Capítulo 35 Parte I: La Belleza De Un Ángel Caído.

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HARRY


Me bajé del auto a buscar a Mia, toqué el timbre y abrió, sonrió de forma dulce. Me fijé en su vestimenta y su maquillaje, ¿A quién quiere asesinar? ¿A mí? La felicito porque me dejó sin aire.
- ¿Ese es tu bolso? - quedó con la boca abierta, seguramente me iba a decir algo, miró el suelo.
- Si - me agaché y lo tomé enseguida, Mia salió y cerró con llave.
- ¿Y Clifford?
- El vecino de al lado lo saca a pasear y le deja comida y agua cuando yo salgo por dos días, le dejo una llave - le abrí la puerta para que subiera, antes de subirme yo, me acerqué al maletero y eché su bolso ahí - Harry yo - se miró sus manos nerviosa - Quería pedirte disculpas por lo de hoy en la mañana, tienes razón, reaccioné muy mal, no quiero armar discusiones de la nada, no quiero ser así - la observé unos segundos, comenzó a ponerse más nerviosa al ver que no le respondía nada, sonreí y botó aire - No juegues conmigo - me dió un golpecito en el pecho riendo haciendo pucheros y la agarre para besarla, sujeto mi mano y me quejé de dolor - ¿Qué pasa? - preguntó asustada.
- Nada, nada me dio un escalofrío - sonreí y me besó, por suerte los nudillos no me sangraron, si se entera, me crucifica.

Cuarenta minutos antes ...
- ¿Harry? Que sorpresa hombre ¿En qué te puedo ayudar? - salude con la mano a Hugh.
- Nada importante, solo vine a visitar al señor Rylie - le apunté la oficina de Taylor.
- Espero que no pienses recuperarlo - se rió por su comentario.
- No, vengo a todo lo contrario, a asegurarme que él no recupere nada mío - me miró algo raro y le cerré un ojo, le di un golpe en el hombro a modo de despedida y caminé seguro a la oficina de Taylor.
Entré sin tocar.
- ¿Cuántas veces tengo que repetir que se toca antes de entrar? - Su tono de voz es de superioridad, se giró y me miró algo descolocado - Señor Thompson, que sorpresa, ¿En qué lo puedo ayudar? - su tono de burla solo acaba de aumentar aún más mi enojo hacia él. Cerré la puerta despacio y le puse pestillo.

- Yo debi haber preguntando primero, no sabía si tenías que hacer cosas importantes hoy en el trabajo - está concentrada en mis labios.
- Yo creo que eso me molestó, pero igual fue mi culpa, anoche no me preocupe de subir mi teléfono a la habitación para escuchar la alarma - me acerqué otra vez, a paso lento, Mia no dejaba de mirar mis labios, pasé cerca de su boca y terminé apoyando mi cabeza en su hombro, sonrió y se acercó a besarme apoyando su mano en mi mejilla.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron en el helipuerto del edificio donde vive Nate, Mia apretó fuerte mi mano, maldita sea mi mano, cerré los ojos fuerte y esta vez no me queje, o si no sospechara de algo.
- ¿No te gustan los helicópteros? - le pregunté riendo de los puros nervios que me generó el dolor en la mano.
- No sé, es que nunca me he subido a uno.
- Créeme que se sienten más emociones cuando te subes arriba mío - me golpeó esta vez fuerte en el hombro.
- Estoy hablando en serio.
- Yo también estaba hablando en serio - pero bueno, no quiero seguir provocándola, así que me reí.
- ¡Aaaaaaaaa! - Chilló fuerte a mi lado y me soltó para salir corriendo a abrazar a Stephanie. ¿Por qué no reacciona así cuando me ve a mí? Stephanie dio también gritó al verla y se abrazaron como si no se hubieran visto en años, dios santo se vieron ayer. Nate las quedó mirando y me miró a mi.
- ¡Aaaaaaa! ¡Harry! - Nate se puso a gritar chillando imitándolas, reí y le tendí mi mano, Nate la agarró, me retorcí un poco, pero utilizó tanta fuerza que siento que hasta me la adormeció, me tiro hacia él para darme un golpe en la espalda con su otra mano.
- Vámonos por favor no quiero perder más tiempo - Stephanie con Mia subieron de inmediato sin parar de hablar, siento que no habrá tiempo para nada este fin de semana y no podré hacer lo que tengo planeado.
Me senté al lado de Mia, cuando ya estábamos todos con los implementos listos, la hélice comenzó a girar y Mia esta vez apretó mi mano izquierda, que alivio. Sonreía emocionada, verá por primera vez Manhattan desde los cielos, nunca olvidara esa postal, y es a mi lado. Stephanie nos sacó fotos con su teléfono y yo saqué el mío para sacarle fotos a Mia con Manhattan de fondo, además de selfies juntos. Me agarró del rostro y me dio un beso, sonreí y siento que es la foto perfecta.

El Jefe Es Mi Prometido (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora