XIII. CONDICIÓN

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Así yo, basado en un hecho real:

Ya Sujey, ya estuvo suave con el descanso, tienes que ponerte creativa

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Ya Sujey, ya estuvo suave con el descanso, tienes que ponerte creativa.

Perdón x la palabrotA, chavos.
















Jungkook solo sintió un desgarre.

Un desgarre mental.

Sintió separarse de lo que sea que esa persona hacía para mantenerlo enganchado, abriendo sus ojos de par en par, haciendo que una enorme bocanada de aire se escapara de sus pulmones al mismo tiempo.

Su pecho dolió, su cuerpo se volvió pluma, estaba exhausto, débil.

Los murmuros invadieron el lugar, sustituyendo el silencio.

Jungkook solo se limitó a caer de rodillas, intentando nivelar la respiración en sus pulmones, su campo de visión invadido por los pies del cura frente a él.

Entre toda la multitud sentada en el lugar, una cabeza rizada se puso de pie, alarmado ante la escena a escasos metros frente a él. Sus pies reaccionaron más rápido que su consciencia, no se había dado del todo cuenta cuando ya tenía a un agitado Jungkook envuelto en un brazo, arrodillado a la altura de este.

—Hey, ¿Estás bien? —Preguntó intentando regresar al azabache a la realidad, más este solo le respondió con una intensa mirada bajo un ceño fruncido, su boca abierta enseñando los dientes inferiores cuál animal al ritmo de una respiración intentado ser controlada.

Taehyung alzó sus profundos ojos hacia el cura de pie. Una visión que le resultaba algo incómoda desde abajo. Optó por intentar alzar a Jungkook y ponerlo de pie, nunca despojando su brazo alrededor de los hombros del chico.

—¿Quién rayos es usted? —Espetó Jungkook entre respiraciones entrecortadas, antes de que Taehyung pudiera decir algo. —¿Por qué sabe tanto de mi vida? ¿Cómo vió eso?

Una profunda exhalación fue lo primero que ambos chicos escucharon. —Yo lo sé todo —Contestó el cura alzando la barbilla, denotando superioridad.

—Tú —El pronombre soltando un mar de murmuros en la iglesia, sustituyendo el silencio. —No vuelvas a hacer eso. —Susurró con furia.

Taehyung apretó el hombro de Jungkook, en busca de tranquilizarlo un poco, reacción que solo ocasionó que este apartara el brazo que lo rodeaba con un empujón, abriéndose paso rápidamente fuera de la iglesia, dejando un estruendoso azote en el lugar debido al eco.

—Nos tocó un niño —La voz del cura siendo demasiado tranquila para la escena que acaba de presenciar. Su mirada se apartó del camino que había dejado Jungkook después de irse para mirar casi aburrido a Taehyung ahora a su costado. —Ojalá nos hubieran avisado.

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