HARRY
- Si ¿Por qué? - me miró en un principio preocupada, pero después cambió su posición.
- No, nada - respondió ya relajada, pero quedó muy pensativa.
- ¿Por qué conoces a mi hermano Samantha? - ¿Por qué últimamente sale Richard en juego?
- Él ha venido para acá - levantó sus hombros, no es raro eso, mi padre lo debió haber enviado, como esta vez lo hizo a mí, seguramente Richard cuando vino reconoció a Mia, por eso Samantha está preguntándome por él, a lo mejor debido a eso tengo llamadas perdidas de Richard, él sabía que Mia trabajaba aquí y si se enteró que mi padre me envió para acá, debió suponer que la vería a ella, a lo mejor solo me quería advertir, aunque no creo, Richard no es así conmigo, si es capaz de lanzarme a los leones lo hace con gusto.
- Bueno te quería pedir ayuda con Mia.
- Oiga con todo respeto, por más que la historia de amor me conmueva usted sigue estando comprometido - se paro segura cruzándose de brazos, una mujer con carácter y sin pelos en la lengua.
- Por eso necesito tu ayuda, yo mañana me iré a Londres a terminar con mi prometida y pretendo volver en la semana, pero esos días en la semana serán críticos, porque con Mia estaremos separados y necesito que en ella no aumente el miedo, que se sienta segura de que volveré por ella y que la amo - a Samantha le comenzaron a brillar los ojos de la emoción, ya veo que se pone a saltar o a aplaudir - ¿Cuento contigo o no?
- ¡Si! ¡Claro que si! - gritó eufórica y yo me puse a reír.
- ¡Genial!Antes de llegar a mi piso, pase a almorzar algo rápido, dejé todo gestionado con Samantha para comenzar desde mañana con el plan "Enamorando a mi Jefa", algo raro el nombre que le puso Samantha, le dije que estaba mal gramaticalmente hablando, pero no le importo, se justifico diciendo que ambos sabemos que yo la tengo que volver a enamorar, no ella. Llegué a mi piso y me fui a quitar la ropa, opté por un pantalón deportivo plomo, descalzo, sin camiseta y me fui a tirar al sofá junto a Clifford a ver Netflix. Me quedé dormido a mitad del capítulo de la serie.
Siento su olor, Clifford está ladrando eufórico, abrí los ojos y tenía a Mia observándome desde arriba con una sonrisa de maldad en su rostro. La agarré y la bese así al revés, no lo vio venir, pero se dejó llevar.
- ¿Qué hora es? - le pregunté soltándola.
- Las cuatro veinte, toma - me entregó un pañuelo de bolsillo color gris para mí traje, la miré seductor.
- Así que gris plateado - se mordió el labio y asintió con su cabeza. Si el vestido es de la tela seda brillante que me acaba de entregar, estaré condenado a una falla neuronal esta noche, ya me estoy imaginado esta tela alrededor de su pecho y de sus caderas, Venus en todo su esplendor. Me puse de pie y rodeé el sofá, Mia junto sus manos por delante nerviosa, es tan adorable y sexy, es la combinación perfecta, ese vestido jumper blanco de oficina remarca toda su silueta, aún recuerdo el día en que me confesó su inseguridad sobre su cuerpo, lo primero que pensé fue que estaba loca, pensé que estaba bromeando y que me quería alejar, ¿cómo iba a estar insegura de ese cuerpo? Si es jodidamente perfecto así como es, con todo "esto demás que tengo" que dice según ella, eso es lamentablemente lo que la sociedad le hace a la mujer, se les exige siempre estar en línea, en forma, sin estrías, sin celulitis, tener harto, tener poco, etc, porque si no fuera por la sociedad, jamás sentiría que tiene "algo demás", ella se vería perfecta igual como yo la estoy mirando ahora.
- ¿Qué piensas? - lo preguntó de manera inocente y nerviosa.
- Que eres perfecta - sonrió de inmediato y la tome de la cintura para acercarla a mí.
- Oye el paseo a Clifford.
- Puede esperar - comencé a besarle el cuello.
- No Harry, ya, aléjate, no alcanzaremos a pasear a Clifford y me tendré que ir a cambiar a mi piso - comenzó a hacer pucheros, miré al perro, está mordiendo un hueso sin intenciones de moverse del sofá, Mia también lo miró.
- Tenemos toda una vida para sacarlo a pasear - se puso a reír nerviosa.
- Embustero, vine engañada - se colgó de mi cuello y enredó sus piernas alrededor de mi cintura.
- Mentirosa, sabias a lo que venías.
- ¡Suéltame! - yo levanté las manos.
- Mia, tú me tienes agarrado - nos miró y se vio colgada de mi por completo, estallo en risas y yo me contagié de su humor.
- Está bien, lo reconozco, vine a esto - puso los ojos en blanco y se rindió en mis brazos acercándose a besarme el cuello.
- No sé, igual me da pena Clifford, deberíamos sacarlo a pasear - se alejó y dejó de besarme al escucharme decir eso, quiero ver cómo reacciona ella si le digo que no, porque siempre que ella me dice que no, yo la provoco hasta que caiga en mis garras.
- ¿Estás hablando enserio? - preguntó algo confundida.
- Si - respondí con mi mejor rostro de seguridad.
- Ah - bajo sus pies y me soltó - Sube a ponerte una camiseta, no saldrás a la calle así- me miró de arriba abajo devorándome con la mirada. Maldita sea no me provocará ningún poco. Subí las escaleras ¿Y si bajo y le digo que era broma? Me mandará al cuerno si hago eso, soy un idiota, está bien, regresaré abajo y le diré que era una broma. Me giré rápido para salir de la habitación, pero Mia estaba apoyada en la puerta.
- De verdad pensaste que me creí tu broma de querer sacar a pasear al perro - levantó una ceja y caminó hasta a mí decidida contorneando las caderas, no reaccione, solo la miré embelesado, llego hasta a mi y me empujó hacia atrás haciéndome caer en la cama - Bueno aunque hubiese sido verdad, yo no te dejaré salir de aquí - el deseo me está recorriendo de pies a cabeza y siento que en cualquier momento me pondré a aullar. Se subió sobre mí y me comenzó a besar desde el abdomen hacia arriba, recorriendo todo mi cuerpo con besos y mordidas, cerré los ojos, estoy desesperado, mi respiración está fuera de control - Dime Harry ¿Aún quieres sacar a pasear al perro?
- No, no - contesté hechizado y ella sonrió maliciosa.
- Que pena, porque ahora yo si quiero - se salió de encima de mí, ¿Qué? conmigo no se juega señorita, aquí el cazador siempre seré yo. Me paré enseguida y la alcancé a agarrar para hacerla caer sobre mí, su trasero y su espalda chocaron contra mi cuerpo, la dejé agarrada del cuello y de la cintura de manera firme y posesiva.
- Acaba de ganarse una tarde de tortura señorita Gregson - se lo dije en el oído cautivándola por completo, Mia se rió con esa risa que sabe que consiguió lo que quería, no me puedo creer que me sepa hasta sus risas, la escucho sonreír y puedo imaginar de inmediato su rostro y sus pensamientos ¡Ay mujer no sabes lo que te espera!
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El Jefe Es Mi Prometido (2)
RomanceEsta es la Segunda Parte de El Jefe de Mi Prometido. Harry y Mia se vuelven a reencontrar después de 3 años, pero ahora las cosas han cambiado bastante ... ¿Qué Harry cree en el amor y Mia no? Vaya, si que han cambiado bastante...