VII. PECADO

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–¡Ya llegué! –Anunció Taehyung en un no tan estruendoso grito al pasar por la puerta, ya que no necesitaba de unas buenas cuerdas vocales para que su anuncio llegara a cada rincón de la casa. –¿Hola? –Insistió después de no conseguir una respuesta.

Empezó a caminar un poco, asomando la cabeza hacia el sillón, tal vez Leena estaba dormida ahí.
Lo que se encontró no fue algo muy diferente: un pequeño Jungkook se encontraba reposando en el lugar en una posición casi fetal, acompañado de una sonora respiración, su pecho bajando tranquilamente arriba y abajo, su cabello lacio y oscuro cayendo ligeramente sobre sus ojos, su boca entreabierta.

Por una extraña razón, Taehyung no pudo evitar analizarlo, observar cada detalle del chico descansando en su sofá, después de todo no lo había visto bien debido a las circunstancias. Tal vez ese momento era el ideal para conocerlo visualmente.

Era increíblemente bonito.

¿Cómo no lo había notado antes? Sus facciones encajaban a la perfección con su rostro. El color de su piel tan blanca. Su nariz algo prominente pero definida le parecía hasta tierna, una pequeña boca presumiendo dentro de ella un par de dientes sobresalientes que le daban un aura inocente, sus pesadas pestañas cubriendo un par de redondos ojos. Si así se veían lindos sus ojos, ¿Cómo luciría despierto? Tenía que prestarle mas atención a ese par, ya que curiosamente fue la característica que más llamó la atención del pelilargo. ¿De dónde salió este chico?

Taehyung fácilmente se pasó más de 5 minutos solo apreciando al pequeño dormir, hasta que la inhalación de Jungkook, anunciando que estaba a punto de abrir los ojos, logró que el moreno se sobresaltara y lo primero que se le ocurrió fue correr a la cocina, pretendiendo buscar lo que sea que sirviera en ese momento.

–Despertaste –Dijo con una voz aparentemente tranquila e indiferente, aunque por dentro solo pensaba "¿Por qué estoy masajeando una cebolla?" Era un alivio que debido a que recién despertaba, no le prestó ni la más mínima atención a su extraña acción.

–Hola –Contestó Kook pesadamente, intentando procesar cuánto tiempo había dormido.

Comenzó a tallar sus ojos con las palmas, se posicionó de frente e intentó estar completamente consciente, mientras miraba a la nada con los codos reposados en sus rodillas, dándole la espalda a Taehyung.

Ahora el pelilargo azabache tenía una completa vista de la espalda del fugitivo, sus ropas algo holgadas no dejaban mostrar con exactitud su figura, pero sus proporciones eran...¿Las adecuadas?

Taehyung agitó la cabeza en un intento de acomodar sus pensamientos "¿Qué rayos estás pensando? Deja de analizar así a la gente"

Y gracias a quién sea que esté arriba, pensó, ya que la pregunta que Jungkook le propició, consiguió separarlo inmediatamente de su mente.

–¿Alguna vez has soñado ver a alguien morir?

Taehyung dejó lentamente la cebolla en el mueble de la cocina. Colocó su mano derecha en el borde de esta y la otra en su cintura. Miró un momento al piso en busca de una respuesta inmediata a su extraña e inesperada pregunta.

–¿Lo soñaste?

–Sí...–Contestó otorgando un largo suspiro –No te conozco lo suficiente, bueno, no te conozco, pero siento que tengo que hablar con alguien.

Después de esas palabras, Taehyung no dudó ni un segundo en encaminarse hacia el chico y tomar lugar al lado de él, claro, manteniendo distancia de una persona entre ellos. El moreno pelilargo tomó exactamente la misma posición que Jungkook, siguiendo con la mirada lo que sea que el pelicorto estaba viendo, para ahora sí, lucir exactamente igual que él. Jungkook soltó una pequeña risa tras la acción del mayor, sintiendo un poco más de confianza.

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