qué? ¿Estoy soñando? ¿Harry acaba de afirmar algo que yo dije? ¿Es el mismo Harry? ¿El corte de cabello y la barba lo hará más inteligente? No me lo puedo creer, esto pasa en el mundo paralelo, Harry admitiendo que está muriendo de los celos.
- Ya, pero eso no es el punto.
- Por supuesto que es el punto, por dios ¿es necesario coquetearle para sacarle información? - Harry está exasperado.
- Es la única manera que encontré para acercarme a él - me observó unos segundos, y se relajó.
- Podemos conversar después del trabajo, me gustaría explicar lo que escuchaste en el almuerzo - sus ojos son de culpabilidad.
- No, yo no te he pedido explicaciones.
- Pero igual te las quiero dar.
- Pero yo no las quiero Harry.
- ¿Por qué no?
- Porque solo nos estamos acostando, cuando nos acostamos las primeras veces a ti jamás te importo que yo estuviera comprometida, bueno a me importa bien poco que tú también los estés - me puse a caminar, pero me giré a observarlo, no puedo dejar pasar esta oportunidad - Ironías de la vida ¿no?, como se invierten los papeles - le cerré un ojo y me puse a reír, volví a voltearme para seguir mi camino, touché Harry, ahora las batallas las gano yo.

Durante lo que quedaba de día Harry no volvió a entrar a mi oficina a molestar, lo quiero lejos de mí, solo me hago la fuerte frente a él, cuando en realidad me afecta, me afecta demasiado todo esto, pero vale la pena volver a salir rota y con el corazón destrozado con tal de besarlo y hacerle el amor.
Comencé a ordenar mi bolso y me puse mi abrigo para marcharme a casa, ya es tarde, comenzó a llover y llevo unas dos horas extras de trabajo no remunerado aquí dentro. Sentí que abrieron la puerta, no necesito girarme para saber quien es, quien gira la manilla de esa manera, quien da esos pasos, quien huele así y por supuesto quien entra sin antes llamar.
- Dime - me giré a observarlo y estaba de pie apoyado en el marco de la puerta.
- Quiero ver a Clifford - lo dijo seguro, sin una pizca de nervios, asentí con la cabeza, estoy cansada, no tengo ganas de llevarle la contraria a estas horas - Te sigo en mi auto - levante mi pulgar para realizar un "ok" con la mano, sin mirarlo.
Salí del edificio y me subí a mi auto, iba a ponerlo en marcha cuando retumba el vidrio del copiloto, me asusté y miré hacia la dirección del sonido, Harry estaba golpeando el vidrio, así que lo bajé.
- Prefiero ir contigo.
- ¿Y tu auto?
- Lo dejaré aquí - levantó los hombros y miró hacia su auto, resoplé y liberé el seguro de la puerta del coche, no tengo ganas de conversar, estoy agotada.
Harry se subió y el mundo se volvió pequeño, pero traté de mantenerme concentrada en el volante, Harry se puso a poner música, no dejaba ninguna, avanzaba y avanzaba.
- ¿Qué buscas? - me pone los nervios de punta que no paré de cambiar la canción.
- ¿Ya no tienes Coldplay? - guarda la compostura Mia.
- No.
- ¿Por qué? - Uff que se calle.
- Porque no me gusta - respondí algo frustrada, necesito concentrarme en el camino. Harry se echo en su silla y se puso a mirar por la ventanilla sin hablar más en todo el camino.
Llegamos a TriBeCa y me estacioné fuera de mi piso, me bajé del auto y esperé que el bajara para echarle seguro al vehículo. Subí las escaleras y abrí la puerta.
- Adelante - Harry me miró nervioso y entró a mi vida. Clifford apenas siente la puerta corre a recibirme, pero esta vez se tiró sobre Harry, no lo olvidó.
- Por dios que grande estás - Harry se tiró al suelo a jugar con él, miré a mi alrededor, fue un grave error haber traído a Harry hasta mi hogar. Verlo así, jugando en el piso con nuestro perro, mis cosas, siempre imaginé esto, y esta sucediendo, no puedo creer que esté sucediendo. Colgué mi abrigo, mi bolso y las llaves. Caminé hasta la cocina a servirme un vaso de agua, lo mejor será que suba a estar en mi habitación mientras Harry juega con Clifford, no quiero verlo aquí, en mi vida, duele, duele imaginarse un mundo así de perfecto. Tome el vaso y caminé a las escaleras.
- ¿Para dónde vas? - me giré a observarlo antes de subir el primer peldaño.
- Subiré a descansar y a ducharme, cuando te vayas solo cierra, yo luego bajo a echar llave - me giré para seguir mi camino y sentí que Harry resoplo. Llegué arriba, caminé a mi habitación y los ladridos de Clifford comenzaron a escucharse, Harry se debe haber ido por lo que le dije.
- Mia - me giré rápido al escuchar su voz y solté el vaso asustada, maldita sea se quebró - Yo limpio - sentí que bajó las escaleras corriendo y volví a sentir los gritos de Clifford, yo me agaché a recoger el vidrio roto, junté los pedazos más grandes con cuidado.
- No te vayas a cortar - me pasó un pote de plástico que debe haber sacado de la cocina, eche los vidrios ahí, y se puso a secar el suelo - No quería asustarte.
- No tranquilo, no te preocupes - caminé hasta mi cama y me senté en ella y él bajo con el paño y el pote con los vidrios. Me quité los tacones, aquí estoy lejos de donde cayó el vaso, no corro riesgo de córtame. Me recosté en la cama y sentí que Harry llego de vuelta a la habitación.
- Mia quiero hablar contigo - desde esta posición no lo veo.
- Te dije que yo no - sentí sus pasos acercándose.
- Pero yo si y tendrás que escucharme - giré mi cabeza y miré hacia el techo, ahí estaba ese rostro y esos ojos que me quitan el sueño. Me restregué los ojos, me moví y me senté en la cama, Harry se sentó a mi lado.
- Te escucho.
- Estoy comprometido - lo soltó como si se hubiese estado ahogando - Hace un año que estoy comprometido - ya lo sabía Harry, aún recuerdo ese momento en que me enteré que se iba a casar, el amor de mi vida se iba a casar y no seria conmigo, porque a mi siempre me dijo que eso nunca seria parte de sus sueños, volví a tocar fondo ese día, Step no lo sabe, José no lo sabe, Nate no lo sabe, nunca le dije a nadie quien me lo contó. Levanté las cejas para que siguiera hablando - Me comprometí porque, cuando te perdí juré que nunca más volvería a cometer el error que cometí contigo, así que cuando conocí a Isadora le pedí ser mi novia, le pedí matrimonio y tenemos planes de ser padres.
- No quiero seguir escuchando - lo dije sin pensar, hice el impulso de inmediato de levantarme de la cama, Harry me agarró de las caderas y me mantuvo sentada, no quiero seguir escuchando como él siguió su vida y es feliz.
- Escúchame por favor.
- ¡No quiero escucharte Harry! ¡No me interesa escucharte! - se lo dije fría escupiendo hielo de mi boca y queriendo congelar su corazón.
- Voy a terminar con Isadora - ¿Qué? ¿Por qué? Lo miré sorprendida.
- No lo hagas - No puede hacerlo, él se debe ir, yo debo seguir bien.
- ¿Por qué no? - le quité sus manos de mis caderas para levantarme de la maldita cama.
- Porque lo de nosotros ya no funcionó Harry entiéndelo, yo estoy súper bien sin ti en mi vida, mi vida es relajada, calmada, tranquila, sin ti cerca funciono de manera correcta y tú igual, no me lo niegues, cuando me tienes cerca ni siquiera duermes bien por las noches - traté de explicarle con señas de manos sin dejar de caminar de un lado para otro, Harry debe irse, mi vida está bien sin ti.
- Pero después de volver a hacerte el amor, si no te tengo a mi lado jamás podré volver a dormir por las noches, prefiero dormir mal pensando que te levantarás en las mañana para marcharte, que no dormir por estar imaginándote a mi lado - ay por dios, Harry está cambiado, Sami tiene razón, esta convertido en un romántico.
- ¡Uuuuuyy! - grité exasperada y enojada, odio que este convertido en esta nueva versión de Harry, donde me confiesa todos sus sentimientos, porque me está haciendo perder la maldita cabeza por él.
- Yo volveré a Nueva York y lo que te dije ayer era verdad, esta vez no cometeré errores Mia, nunca me daré por vencido, hasta que el destino por fin decida unirnos, aunque tenga que esperar tres años más - díganle que se calle que más me enamora, me deje de mover y me quede de pie observándolo, por qué no siguió siendo el mismo idiota arrogante de siempre, así seria más fácil odiarlo y apartarlo de mi vida - ¿Qué? - preguntó sentado observándome. No me aguante, me abalancé sobre él a besarlo, Harry cayó hacia atrás en la cama y se puso a reír.
- Se que aún me amas - me hizo cosquillas y yo me puse a reír. Soy una masoquista, ya me asesino una vez, y aquí esta, el asesino volviendo al lugar de los hechos, y aquí estoy yo, entregándome en bandeja para ser asesinada, debo estar jodidamente loca.
- Que te siga amando no significa que te quiera a mi lado.

El Jefe Es Mi Prometido (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora