EL MALDITO

XI. EL COMIENZO

HOLAAAA, HOY ESTOY BIEN FELIZZZZ, ESTA HISTORIA HA GANADO EN LOS TAEKOOK AWARDS 2020 AAAAAAA!!!! PUEDEN CREERLO???? NOOO??? YO MENOS!;!!!

Los resultados acaban de ser publicados hoy y estoy que no puedo creeeerloooooo. Entre tantas historias y este bebé pudo decir "ola aki stoy" ;-;

Muchísimas gracias por el apoyo que me dan, espero poder seguir haciendo historias de calidad para ustedes, los an0. <3

Ya, perdón jajskkaka, me emocioné muchísimo:(

Btwwww, ya salí de mi enfadosa enfermedad así que estoy lista para enfadar con mis actualizaciones.

Se viene lo bueno, k creen que pase????

Al siguiente día, Taehyung se había asegurado de hacer como si Jungkook no existiera. Leena no entendía como con solo estar fuera de casa un rato, había pasado de ver cómo ambos chicos comían juntos a notar como su hermano mayor aplicaba ley del hielo a un confundido y enojado Jungkook.

Era menor que ese par pero se sentía como si fuese mayor.

—Tae, ¿Por qué estás molesto con Jungkook? —Preguntó Leena en un tono fingidamente inocente, tal vez y causarle ternura a su hermano provocaría una respuesta inmediata. Mantuvo su mirada fija en el suelo, agudizando el oído ante lo que diría su mayor, al mismo tiempo que apretaba el balde de metal en sus manos. Taehyung dedicándose a estirar las ubres de la vaca en total silencio, acompañado de una expresión extrañamente dura.

—No estoy enojado, no es nada de qué preocuparse —Contestó el ondulado con el tono más suave que pudo, sin apartar la mirada de su trabajo.

—¿Hizo algo? —Su pregunta sonando casi como un murmuro, temiendo en si se estaba metiendo demasiado en asuntos de su hermano.

Taehyung solo apoyó su lengua en la mejilla interna, denotando molestia. Sin embargo, no era motivo para ser duro con la menor. Relajó su expresión antes de seguir hablando —No Leena, tranquila, todo está bien —Terminó diciendo en un suspiro.

Taehyung dió un último estirón a la vaca, apoyó su mano en el hombro de la rubia —Leena.

La aclamada lentamente levantó su mirada detrás de la venda ante el llamado, apretando los labios en una muy leve sonrisa, haciéndole saber que lo escuchaba.

—Necesito que me prometas algo, ¿Puedes? —Preguntó dando un pequeño apretón al hombro de la niña. A pesar de la acción, la expresión en su cara reflejaba una profunda tristeza, tristeza la cual intentaba ocultar a su hermana. No fue muy efectiva su máscara, ya que la pequeña pudo descifrarlo con solo escuchar el tono de su voz. Leena solamente asintió.

—Prómeteme que nunca te quitarás la venda, mucho menos frente a Jungkook.

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—Alístate —Soltó Taehyung tomando lugar al lado de Jungkook.
La ligera brisa bañándolos debajo del árbol en el que se encontraban, siendo totalmente tranquilizadora. Era un día caluroso, así que las corrientes de aire solo se encontraban si permanecían en un lugar con sombra. Taehyung tomó un poco de agua entre sus manos, cómo si fuera un pequeño recipiente.

Jungkook solo observó fijamente al contrario, intentando descrifrar la extraña actitud del mayor con su mirada. Imitó la acción de Taehyung tomando agua con sus manos llevando el refrescante líquido a su cara. El agua del pequeño lago logrando que sintiera paz en su interior.

Taehyung seguía tallando su rostro, intentado limpiarlo en total silencio. Jungkook tendría que ser el primero en hablar —Taehyung. —El aclamado no contestó, pero tampoco tampoco mostró indicios de callarlo, acción que Jungkook tomó como una señal para seguir hablando —¿Por qu-