XII. ENTRE UNA ROTA MEMORIA

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No les ha pasado que tienen todas las ideas principales de la historia pero no saben cómo organizarlas o desarrollarlas???? Bueno pos' así estoy, jelp












Era difícil casi imposible.
Era más que un trabajo duro intentar respirar en ese momento, Jungkook lo sentía.
Su mente trabajando a mil intentando descrifrar, entender qué y cómo lo llevó a esa situación.
Observó sus manos a la mitad del espeso silencio, cómo si todos en aquel lugar estuvieran esperando el momento justo en el que el azabache siquiera espetara una sola vocal.

Cómo si estuvieran al pendiente de sus acciones, por más minúsculas que sean.

Estaba tan confundido y aturdido ante la problemática del momento, que incluso llego a pensar que no era una mala idea regresar al lugar del que fue echado. ¿Qué mierda estaba pasando ahora?

Observó a Taehyung, el cual aún mantenía su posición en reverencia, como si las respuestas a sus incógnitas estuvieran en el chico que le dió asilo después de la catástrofe.

Llegó a ese sitio a conseguir respuestas. Era lo último que estaba teniendo.

Su mirada bailó alrededor de toda la oscura iglesia, nervioso, hasta que paró temblorosamente hacia el cura, iluminado ligeramente por una de las pocas luces que adornaban el sitio.
Tomó una gran bocanada de aire y como si el dueño de la iglesia supiera exactamente qué diría, cubrió su ausencia de palabra.

—Te hemos estado esperando, Jungkook —Una sonrisa ladina apareciendo en su rostro. —Por más de 1,000 años.

El entrecejo de Jungkook comenzó a juntarse, ¿De qué rayos estaba hablando? —¿1,000 años?

El cura asintió, pero no al chico, si no a todos los seguidores, los cuales en ningún momento abandonaron su posición en reverencia hasta que este lo ordeno. Fue casi aterrador para Jungkook observar como todos enderezaron sus cuerpos y tomaron lugar, casi como si fueran uno solo.

Jungkook permaneció de pie, la conversación era solo entre el cura y el menor.

—Cualquiera que sea la situación, cualquiera que sea la susodicha profecía, están esperando a la persona equivocada —Dijo entrecortando su voz, pero tomando valor después.

—Eso lo veremos —Soltó el cura en una tranquila voz. —Dame tu mano —Pidió al mismo tiempo que extendía su palma hacia el chico. Jungkook encontrándose de pie varios asientos alejados del castaño.

Los hombros de Jungkook subieron y bajaron en un intento de respiración, completamente inseguro de seguir la orden de ese extraño. En sí, cualquier orden de ese extraño lugar.

—¿No quieres comprobarlo? —Insistió el hombre con una sonrisa dibujada en su cara, aún con su mano extendida.

El azabache tragó saliva. Sus manos se volvieron puños y ante el denso silencio del lugar, se encaminó a pasos firmes por fuera, pero temerosos en su interior. La vista de Taehyung se encontraba siguiendo cada paso del chico casi de reojo.

Cada paso que Jungkook daba hacia el cura, era un estruendoso eco en el lugar hasta que quedó justo al frente de la palma abierta del hombre. La observó unos segundos, dirigiendo después su mirada hacia los ojos de este, como si intentara saber si podía confiar en él con solo mirarle.
En un suspiro y dedos inseguros sacudiéndose, puso su mano sobre la fría palma del cura.

Taehyung desde su lugar, solo observaba la escena con una expresión preocupante en el rostro.

El cura miró a Jungkook y cerró sus ojos después, lentamente, cómo incitando al menor a que hiciera lo mismo. Jungkook dejó caer sus párpados pesadamente y casi inmediatamente, lo vió. Se vió.

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