PK2

Incesto

En cuanto giro la esquina que da a nuestro edificio veo el coche de mi hermano aparcando frente a la entrada. Corro un poco y lo asusto justo cuando va a salir del coche.

-¡Sen!¿Estas loco o quieres que te mate?

-¿Tu? Ja, ja, ja.- No puedo evitar reirme ante su cara de enfado y ayudado, claro está, por algunas copas que me he tomado.

-Estas borracho.- Dice molesto mientras pulsa el botoncito que cierra el coche.

-Solo un poco. ¿Que tal el trabajo?

-Agotador.

-Uy, igual que mi noche. Ha sido suuuumamente agotadora.- Le digo haciendo un pequeño movimiento de cadera.

-Sen. Hoy ha sido un día pésimo. No tengo ganas de soportar más idioteces por tu parte. Ya suficiente que tuve que aguantar a tu amante.

Yo me detengo extrañado y alzo una ceja pensativo.

-¿Amante?- Digo corriendo para darle alcance.

-Si.- Dice mientras nos subimos al ascensor.- Ese pelirrojo al que dejaste en nuestro piso para irte a trabajar.

-¡Oh!¡Renji! Es cierto. Me olvidé de él.- digo viendo como a mi hermano se le hincha la vena de la frente. Me encanta ver como se enfada, sobre todo porque al menos así, lo veo mostrar alguna expresión.

-¿Como que "oh, Renji" y como que se te olvidó?- Dice saliendo al pasillo para ir directo a abrir nuestro apartamento.- Sen, acepté que vivieramos juntos siempre y cuando resperaras mi intimidad y no me molestara tu estilo de vida.

-¿Pero en qué te he molestado?- Él se vuelve paralizandome por su fría mirada. Dios, es identico a mi pero cuando me mira así, hasta a mi me acojona.

-Anoche el piso estaba todo desordenado, había cosas en la encimera que, mejor no pregunto para qué las usásteis. Además de que tuve que ponerme el ipod para poder dormir sin escucharos gemir como animales toda la noche.

-No fue toda la noche.- Digo más para mi que para él pero una nueva mirada de advertencia me silencia.

-Y para colmo, esta mañana me ha asaltado en la cocina ¡y me ha besado!

-Que te... ja, ja, ja, ja...- Vuelvo a estallar en carcajadas sin poder controlarme hasta dejarme caer sobre el sofá.

-Eso, tu ríete. Al menos tus amantes podrían saber diferenciarte.

-Renji no sería capaz de diferenciarnos ni aun sabiendo que somos dos.

-¿No le avisaste de que viviamos juntos?

-Si, bueno, creo que le dije algo de que vivía con mi hermano pero no le dije que eramos gemelos.

-Sen. Te lo tengo dicho. Si no les avisas, luego se creen que yo soy tu...- Dice llevandose los dedos a las sienes y dandose un ligero masaje mientras trata de serenarse.

-¿Te gustó?- Digo sonriendole de manera torcida. Él abre los ojos y me mira confuso.

-¿El qué?

-Su forma de besar.- En cuanto veo el ligero sonrojo de su rostro sonrío aun más ampliamente.

Desde que decidiera venirme a vivir con él tras su ruptura, no he visto a mi hermano salir a divertirse y menos traer a nadie a nuestro piso. Creo que esa relación fue demasiado traumatica y ahora, vive centrado solo en sus estudios y sus prácticas. Pero esta reacción me abre la puerta de la esperanza.

-No seas ridiculo. Ni siquiera me fijé. Lo eché del piso inmediatamente y da gracias que no le abriera la cabeza con la sarten, que la tenía a mano.