–Qué lugar más extraño –Se dijo el delgado joven hacia sí mismo. –Espero no haberme equivocado –Concluyó dando pasos inseguros. El lugar donde se encontraba era bastante amplio.
Un campo rodeado de montañas, verde césped y unos cuántos troncos de árbol era lo único que podía ver a su alrededor. Era difícil saber hacia donde se tenía que dirigir.Según las coordenadas ese era exactamente el lugar en donde tenía que estar, sin embargo no veía nada fuera de lo normal.
Giró su cuerpo hacia ambas direcciones, luego hacia su espalda. No. Todo era el mismo patrón montaña-pasto-tronco.Se pasó la mano por el medio de su cabeza, volviendo a acomodar y dar forma a los dos hemisferios de su cabello. Resospló denotando frustración mientras se ponía sus manos al los lados de su cadera.
–Parece que desde aquí buscaré por mi cuenta -Se contestó comenzando a caminar hacia la primera dirección que se le ocurrió.
Después de caminar unos cuantos minutos hacia la nada, divisó a lo lejos un cuerpo extendido en el césped. El joven abrió los ojos como platos, dirigió su mirada hacia la derecha e izquierda mientras se acercaba, en busca de un alma que se haya podido dar cuenta de que un chico que parecía inconsciente reposaba en el suelo.
Después de descifrar quién era ese casi muerto, dejó caer sus hombros soltando un corto suspiro, y sonriendo divertido.
–¡Shú! –Frunció el ceño y agitó su mano al cuervo encima del chico.
El castaño se agachó poniendo la rodilla izquierda en el césped y dejando la derecha en un ángulo de 90°, reposando su brazo sobre esta.–Kookie, Kookie, Kookie –Repitió observándolo e inspeccionándolo de arriba a abajo. –Estás a punto de morir, esperaba más de ti –Platicó al inconsciente. Depositó una mano en su bolso y sacó una pequeña botella semi-transparente, giró la tapa y acercó su respingada nariz al orificio del recipiente.
Se alejó en un veloz reflejo ante el potente olor que emanaba. –Si con esto no despiertas es que definitivamente estás muerto –Bromeó mientras acercaba lentamente el bote hacia la nariz del chico.
Alejó la botella rápidamente al ver que Jungkook frunció ligeramente el ceño, conservando los ojos cerrados.
–Bueno, no estás del todo muerto –Contestó a su pregunta, enroscando la tapa de nuevo.
–Kook –Susurró cerca del oído del chico. -Jungkook -Repitió impaciente.
–Jungkook abre los ojos.
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–Alguien viene –Susurró la rubia a Taehyung.
El chico se acercó a Leena, intentando seguir la dirección que su oído apuntaba. –¿Desde dónde? –Preguntó el pelilargo extrañado.
–Desde el bosque.
La mirada de ambos se posó tensa en dirección al bosque, esperando por alguna señal de vida proveniente de este.
Taehyung abrió los ojos como platos al divisar a un temeroso chico, sucio y perdido. Girando su cabeza una y otra vez a los lados en busca de lo que sea que estaba buscando.–¡Hey! –Gritó Tae ladeando un poco su cabeza, cómo si eso fuera a subir su volumen. –¡Niño! –Repitió, logrando que el andrajoso chico a lo lejos se percatara de que alguien lo llamaba, sin embargo no podía encontrar la fuente de voz.
Taehyung comenzó a agitar sus manos en el aire, cruzando y abriendo una y otra vez para que el chico pudiera ubicarlo.
El pelicorto se quedó estático al lograr ver un par de cuerpos no tan lejos de él. Todo el aire se acumuló en su pecho. Al fin había encontrado ayuda.
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EL MALDITO
FanficUn joven con poderes que ni él mismo controla es descubierto, tachado de demonio y exiliado. Taehyung, un joven campesino quien vive junto con su pequeña hermana Leena, acogen al joven desesperado en su humilde hogar, sin tener conocimiento de las c...