Curiosidad obscena

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Me estiro al borde del bostezo cuando por fin suena el final de clase. Lo cierto es que la carrera de arte me encanta pero su historia es otra cosa. Recojo mis libros y los meto en mi mochila saliendo disparado. Por fin es fin de semana y mañana no tengo clases, afortunadamente, así que una vez termine mi turno de mensajería en el trabajo seré libre para intentar echar un polvo.

Justo en ese momento veo cruzar la esquina al profesor más buenorro de todo el instituto. Por Dios, ese hombre está para no parar de follarselo.

-Buenas tardes, Soujun sensei.- Le digo sacandolo de su lectura. Cuando alza esos ojos azules que tiene siento como me pongo caliente solo de imaginarme lo que podría hacer con todo su cuerpo.

-Ah, buenas tardes, Abarai kun. ¿Ya has terminado tus clases?

-Si. Ahora toca disfrutar del finde.- Él sonríe y yo solo pienso en lo que tiene que hacer con esos labios perfectos y esa lengua que oculta la perfecta hilera de dientes que muestra de manera timida.

-Espero que no te desmadres demasiado. Recuerda que el lunes vuelven las clases.

-No se preocupe sensei, disfrutaré lo justo para no quedar agotado.- Puedo percibir cierto trastorno por mis palabras pero vuelve a sonreir como siempre.

-Me alegro de ver que sigues tan responsable como siempre.

-Se hace lo que se puede, sensei.- Digo viendo como él comienza a andar pasando por mi lado.- ¿Y usted?- Lo veo girarse algo sorprendido.- ¿Que hará el finde?

Él alza el monton de papeles que llevaba en la mano revisando y vuelve a sonreir.

-Corregir examenes. El trabajo de un profesor no acaba porque no haya clases.

-Pues no se agote demasido, sensei.- Le vuelvo a decir con doble sentido claramente marcado.- Recuerde que el lunes, vuelven las clases.

No espero a su respuesta pues sé que se ha quedado algo sorprendido por mi comentario pero bueno, a fin de cuentas, él ya no es mi profesor. Me dio arte contemporaneo el año pasado y por Dios, que a punto estuve de morir deshidratado a base de pajas por su culpa. Agotado dice. Agotado lo dejaba yo si lo pillara como me gustaría pero aunque sé que no está casado, creo que tiene pareja porque siempre lleva un anillo plateado a modo de alianza. Lástima.

Salgo del recinto de mi universidad y corro hacia la de periodismo que tengo muy cerca. Cuando voy entrando veo a Tensa apoyado en la entrada con un libro en las manos.

-Hey, ¿Ichigo aun no ha salido?- Mira el reloj de su muñeca y me mira con su aire típico de indiferencia.

-Aun le queda un cuarto de hora.

Tensa es el primo de Ichigo y ambos son amigos mios del instituto. A pesar de ser primos hermanos, son como la noche y el día. Ichigo es un chaval alegre, pelirrojo con el pelo corto y de punta y con unos ojos miel que iluminan a cualquiera. Sin embargo Tensa, tiene el pelo negro, largo hasta rozarle los hombros y algo ondulados, mientras que su ojos son de un gris oscuro que a veces parecen volverse totalmente negros. Su caracter es mucho más seco que el de Ichigo. No suele hablar mucho, tampoco se ríe nunca de los chistes que hacemos pero, en el fondo, es buen chaval. Sin duda, al que me tiraba era a Ichigo pero creo que eso estropearía nuestra amistad y no me apetece perder a los pocos amigos de verdad que tengo.

***Ichigo***

-Por fin.- Escucho a Hisagi a mi lado mientras veo como se estira una vez finalizada la clase.

-No sé si sabes que estirarse así en publico es de mala educación.

-Y ser tan repipi tambien.- Me dice sacándome la lengua.

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